Mujeres y Expertas en Vivir

Mujeres y Expertas en Vivir

Ya está aquí el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y no queremos perder la oportunidad de recordaros a cada una de vosotras lo increíble que sois. Así que sí, hoy va por ti, que eres capaz de hacer un millón de cosas maravillosas y aún te sigue quedando energía para hacer otra más. También va por ti, que puedes cambiar el mundo desde el salón de tu casa, valiéndote de lo que tienes. Y también por ti, que siempre apuestas por lo que quieres, y pierdas o ganes, al final siempre ganas.

Todas y cada una de vosotras sois distintas, tenéis gustos diferentes, ideas diferentes, incluso formas de vivir diferentes, pero hay algo que todas tenéis en común: sois especiales, únicas, sois auténticas Expertas en Vivir. Habéis luchado día tras día por tener la vida que tenéis, y sobre todo para que las mujeres del futuro también lo tengan.

Por eso, queremos que sepáis que el post de hoy es para agradeceros todo lo que habéis conseguido a lo largo de vuestra vida, que no ha sido poco, ¿verdad? Es de valorar que, aunque la vida no siempre sea de color de rosa, tenéis miles de razones para seguir sonriendo. Así que sí, hoy esto va por vosotras: madres, hijas, nietas, tías, sobrinas, amas de casa, emprendedoras, trabajadoras, profesoras, enfermeras, matemáticas, científicas… para TODAS.

Lo que os define es que, entre otras cosas, sois mujeres fuertes y luchadoras. Así que antes de continuar, queremos daros las gracias, porque con vuestros actos y palabras estáis ayudando a que la sociedad sea mejor.

Gracias abuelas, por enseñarnos que nunca se está demasiado llena, y que la comida influye en la felicidad. Gracias mamás, por mostrarnos que el mejor maquillaje es una buena sonrisa. Gracias amigas, por creer en nosotras aun cuando nosotras mismas, a veces, no lo hacemos. Gracias compañeras de trabajo por luchar cada día por nuestro bienestar. Gracias a vosotras, que un día me dijisteis que, aunque pareciera imposible, podría hacerlo. Gracias a todas, por demostrarnos que podemos ser hermanas y que no hacen falta lazos de sangre para tener una visión común. Gracias por enseñarnos que ser mujer es algo maravillo.

La mayoría de vosotras seguro que ya sabéis lo que significa ser una Experta en Vivir, especialmente si ya seguís nuestro blog desde hace tiempo, pero para aquellas que todavía no lo sabéis, o llegáis hoy por primera vez aquí, queremos darle un énfasis especial en una semana como esta.

Una Experta en Vivir es una mujer que se encuentra en una etapa de madurez en su vida, probablemente una de las más importante y especiales. Una mujer que vuela, y que vuela muy alto. Pero, sobre todo, que deja que la vida la emocione.

Posee una gran sabiduría y la experiencia que le han dado los años y, además, no tiene ningún temor de compartirlo con otras mujeres.  No os pongáis límites a vosotras mismas, especialmente cuando vuestras palabras pueden ayudar y ser la inspiración de otras personas.

Una experta en vivir es también una mujer que ha aprendido a quererse, a aceptarse, y a dejar atrás los miedos y los complejos. Ha ganado autoestima, y por ello se siente mejor consigo misma y con el mundo que le rodea. Aquí queremos hacer hincapié, es un logro personal muy grande el verse y sentirse bien con una misma. Especialmente cuando no cumplimos con los denominados típicos “cánones de belleza”, muchas veces inalcanzables. Lo bonito de esto, es que cada una, a vuestra manera, sois preciosas, únicas y especiales. ¿Aún no os lo creéis? Pues este es un buen momento para que empecéis a hacerlo.  La belleza reside en muchísimas cosas, y si os sentís atractivas, os queréis y os apreciáis, los demás lo harán.

Las expertas en vivir, disfrutan del presente y miran al futuro con una sonrisa y positividad. Recuerdan el pasado y todo lo que ha ocurrido en su vida, acogiendo incluso los malos momentos, y aprendiendo de ellos. Todo suma, todo cuenta, todo es experiencia ganada. Hoy está donde está, por toda su historia. Pese a los malos momentos, valora todo lo bueno que vive y posee, y por ello ha aprendido a ser feliz con lo que tiene. Siempre ve el lado bueno de las cosas. Acogen los cambios de cada etapa de la vida, y los acepta.   No siempre es fácil, pero al final del camino os podemos asegurar que habrá merecido la pena.

Necesitamos que sepáis que nos inspiráis día a día y nos recordáis al resto de mujeres que somos la prioridad, que somos quienes queremos ser, y que no pasa nada si tropezamos.

¿Recordáis que pasaba de pequeñas cuando os caíais al suelo? Os volvíais a levantar. Así que, levantaros y hacerlo. ¡Hacedlo una vez más, siempre una vez más! Recordad que equivocarse no es malo, significa que lo estáis intentado.

Mujeres experimentadas, generosas, reales, seguras de vosotras mismas, luchadoras, valientes, felices, plenas, fuertes…

Ahora es el momento perfecto para lo que vosotras queráis. Apostad por vosotras y siempre saldréis ganando porque creyendo en vosotras mismas ya tenéis la mitad del camino hecho. Seguid el ejemplo de las mujeres que os rodean y que vuestro mantra sea: ¡con vosotras mismas, al fin del mundo! ¡Contigo, a por todas! Tenéis muchísimos motivos para estar felices, así que alegraros por ello cada día. ¡Sonreíd al espejo cada mañana! Así que, seáis quienes seáis, lectoras al otro lado de la pantalla, queremos ayudaros a despejar todas las dudas. Ya sois unas expertas en vivir, solo tenéis que creéroslo.

Mirad atrás y haced balance de la vida y veréis todo lo que habéis conseguido, quizás hayáis criado una familia maravillosa, o hayáis sido empresarias de éxito, de hecho, probablemente hayáis sido capaces de hacer todo a la vez. Pero recordad que lo verdaderamente importante es que toda aquella experiencia que habéis adquirido os ha servido para convertiros en las grandes mujeres que sois hoy. Y no os creáis que esto acaba aquí. Esto continúa. Y de la mejor manera, tenéis todavía muchísimo tiempo por delante para seguir viviendo experiencias que hagan que os duelan los mofletes de tanto sonreír.

Por último, queremos pediros que seáis como seáis, no os olvidéis de seguir brillando así.

Por y para todas. ¡Feliz semana de la mujer!

Esperamos que os haya gustado este post, si ha sido así no os olvidéis de compartirlo. Como siempre, podéis dejarnos vuestras sugerencias, y no olvidéis seguir informadas de este y otros temas de interés en nuestra página de Facebook y en nuestro perfil de Instagram.

 

¡Que paséis un feliz día!

 

 

 

 

 

Recupera la salud de tu espalda

Recupera la salud de tu espalda

El cuerpo humano está hecho para moverse, por eso cuando pasamos demasiado tiempo sentados se resiente, y ahí es donde entra en escena el dolor de espalda. Esta dolencia puede deberse a muchísimos factores, y algunos de ellos son cosas que podríamos evitar, y que hacemos sin darnos cuenta.

Entre las causas que pueden provocarnos ese dichoso dolor de espalda están las malas posturas, coger excesivo peso, cargar todo el peso de la misma mano (haciendo que nuestra espalda se doble hacia un lado), pero la causa fundamental es el sendentarismo. Esto último, no se puede evitar tan fácilmente, ya que muchas personas pasan 8 horas sentadas a la silla debido al trabajo.

Tener la espalda sana puede marcar la diferencia entre tener un buen y un mal día, y además, lo que empieza como un dolor ocasional, puede terminar convirtiéndose en una molestia diaria que puede afectar a tu vida cotidiana.  Por eso hoy queremos tratar este tema en nuestro post, contándote que le ocurre a tu espalda, que puedes hacer para mejorar y además, te damos un extra: un par de ejercicios que puedes realizar en casa.

 

¿Qué le ocurre a mi espalda?

Sabemos que lo ideal es no llevar un estilo de vida sedentario, y que lo mejor sería no pasar tanto tiempo sentadas delante de la mesa de la oficina. Por ello, tratar de llevar una vida lo más activa posible, es lo mejor para no dar la espalda a la salud de nuestra columna vertebral.

Al pasar mucho tiempo en la misma postura, lo que estamos fomentando es que exista un desequilibrio muscular. ¿Qué quiere decir esto? Que, debido a nuestros hábitos posturales, estamos desarrollando más los músculos anteriores del tronco, que los posteriores del torso. Y con el paso del tiempo es más difícil que seamos capaces de modificar nuestra postura. De aquí vienen los dolores, e incluso podemos llegar a desarrollar la temida “chepa”.

Por todo ello vamos a darte una serie de recomendaciones a seguir desde hoy mismo, aparte de un par de ejercicios para que puedas mejorar la salud de tu columna.

 

¿Qué puedo hacer para tener una espalda sana?

Lo ideal para acabar con el dolor de espalda, es fortalecer todos los músculos de nuestra espalda por igual. Por eso, lo mejor es que vayas al gimnasio y te apuntes a clases de espalda sana. Este tipo de clases consisten en realizar ejercicios de movilidad y fuerza de la musculatura de la espalda, siempre con una buena colocación de la columna vertebral.

Es muy importante que te centres en tu cuerpo y en la manera en que realizas los movimientos y ejercicios, ya que si te despistas, puedes estar haciéndolo de manera incorrecta y no queremos dolencias después, ¿verdad?

Otro deporte que viene fenomenal para la espalda es la natación. Cuando acudes al médico por esta molestia, es el primer ejercicio que suele recomendarte hacer. ¿Por qué? Fácil. Nadando fortaleces la musculatura y las articulaciones de la espalda, sin impactar directamente sobre la columna vertebral. Y como te hemos comentado, lo primero que necesita nuestra espalda es estar fortalecida por igual.

No te preocupes si no puedes acudir al gimnasio porque al final de este post vamos a dejarte explicados unos ejercicios, para que puedas realizarlos en casa. Es muy recomendable realizar ejercicios específicos para que la musculatura de la espalda se mantenga fuerte y flexible.

Es imprescindible que poco a poco vayas adquiriendo posturas correctas en tu día a día, sobre todo si pasas demasiado tiempo sentada. Son pequeños gestos que puedes implementar en tu rutina, y que marcarán la diferencia. Esto va a ser difícil porque ya estás más que acostumbrada a estas posturas, pero tu puedes conseguir corregirlas. Tienes que intentar sentarte con la espalda recta y mantenerla así, aquí vas a tener que ser consciente de tu espalda porque es verdad que en cuanto se nos olvida, terminamos sin darnos cuenta, encorvados hacia delante nuevamente.

Evita pasar mucho tiempo en la misma postura. Aquí es recomendable que, cada cierto tiempo, te levantes y estires los músculos, y si puedes camines un poco, así evitarás sobrecargar la espalda. Puedes ponerte un recordatorio cada cierto tiempo para acordarte de hacerlo.

Ojo con los tacones, ya te hablamos del efecto que tiene el calzado en tu cuerpo (link al post aquí). Ya que este tipo de calzado impacta directamente en tu cuerpo, sobrecargando las piernas e incluso puede afectar a la salud de tu espalda, te recomendamos tratar de ir al menos la mitad del tiempo en zapato plano.

Si puedes, evita también llevar ropa demasiado ajustada, llevar ropa cómoda hara que tu cuerpo se adapte más fácilmente a una buena postura corporal.

Si tienes que viajar, y vas a pasar muchas horas sentada es recomendable que te lleves tu propia almohada. Si aún no tienes una, es el momento idóneo para hacerte con ella. La almohada ideal es aquella que rellena el hueco cervical y te obliga a tener la cabeza alineada con el cuerpo.

A la hora de dormir trata de adoptar una correcta postura. Te aconsejamos dormir bocarriba con las piernas estiradas, o en su defecto de lado con las piernas ligeramente encogidas hacia a tu cuerpo. Verás como notas la diferencia por la mañana y empiezas el día de mejor humor.

Cuidado con el sobrepeso. Es una carga innecesaria para tu columna vertebral y puede contribuir al aumento anormal de la curvatura de la zona baja de la espalda. Además de, agravar otros problemas. Desde aquí en multitud de ocasiones te hemos recomendado mantener un estilo de vida saludable y equilibrado, si necesitas un poco de ayuda extra puedes acudir a nuestro post de tips para adelgazar (poner aquí enlace).

 

Ejercicios para realizar en casa:

 

A priori, hacer ejercicio en casa puede sonar aburrido pero no tiene porqué ser así. Así que ponte la música que más te invite a mover el cuerpo y vamos allá. Y no olvides la ventaja fundamental de hacer deporte en casa, y es que puedes hacerlo cuando quieras, sin limite de horarios.

Extensión de columna:

Túmbate sobre una esterilla bocaabajo, con los brazos al lado de los hombros, las palmas de las manos apoyadas sobre el suelo y las piernas juntas. Ahora que estás en posición, contrae el abdomen, presta atención a la zona escapular (formada por la escápula y la clavícula), sentirás como las escápulas bajan en dirección de las costillas.

Ahora sin cambiar de postura, relájate e inhala profundamente, posteriormente exhala elevando la parte alta del tronco (la cabeza y el pecho). Inhala nuevamente abriendo los brazos hacia afuera. Para terminar el ejercicio, exhala pegando los brazos al cuerpo. Desciende el tronco suavemente y vuelve a repetir el mismo movimiento.

Aquí te dejamos una imagen que indica la postura que debes adquirir para el ejercicio.

Rodar como una pelota:

Este ejercicio es más fácil de entender que el anterior, y es muy famoso en pilates.

Siéntate en la esterilla y abraza tus piernas. Redondea todo lo que puedas la espalda y forma una bola con tu cuerpo. Relaja los hombros, inspira y ves rodando sobre tu espalda hacia atrás, exhalamos para regresar y frenar en el punto de inicio. Este ejercicio viene fenomenal para masajear la columna.

Hasta aquí nuestro post de hoy. Esperamos haberte ayudado a mantener a raya el dolor de espalda. Te aseguramos que si pones en práctica esto que para ti, pueden ser pequeños gestos, tu espalda lo agradecerá.

A la hora de realizar los ejercicios tómate el tiempo que necesites para hacer cada uno de manera correcta, manteniendo en una buena posición la columna vertebral. En cuanto a las repeticiones te aconsejamos, realizar entre 10 y 15 de cada uno. Lo ideal sería que realizaras estos dos ejercicios por lo menos 3-4 días por semana.

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¡Que pases un feliz día!

¿Sabes cómo hacer una correcta exploración de mamas?

¿Sabes cómo hacer una correcta exploración de mamas?

El cáncer de mama es una enfermedad que puede llegar a afectar a muchas mujeres a lo largo de su vida. De hecho, según la asociación americana contra el cáncer, es el tipo de cáncer que más afecta a la mujer, y por ello hay que ser muy consecuentes de nuestra salud desde el principio. Esta enfermedad no necesariamente está asociada a la edad, y a hacerse mayor y aunque, es más frecuente que se de en mujeres a partir de los 40, está bien que seas consciente de que puede ocurrir en cualquier momento de tu vida. También es una enfermedad que si se detecta a tiempo, en la mayoría de los casos, se puede salir adelante. Por ello es muy importante que prestes gran atención a lo que ocurre en tus mamas, y que si ves algo fuera de lo normal acudas al médico inmediatamente.

Como te hemos mencionado, la detección precoz de esta enfermedad es muy importante y sin duda decisivo a la hora de superarlo. Por ello, en el post de hoy queremos explicarte como hacerte una autoexploración, para que puedas hacértela correctamente en tu casa. Hemos preparado una ilustración para que te sirva de guía y pueda ayudarte si así lo necesitas.

Recuerda el dicho de antaño: “prevenir mejor que curar”.

No obstante, queremos recordarte la importancia de acudir anualmente a tu médico para hacerte la revisión y la mamografía.

¿Cuándo hacerse la exploración de mamas?

Hacerte una correcta autoexploración de tus senos te permitirá notar cualquier alteración que se pueda haber producido y de la que no te habías dado cuenta. Lo recomendable es hacerte la exploración una vez al mes, siempre después de haber pasado el periodo (porque durante el mismo se pueden hinchar las mamas). Si ya te encuentras en la etapa plena de la menopausia, igualmente puedes marcarte un día en el calendario para dedicarte a ti misma y a tu salud. Así lo adquirirás como un hábito y no te olvidarás de hacerlo.

¿Cómo hacerlo de manera correcta?

El primer paso para realizarte la autoexploración es que te pongas delante del espejo. Observa tu cuerpo muy bien, gírate con los brazos a los costados,  y fíjate bien en tu reflejo. La primera vez es importante que trates de memorizar todo lo que ves y sientes porque eso te permitirá detectar anomalías, si se producen, en un futuro.

Si a simple vista percibes en la zona mamaria algún bulto, notas como si la piel te hubiera cambiado, ves alguna secreción, enrojecimiento etc. es momento de acudir al médico.

Si no has visto nada fuera de lo normal puedes seguir con la exploración.

El siguiente paso es levantar los brazos, así podrás ver el contorno del pecho (en ambos debe ser uniforme).

Ahora toca pasar a palpar las mamas. Para hacerlo correctamente tienes que hacerlo en cada una, con la mano contraria y sirviéndote de la yema de tus dedos. Comienza realizando movimientos circulares sobre tu piel. Estaría bien que siguieras algún tipo de patrón siempre, por ejemplo, realizando movimientos ascendentes y descendentes.

También puedes acostarte y/o sentarte y realizar de nuevo la exploración, para terminar de asegurarte de que todo anda bien.

Otra cosa importante que debes hacer, y no puedes pasar por alto, es apretarte el pezón. Esto te permitirá ver si tienes o no secreciones, como te hemos dicho anteriormente, si las tienes es momento de acudir al médico, pues es uno de los primeros síntomas.

Si durante tu exploración notas dolor, molestia, o ves que la piel de alguna zona cambia de color es momento de acudir al especialista. De todos modos, si notas algún bulto no te alarmes enseguida, trata de mantener la calma porque en la mayoría de veces, los bultos suelen tratarse de tumores benignos. Y ya sabes que en este tipo de casos, la actitud es fundamental.

Por último, queremos recordarte la importancia de acudir a las revisiones con el ginecólogo. De hecho, hoy en día hay autobuses que recorren los pueblos y ciudades una vez al año solo para tratar este tema. Es muy positivo que la sociedad esté cada vez más concienciada con el cáncer de mama.

Esperamos que hayas encontrado el post de hoy útil y que a partir de ahora sigas mirando por ti, como sabemos que haces, pero además, que añadas a tu rutina mensual una exploración de mamas. No te llevará mucho tiempo, y puede ayudarte y servirte de mucho.

Si tienes alguna duda no dudes en escribirnos, y si tienes algún truco o consejo para realizarte las exploraciones también puedes contárnoslo.

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¡Que pases un feliz día!

 

 

 

 

El efecto del calzado en nuestro cuerpo

El efecto del calzado en nuestro cuerpo

En nuestra vida, siempre ha habido un dilema entre la comodidad y la elegancia. A veces nos encantaría ir con un zapato más cómodo, pero debido a la ocasión, no nos queda otro remedio que subirnos a esos tacones de 10 cm que dan vértigo con solo mirarlos. Los tacones entonces se vuelven en un complemento esencial en los conjuntos de nuestra vida cotidiana, especialmente si vamos a salir o a trabajar. Y tú, ¿eres de las que lleva tacones todos los días?

 

Todo depende de cada mujer. Algunas se sienten cómodas usándolos a diario, y otras sufren fuertes dolores y acusan a los zapatos de los juanetes que aparecen en sus pies debido a su uso. Sin embargo, independientemente de la sensación que le produce a cada una el llevar este tipo de calzado, es cierto que a largo plazo, tienen malas consecuencias para nuestro cuerpo.

 

En primer lugar y de forma más directa, los tacones nos pueden generar lesiones de espalda. ¿No has estado alguna vez horas con tacones y sentías que alguien te estaba clavando agujas en la parte baja de la espalda? No es una alucinación, es real. El hecho de que tengamos que caminar todo el día sobre la punta de los dedos como si fuésemos bailarinas hace que la espalda, concretamente la zona lumbar, se resienta. De esta forma, las lumbares hacen que se sobrecargue la zona muscular, provocando contracturas que pueden derivar en lumbago.

 

Otra de las principales víctimas de este zapato con punta de aguja, son las piernas. La forma de caminar subida a esos zancos hace que las piernas sufran, concretamente los gemelos y el sóleo (músculo de la cara posterior de la pierna). Por lo tanto, deja de pensar que la única consecuencia es el dolor que tienes después de caminar con tacones un día entero, porque va mucho más allá.

 

A medida que das pasos subida a unos tacones, se va contrayendo la musculatura y eso produce que se te vayan acortando los músculos poco a poco. Esto es la principal razón de que luego muchas mujeres se sientan incómodas al usar zapato plano. ¡Sus músculos son más cortos y no pueden pisar en llano con facilidad! Por ello, conviene caminar una temporada con zapatos planos, como las bailarinas, para ir estirando poco a poco esos músculos de nuevo. Lo más importante es ir reduciendo la altura de los tacones cada día, haciendo que tanto los gemelos como el sóleo vayan recuperando la longitud natural que tenían al principio.

 

Además, el uso continuado de tacones afecta al equilibro, ya que la estructura que sostiene nuestro cuerpo sufre una serie de variaciones que provoca cierta desnivelación en el eje que rige nuestro cuerpo, llegando a generar mareos y sensación de vértigo.

 

 

¿Y qué pasa con el calzado plano? ¿Se deberían dejar los tacones a partir de cierta edad? La verdad es que no. Un zapato plano, también es contrario a la forma que tiene el pie, lo que hace que no sea bueno porque no se adapta a su curvatura. Pueden resultar más cómodos, pero si son completamente planos también pueden producirnos dolor al caminar. El talón debe estar un poco elevado en referencia al resto del pie para evitar que se sobrecargue la zona de la planta en exceso.

 

La clave de todo es encontrar el punto medio. Por consiguiente, ni se deberían llevar tacones todos los días, ni debemos optar por las bailarinas a todas horas. Lo ideal es utilizar un zapato que tenga una altura comprendida entre 2 y 4 centímetros. ¿Por qué? Porque dado a la forma del pie, el tener cierta altura, hace que se ajuste mejor y el talón quede bien sujeto. En cuanto a la suela, preferiblemente de goma, porque la elasticidad hace que se amolde a nuestro pie y acompañe al movimiento de nuestra planta a cada paso que demos.

 

Se dice que los zapatos hablan mucho de cómo es la persona que los lleva. Al parecer, las que se decantan por los tacones suelen reflejar autoestima alta, glamour, imagen sexy y poder. Por otro lado, aquellas que prefieren los planos suelen ser más maduras, ambiciosas y serias. Eso no quiere decir que tengas que dejar de sentirse sexy o con menos autoestima por ir en zapato plano. En Indasec apostamos por un punto intermedio que reúna todas las características y se centre en un único objetivo al escoger qué zapatos llevar: cuidar el cuerpo, cuidar la salud. Recuerda que debes de llevar el zapato con el que te sientas cómoda pero sin olvidarte de tu salud, no por algo eres una experta en vivir.

 

Esperamos que hayas encontrado esta información relevante y a partir de ahora te decantes por zapatos que se encuentren en un punto intermedio.

 

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¡Que pases un feliz día!

Consejos para adaptar la dieta a los 40  y sentirse mejor

Consejos para adaptar la dieta a los 40 y sentirse mejor

A medida que una va cumpliendo años, se van produciendo algunos cambios en nuestro cuerpo, a veces somos más conscientes de ellos y otras no. Algunos de estos cambios se reflejan en nuestra piel y podemos observarlos a simple vista, mirándonos al espejo. Sin embargo, otros son cambios más difíciles de percibir a simple vista, pero sí notamos en nuestro organismo.

El cambio es un fenómeno continuo, el cambio es inevitable, es uno de los factores determinantes de nuestra sociedad. Aunque creas que sigues siendo la misma, tu forma de pensar ha cambiado, tu forma de ser también, y tu cuerpo no iba a ser menos. Según los nutricionistas, generalmente esos cambios son producidos por la cantidad de hormonas que produce nuestro cuerpo. En nuestro caso, los niveles de prolactina y estrógeno caen en picado y eso el cuerpo lo nota.

 

¿Cuáles son los principales cambios que notamos en nuestro cuerpo?

 

  • El metabolismo se vuelve más lento, porque su ritmo baja considerablemente.
  • Aumenta la grasa en la zona visceral del cuerpo, que cuesta más eliminar.
  • Bajan nuestra masa muscular y nuestra densidad ósea, haciendo que nuestros huesos sean algo más débil.

 

Seguramente ya lo sabes, pero queremos recordarte que la alimentación es un condicionante muy importante para el cuidado del organismo. No solo para poder evitar ciertas enfermedades a las que somos más propensas a partir de una edad, sino también para sentirnos bien con nosotras mismas. Al ralentizarse el metabolismo, hay que reducir el consumo total de calorías diarias, para que el organismo mantenga el equilibrio. Hay que centrarse en cuáles son los nutrientes que el cuerpo pide a gritos y, tener en cuenta que el consumo de vitaminas y minerales, se convierte en la prioridad a la hora de elaborar una dieta para adaptarla a tus nuevas necesidades. Como te hemos mencionado anteriormente debemos reducir la ingesta de calorías, por ello es mejor dejar las comidas altas en grasas para momentos puntuales.

 

¿Qué recomendamos hacer para mejorar tu dieta a partir de los 40?

 

  • Optar por adoptar una base de agua o infusiones mínima durante el día. Es una actividad importante, no solo para que los órganos se mantengan hidratados, sino porque es una de las cosas que más se refleja directamente en tu piel.

 

  • Aumenta la cantidad de legumbres, verduras y frutas (especialmente frutos rojos) en tus comidas, son ricos en fibra, antioxidantes y vitaminas. Estos alimentos mejoran el tránsito y tienen un efecto directo en tu organismo. ¡Empezarás a notar los resultados en los primeros días!

 

  • Aumentar el consumo de calcio añadiendo yogures, queso y almendras a tus comidas. Es importante que hagas hincapié en este punto porque, con la edad, los huesos absorben menos el calcio de los alimentos, lo que hace que tengan más problemas relacionados con el sistema óseo, como riesgos de sufrir fracturas fácilmente u osteoporosis. Hoy en día puedes encontrar en tu supermercado de confianza multitud de productos ricos en calcio, y bajos en grasas, para seguir manteniendo tu dieta.

 

  • Eliminar los alimentos procesados y moderar el consumo de algunas bebidas como el café, gaseosas y las bebidas azucaradas, así como las que contengan alcohol. Te hacen sentirte más hinchada (tu vientre adquiere volumen al llenarse de gas) y además, por lo general tienen alto contenido calórico. No son saludables para el organismo aunque lleven la etiqueta “light” o “zero”. Ya sabes que es mejor decantarse siempre por el agua.

 

  • También deberías bajar el consumo de sal. Sabemos que se suele considerar imprescindible en las comidas, pero es importante reducir el consumo de sodio para notar cómo disminuye la sensación de hinchazón. Así que intenta cocinar con muy poca sal y comprar alimentos que no tengan altos contenidos de la misma. Para dar sabor a tus comidas siempre puedes tirar de las especias que tienes olvidadas en el armario.

  • Como hemos dicho anteriormente, pasados los cuarenta, la masa muscular desciende, por lo que debes intentar que tus comidas también sean ricas en proteína. Te recomendamos las carnes blancas por encima de las rojas, ya que contienen aproximadamente el mismo nivel de proteínas, y son menos grasientas, un buen alimento dentro de este grupo es el pollo. El huevo y el pescado blanco, también pueden formar parte de tus ingredientes estrella en las comidas, y que las pipas de calabaza protagonicen tus snacks a media mañana.

 

  • Intentar incluir grasas saludables en tu dieta semanal, como el aguacate y el aceite de oliva o los frutos secos. Estos alimentos aportan gran cantidad de nutrientes y ayudan a que te sientas más saciada.

 

  • Algunos ingredientes especiales que te recomendamos probar para ver si te gustan son la cúrcuma (debido a sus propiedades antiinflamatorias) y la soja (es antioxidante) como salsa para ensaladas, por ejemplo.

 

Esperamos que pronto puedas incluir todos estos cambios en tu dieta, que seguro que te van a ayudar a verte mejor. Ya verás como al realizar estos pequeños cambios, lograrás sentirte mejor contigo misma.

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¡Que pases un feliz día!