¿Importa lo que como si tengo incontinencia?

¿Importa lo que como si tengo incontinencia?

Aunque el cuerpo de cada mujer es literalmente, UN MUNDO, lo que se sabe es que hay alimentos que pueden aumentar el riesgo de problemas de incontinencia urinaria femenina. Cuidar la alimentación puede ser tu aliado a la hora de reducir los efectos.

Prevenir, mejor que curar

El archiconocido desayuno continental: un café con leche y unas tostadas con mantequilla y mermelada no es el desayuno perfecto para una mujer que sufre problemas de control urinario, ya que alimentos como la cafeína y los azúcares simples pueden agravar los síntomas.

Claro que éste es solo una recomendación y que por tomarlos de vez en cuando, no estamos haciendo nada mal. Sencillamente, se trata de seguir ciertos hábitos alimenticios y pautas que nos ayuden a mejorar la incontinencia urinaria.

Entre las principales recomendaciones propuestas por los expertos destacan las siguientes:

1.- Reducir el consumo de azúcar que no se ve.

A todas nos pasa que en algún momento del día nos entran ganas de picar algo dulce: un trozo de chocolate, una galleta… aquí el azúcar es fácil de detectar, pero saca tu “lupa” de azúcares, estos no solo están presente en ese tipo de alimentos, sino también en otros como la fruta, el arroz y las harinas refinadas.

Encontrar el equilibrio y reducir, en la mayor medida de lo posible, el consumo de estos alimentos es la clave para seguir disfrutando de pequeños caprichos.

2.- Ponerse a dieta no es la solución.

Un estudio desarrollado por New England Research Institutes confirma que las mujeres que ingieren grasas saturadas tienen mayor riesgo de sufrir problemas de incontinencia urinaria.

La buena noticia es que esto no implica que tengamos que ponernos a dieta.  El truco está en sustituir el consumo de grasas saturadas por otras de origen vegetal.

3.- La fibra es un ‘must’.

Tomando la cantidad correcta de fibra diaria no solo conseguiremos mejorar el estreñimiento, sino también la incontinencia urinaria. Los cereales, las espinacas, las acelgas y las legumbres son algunos de los alimentos ricos en fibra que pueden ayudar a prevenir la incontinencia.

4.- No se trata de pasar hambre.

Evitar comidas copiosas no es sinónimo de pasar hambre. Sigamos disfrutando de las reuniones en familia, de las cenas con amigos, del placer de probar comidas nuevas cuando estamos de vacaciones…

El secreto, una vez más, es en encontrar el equilibrio reduciendo las cantidades y el consumo de alimentos ricos en agua y otros minerales.

5.- Una “inyección” de vitaminas diaria.

Las Vitaminas C, E y B6 pueden ayudar a reducir las pérdidas leves si se consumen en las dosis adecuadas. Por eso, las fresas, las naranjas, los frutos rojos, los aguacates y los frutos secos, ¡no pueden faltar!

Aplica estas sencillas recomendaciones y enriquece tu dieta con alimentos saludables que contribuyen a frenar la incontinencia urinaria femenina. ¡No permitas que nada frene tu rutina!

¿Qué relación hay entre la incontinencia y la salud mental?

¿Qué relación hay entre la incontinencia y la salud mental?

Varios estudios demuestran que las mujeres con incontinencia pueden ver afectada su salud mental debido al impacto que tiene en sus vidas esta afección. La relación incontinencia y salud mental es más común de lo que parece, pero por ser un tema delicado no se trata lo suficiente o se piensa que son independientes. Si nos fijamos en ciertas señales podríamos darnos cuenta de que muchas veces ambas están interconectadas.

Desde el momento en que la persona se ve afectada o se le diagnostica incontinencia se pueden desencadenar una serie de emociones o sentimientos que si no sabemos gestionar pueden repercutir en la salud mental y/o en la calidad de vida.

Según estos estudios el 30% de las mujeres con incontinencia podrían sufrir algún tipo de depresión. Por lo que, sí hay una relación, ya que las mujeres con pérdidas tienen 3 veces más de probabilidad que la población en general. También se reflejó en los estudios que estas mujeres tienen una concepción negativa sobre su incontinencia, se les hace más difícil concentrarse, sienten más culpa y tienen un menor nivel de autoestima que las mujeres que no tienen incontinencia.

Puede impactar a muchos diferentes niveles y no en todos los casos tiene que presentarse de la misma manera, ni todos a la vez. Algunos de los territorios más importantes donde se pueden notar cambios son.

  • Emocional y social.
  • Relacional, amoroso y/o sexual.
  • Ocio y tiempo libre.
  • Laboral.
  • Estigmatización.
  • Descanso y sueño.

Los diferentes niveles afectados por la incontinencia nos pueden dejar ver algunas señales o banderas rojas para tener en cuenta. Atentas a:

  • Cambios de ánimo como irritabilidad, frustración, inestabilidad emocional y tristeza excesiva.
  • No querer salir o socializar, cambios en la alimentación como comer más o dejar de comer, cambios en la higiene, etc.
  • No tener ganas de hacer nada y, por ello, pasar muchas horas en la cama y/o en el sofá.

En el proceso de aceptación es normal tener altibajos en los que nos sintamos frustradas o más tristes de lo normal, pero hay que intentar seguir con nuestra vida haciendo lo que nos gusta, desarrollándonos y aprendiendo, incluso sintiéndonos útiles.

Es importante romper tabús y hablarlo con nuestro médico para buscar soluciones o mejorar con el tratamiento más adecuado. Si no conseguimos adaptarnos o continuar con nuestra vida con la mayor normalidad posible podría ser buena idea buscar ayuda de un profesional también a nivel psicológico.

Es necesario tener paciencia, tomarnos nuestro tiempo para adaptarnos y aceptar los cambios que conlleva tener incontinencia urinaria. Es una aceptación desde la calma y la tranquilidad, intentar normalizarlo sin renunciar a nuestra vida. A veces nos sentiremos como las únicas afectadas, pero nada más lejos de la realidad, solo en nuestro país afecta a más de seis millones de personas. Es verdad que para cada persona supondrá cambios diferentes, pero no estamos solas.

Habla con tus amigas, con tu familia o con quién estés más cómoda, ten muy presente tu vida social y autocuidado y, por supuesto, consulta siempre las dudas o recomendaciones con tu médico. La vida está para vivirla a tope y esta etapa solo es una más en la que poder disfrutar, a tu manera, de tener más libertad que nunca.

¿Cómo afecta la incontinencia a nuestra vida?

¿Cómo afecta la incontinencia a nuestra vida?

La incontinencia urinaria afecta a una gran cantidad de personas y aumenta con un nivel considerable con la edad. Se calcula que, en España, en torno a seis millones de personas la padecen y en mucha mayor proporción las mujeres. Si estamos en ese grupo de población hay que tener presente que tenemos vida laboral, sexual y social y que podemos tomar medidas para nuestra calidad de vida no sufra.

Lo primero será consultar con un médico para hablar a cerca de nuestro problema y poder abarcar nuestro caso en particular del mejor modo posible.

Quienes sufren pérdidas de orina pueden presentar molestias físicas y hay que tener ciertos cuidados para evitar las irritaciones cutáneas ya que además en estas áreas la piel es muy sensible. Lo mejor es evitar el uso de jabones fuertes y usar los absorbentes adecuados especiales para incontinencia. Indasec® diseña sus compresas teniendo en cuenta estos factores por lo que absorben en segundos y protegen la piel. Estos son suaves y están fabricados con materiales transpirables para evitar irritaciones.

Es una realidad que la incontinencia puede afectar a aspectos de la vida diaria que abarcan desde el sueño, la familia, el trabajo hasta el ocio. A veces la vergüenza, el rechazo hacia la situación o la sensación de incomprensión social puede hacer que las relaciones personales y de pareja sufran. Algunas dejan de practicar deporte, les incomodan las relaciones de pareja, cambian sus conductas o se aíslan.

Por lo tanto, la incontinencia urinaria, además de afectar a nivel físico también influye en nuestra salud mental. Un estudio reciente apunta que las mujeres con incontinencia tienen mayor índice de depresión y niveles más bajos de autoestima. Por eso es tan importante buscar ayuda de un profesional tanto para tratar la incontinencia como, si lo vemos necesario consultarlo con un psicólogo.

Por último, un fisioterapeuta también nos podrá dar pautas sobre ejercicios y mejora postural para reeducar nuestros hábitos posturales. Queremos buscar una buena alineación para que las presiones que se dirijan al suelo pélvico sean las adecuadas.

Buscar las mejores soluciones posibles y seguir las recomendaciones de estos profesionales hará la diferencia.

Quizá nos supone un cambio de hábitos hacia un estilo de vida más saludable, con una dieta más sana y que incluya ejercicio. Esto, también repercute en que nos sintamos mejor a todos los niveles y aumente nuestra autoestima.

Y piénsalo, imagínate quedando con tus amigas de Pilates después de salir de clase. ¿No sería genial?