Nunca es demasiado tarde para…

Nunca es demasiado tarde para…

A medida que va pasando el tiempo y se nos van echando los años encima es normal que queramos empezar a cuidarnos más y a adoptar hábitos de vida más saludables. Porque como dice el dicho ¡mejor tarde que nunca!

Queridas Expertas en vivir… ¡Ha llegado la hora de cambiar el chip! En Indasec Discreet® te damos unos consejos súper fáciles que puedes empezar a poner en práctica desde ya.

Beber agua de forma equilibrada

Muchas veces creemos que es mejor disminuir la ingesta de líquidos para reducir los síntomas de la incontinencia urinaria. Muy lejos de estar en lo cierto, esta práctica causa más prejuicios que bienestar. Tomar la cantidad necesaria es vital para el funcionamiento normal del tracto urinario y para la prevención de problemas en los riñones y en la vejiga.

Por otra parte, tampoco debemos pasarnos. Si bebemos demasiada agua, nuestras ganas de ir al baño aumentarán, y si nos aguantamos nuestra vejiga terminará perdiendo elasticidad.

Dejar de fumar

¡Di NO al humo! Al dejar de sufrir tanta tos y tener menos irritación de vejiga, se reducirán los escapes de orina. Además de tus pulmones, tu piel, tus dientes y tus encías te lo agradecerán.

Perder peso

El sobrepeso se asocia con el aumento de riesgo de incontinencia. Esto se debe a que el peso excesivo ejerce presión en los músculos del suelo pélvico que sostienen la vejiga y la uretra. La pérdida de peso puede reducir la gravedad de incontinencia.

Practicar los ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel consisten en contraer y relajar los músculos del suelo pélvico. De esta manera, conseguiremos entrenar nuestros músculos vaginales y controlar, en la medida de lo posible, las pérdidas de orina.

Reducir la ingesta de alcohol

Además de ser un agente irritante para la vejiga, el alcohol aumenta las ganas de ir al baño y disminuye la conciencia necesaria para orinar hasta que la vejiga está llena. Esto aumenta el riesgo de incontinencia debido a que la urgencia para orinar puede ser más intensa y difícil de controlar.

¡Ahora te toca a ti! Pon en marcha tu nuevo estilo de vida que te ayudará no solo a controlar las pérdidas de orina, si no también a llevar una vida mucho más saludable, que ¡nunca es demasiado tarde!

Consigue tu mejor versión “en la báscula” para controlar la incontinencia

Consigue tu mejor versión “en la báscula” para controlar la incontinencia

La incontinencia urinaria es algo que, para bien o para mal, no tiene edad. Pero sí hay algo que puedes hacer y ese algo es ¡cuidarte! Llevar un estilo de vida adecuado y sano te ayudará a que el impacto que pueda tener la incontinencia urinaria sea menor.

¿Cuántas veces el peso ha hecho que no te sientas del todo bien? Olvídate de eso ya. Cuidar tu cuerpo y tu mente debe convertirse en una prioridad para reducir los síntomas de la incontinencia urinaria.

Desde Indasec® te traemos algunos tips para que apuestes por hábitos de alimentación saludables que te hagan sentir bien por dentro y por fuera.

¿El peso? Es solo un número

Cuando el término peso llega a tu vida o a tu mente, tienes que saber bien cómo interpretarlo. El peso no es más que un número y, por eso, debes darle la importancia que se merece, ni más ni menos. ¡Míralo desde la perspectiva del cuidado propio y no desde el valor de la báscula!

Y para poder explicarte a qué nos referimos, te ponemos un ejemplo. El cuerpo se compone de grasa y músculo. De ahí que lo que tienes que tratar de conseguir es que tu peso muscular, tenga más valor en la báscula.

Nútrete en cuidados

Al igual que con todo, la alimentación y los cuidados propios son súper importantes para reducir los efectos de la incontinencia urinaria. Los alimentos picantes, las frutas cítricas, el chocolate y, otros muchos alimentos que irritan la vejiga, deben ser evitados.

En cambio, debes potenciar el consumo de alimentos ricos en vitamina C y vitamina D como el salmón, las sardinas, las nueces, las naranjas y el brócoli, entre otros muchísimos alimentos.

¿Y tú qué bebes?

Estamos acostumbradas a escuchar que la cantidad de agua recomendada al día son 2 litros. ¿Y qué pasa con el resto de los líquidos que bebemos a lo largo del día? Las bebidas carbonatadas, aquellas que contienen alcohol o cafeína e, incluso, las bebidas cítricas debemos consumirlas en menor medida no solo para controlar nuestro peso, sino también las pérdidas de orina.

Lo mejor que puedes hacer entonces es aumentar tu consumo de agua desde que te levantas hasta que te acuestas. Eso sí, antes de dormir procura no llenar la vejiga para evitar paseos nocturnos innecesarios.

Di sí al ejercicio

El ejercicio es algo que debe formar parte de tu día a día por sus múltiples beneficios. Y si además tienes pérdidas de orina con más motivo porque puede ayudarte a reducir los síntomas.

Algunas de las actividades con las que puedes lograr mejores resultados son el pilates y la natación. ¿Y sabes por qué? Son aliados súper buenos para activar, tonificar y reforzar el suelo pélvico.

Conviértete en una Experta en vivir y sigue nuestros tips para sentirte sana y llena de salud sin importar el peso de la báscula.

Ya están aquí… LOS PRIMEROS SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA

Ya están aquí… LOS PRIMEROS SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA

¿Estas preparada para un “baño” de realidad positiva? 😉

Cuando hablamos de menopausia, la mayoría de las veces lo reducimos a un solo día de nuestras vidas: el día en el que desaparece la regla, cuando en realidad toda la etapa se denomina Climaterio.

Lo primero que debes saber es que una menopáusica del S. XXI es igual y totalmente diferente que la del S. XX. Mismos síntomas, actitud 100% diferente.

La menopausia es el momento en la que las mujeres dejamos de ovular y finalizan las menstruaciones debido a un descenso en las principales hormonas femeninas: estrógeno y progesterona. Estos cambios hormonales también causan algunos cambios a nivel tanto físico como emocional y pueden empezar en torno a los 45 años, aunque esta edad puede variar de unas mujeres a otras.

Hay una serie de señales que nos avisan de que vamos entrando en este periodo de transición llamado perimenopausia. Esta es una etapa totalmente normal en la vida de la mujer y puede durar varios meses o años. Sin embargo, hay algunos síntomas que nos pueden sorprender o alterar nuestra vida habitual si no los conocemos o no estamos preparadas.

Vamos a por ellos! La información es poder.

1.- El primer síntoma, como no podía ser otro, es la irregularidad en las menstruaciones y ciclos. Puedes no tener la regla algunos meses, luego de repente vuelve, los ciclos son más cortos o con menos flujo…, es como la montaña rusa de la regla, pero no te confíes, aún así es posible quedarse embaraza.

2.- Los famosos sofocos nocturnos son sudores que suceden mientras estamos durmiendo y pueden despertarte incluso varias veces en la misma noche. Un calor repentino aparece en la cara y la parte superior del cuerpo debido a la disminución de las hormonas. Pueden provocar un peor descanso, dificultad para concentrarse y cambios de humor. Esta mayor sensación de calor también puede ocurrir durante el día, ya que al disminuir los estrógenos se altera el centro termorregulador cerebral. Sabrás que te está sucediendo cuando comiences a comprar abanicos a juego con tus outfits 😉

3.- Cambios de humor causados por la reducción de los estrógenos, como alteración, irritabilidad o nerviosismo. También puede haber cambios en el estado de ánimo sintiendo tristeza o desinterés por las actividades rutinarias.

4.- Hay algunas alteraciones en la vida sexual debido principalmente al descenso de la libido y la sequedad vaginal. Tranquila, la cosa se pone interesante también, lee el siguiente post para saber más: ¿EXISTE VIDA SEXUAL DESPUÉS DE LOS 50?

5.- A veces, aparece la incontinencia en la que es difícil aguantar la orina el tiempo suficiente para llegar al baño y también puede darse cuando se hace ejercicio, algún esfuerzo físico, se estornuda o se ríe.

Es curioso, pero en invierno suben las consultas médicas sobre la incontinencia por la aparición de los resfriados y las consecuentes toses y estornudos 🤪

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6.- Sequedad y menor elasticidad de la piel como consecuencia de la disminución del colágeno que afecta, también, a la apariencia de la piel, uñas y cabello.

Hay mucho que puedes hacer para seguir tan estupenda como ahora: CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL DURANTE LA PERIMENOPAUSIA.

Estos son algunos de los síntomas más comunes de la perimenopausia, lo cual no quiere decir ni que aparezcan todos, ni que sean de la misma intensidad en todas las mujeres.

¿Te identificas con alguno de ellos?

CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL DURANTE LA PERIMENOPAUSIA

CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL DURANTE LA PERIMENOPAUSIA

La menopausia no es más que el cese total de la menstruación. Qué fácil, ¿verdad? En realidad, esto conlleva una serie de cambios en el plano físico y emocional.

El desconocimiento de esta fase natural en la vida de cualquier mujer viene dado por los tabús entorno a la menopausia, la buena noticia es que cada vez más los vamos superando.

¡Así que fuera tabús! Queridas Expertas en Vivir, la información es poder y esto significa que cuanto más sepamos, mejor, así podremos anticiparnos. Como en cualquier otra etapa por la que hemos pasado, hay una serie de cosas que tenemos que aprender. Nuestro consejo: infórmate, adáptate y acepta los cambios que van sucediendo en ti con naturalidad.

Algunos de esos cambios, como la alteración en los niveles de ciertas hormonas sexuales (como los estrógenos y la progesterona), se dejan ver a nivel de la piel. Este es uno de los cambios más evidentes porque es externo y porque empieza desde la fase de transición, también llamada perimenopausia. Este periodo puede durar hasta cuatro años y es un momento genial para ir preparándonos e incorporando buenos hábitos que luego agradeceremos.

¿Qué le está pasando a mi piel?

Algunos de los síntomas de la menopausia, que empiezan a sentirse en la perimenopausia, son la sequedad y la disminución de grasas cutáneas. Esto se suma a la deshidratación, ya que la piel disminuye su capacidad para retener el agua y recibe menor cantidad de agua y nutrientes. Como consecuencia la piel se muestra más seca, disminuye su grosor y comienza a perder tersura. Incluso podría aparecer acné  a causa del cambio hormonal, sobre todo en la barbilla y el mentón. Vemos como las líneas de expresión van apareciendo y se dejan ver también algunas manchas por exceso de pigmentación.

No a todas nos afectan por igual, lo que suele ser más transversal y común en todas las mujeres es la caída de la producción de colágeno y la deshidratación.

¿Qué puedo hacer para cuidar mi piel?

Para mejorar el estado de nuestra piel y que sigamos viéndonos estupendas, aquí van unos consejitos para ayudarnos a ganar un extra de seguridad y confianza en esta etapa tan especial.

Antes aún de cuidarla, protégela del sol. Usa protección solar, pero no huyas del sol. No es nuestro enemigo, la síntesis de la vitamina D permite una buena absorción cálcica, importante para compensar la pérdida de masa ósea (otro efecto de la menopausia). Existen cremas protectoras específicas para esta etapa con un índice de protección elevado y, además, podríamos usar alguna crema despigmatizante, que aclaran o eliminan las manchas solares. Estas cremas debemos aplicarlas diariamente, no solo en verano, y podemos incluir protección extra como gafas de sol, sombreros, etc.

La hidratación es la clave. Aprovecha el tiempo en casa para beber agua, caldos, infusiones, etc. para combatir la deshidratación. También podemos ayudar a nuestra piel con un tratamiento que combine alfa hidroxiácidos, retinoides (vitamina A) y antioxidantes (vitamina C) que aceleren la renovación celular aportando jugosidad y luminosidad. En las cremas y lociones corporales es preferible elegir las que retengan la humedad y cuiden la barrera hidrolipídica de la piel para mantenerla elástica y firme.

Exfóliate regularmente. Eliminar suavemente las células muertas favorece la renovación celular y suaviza la piel.

La alimentación también ayuda, por supuesto. Seguir una dieta variada, donde predomine la fruta y la verdura, nos aporta las vitaminas necesarias y sobre todo las que tengan efectos antioxidantes como la A, C y E. La vitamina C ayuda a sintetizar el colágeno, que mantiene tersa nuestra piel.

Limita el consumo de tóxicos. Restringir al máximo el consumo de cafeína, tabaco y alcohol mejora la hidratación y absorción de la piel.

El ejercicio mejora la circulación sanguínea. Lo mejor: hacer actividad física moderada, pero constante.

Limpieza y desmaquillantes suaves. Muy hidratantes que respeten tu piel y sin jabón para que no provoquen más desecación. Evita, también, ducharte con agua muy caliente, por la misma razón.

El rey de la hidratación: el ácido hialurónico. Es capaz de atraer y retener el agua, de ahí su alto poder hidratante que da a la piel un aspecto más saludable.

Elige la rutina de piel que más te convenga, incluso puedes probar varias.
¡Cuando la encuentres ya no podrás dejarla!

¿EXISTE VIDA SEXUAL DESPUÉS DE LOS 50?

¿EXISTE VIDA SEXUAL DESPUÉS DE LOS 50?

El llevar mucho tiempo juntos no tiene por qué significar que no se pueda seguir disfrutando de una buena intimidad. Lo mismo ocurre con el sexo pasados los 50.

Aunque asociemos una vida sexual plena con las personas más jóvenes, también existen las relaciones íntimas en edades adultas, aunque estén poco visibilizadas. Si bien es verdad que hay un pico en la veintena, pasando los 30 empieza a decaer y tiene un nuevo repunte a los 45, investigaciones recientes demuestran que los más mayores disfrutan más y mejor del sexo que aquellos jóvenes que se encuentran entre los 18 y los 25 años.

Si lleváis unos años juntos puede que “la chispa” ya no prenda de la misma forma. Pero lo diferente, es bueno. Hay cosas que se pueden hacer para recuperar la pasión después de los 45 o 50 años y que están a tu alcance.

Lo primero es quitarse de la cabeza la idea de que las relaciones íntimas tienen una edad y superar esa barrera imaginaria que solo vemos nosotros. El secreto para experimentar una vida sexual plena, en general y en cualquier momento de la vida, es el autoconocimiento y la comunicación, y a nuestra edad, estos fundamentos están más asentados que nunca.

En cuanto al conocimiento llevamos mucho camino andado como para saber lo que nos gusta, nuestras preferencias y si queremos probar cosas nuevas.

Pasadas las preocupaciones del trabajo, el cuidado de los hijos, la economía familiar…  a los 45-50 años la libido vuelve a repuntar con más fuerza que nunca.

En términos generales, durante la juventud prestamos más atención a las necesidades íntimas de los hombres. Pero según vamos cumpliendo años le vamos dando cada vez más importancia a nuestra propia experiencia. Conocemos a la perfección nuestro cuerpo, tenemos experiencia y la calma de saber reconocer lo que queremos en cada momento. Puede que nunca te hayas sentido tan empoderada como en este momento. ¡Aprovéchalo!.

En el terreno más básico, empezaríamos hablando de que intimidad no es solo sexo. Todo cuenta, abrazos, caricias, comunicación…, hay muchas técnicas para conseguir unas relaciones sexuales plenas y es bueno estar abierto a experimentar. Lo mejor es tratarlo con naturalidad y con ganas de encontrar soluciones.

Algunas técnicas para mejorar las relaciones sexuales pueden y deben pasar por cuidarnos cada vez más y sentirnos mejor físicamente. La actividad sexual es un ejercicio físico muy saludable. Los ejercicios destinados a fortalecer el suelo pélvico mejoran tus relaciones sexuales y las relaciones sexuales también ayudarán a mantener un suelo pélvico sano y fuerte.

No debemos olvidarnos de ser pacientes, tomarnos nuestro tiempo y tener confianza mutua. Si es necesario se pueden buscar los momentos y situaciones en lugar de esperar a que surjan, porque cuando estamos metidos en la rutina diaria, sencillamente, no suele pasar.

¿Qué os parece reservar un día especial solo para vosotros? Quizá salir a cenar, hacer una pequeña escapada o cocinar juntos puede convertirse en la antesala de nuevos y bonitos momentos de pasión.