A medida que una va cumpliendo años, se van produciendo algunos cambios en nuestro cuerpo, a veces somos más conscientes de ellos y otras no. Algunos de estos cambios se reflejan en nuestra piel y podemos observarlos a simple vista, mirándonos al espejo. Sin embargo, otros son cambios más difíciles de percibir a simple vista, pero sí notamos en nuestro organismo.

El cambio es un fenómeno continuo, el cambio es inevitable, es uno de los factores determinantes de nuestra sociedad. Aunque creas que sigues siendo la misma, tu forma de pensar ha cambiado, tu forma de ser también, y tu cuerpo no iba a ser menos. Según los nutricionistas, generalmente esos cambios son producidos por la cantidad de hormonas que produce nuestro cuerpo. En nuestro caso, los niveles de prolactina y estrógeno caen en picado y eso el cuerpo lo nota.

 

¿Cuáles son los principales cambios que notamos en nuestro cuerpo?

 

  • El metabolismo se vuelve más lento, porque su ritmo baja considerablemente.
  • Aumenta la grasa en la zona visceral del cuerpo, que cuesta más eliminar.
  • Bajan nuestra masa muscular y nuestra densidad ósea, haciendo que nuestros huesos sean algo más débil.

 

Seguramente ya lo sabes, pero queremos recordarte que la alimentación es un condicionante muy importante para el cuidado del organismo. No solo para poder evitar ciertas enfermedades a las que somos más propensas a partir de una edad, sino también para sentirnos bien con nosotras mismas. Al ralentizarse el metabolismo, hay que reducir el consumo total de calorías diarias, para que el organismo mantenga el equilibrio. Hay que centrarse en cuáles son los nutrientes que el cuerpo pide a gritos y, tener en cuenta que el consumo de vitaminas y minerales, se convierte en la prioridad a la hora de elaborar una dieta para adaptarla a tus nuevas necesidades. Como te hemos mencionado anteriormente debemos reducir la ingesta de calorías, por ello es mejor dejar las comidas altas en grasas para momentos puntuales.

 

¿Qué recomendamos hacer para mejorar tu dieta a partir de los 40?

 

  • Optar por adoptar una base de agua o infusiones mínima durante el día. Es una actividad importante, no solo para que los órganos se mantengan hidratados, sino porque es una de las cosas que más se refleja directamente en tu piel.

 

  • Aumenta la cantidad de legumbres, verduras y frutas (especialmente frutos rojos) en tus comidas, son ricos en fibra, antioxidantes y vitaminas. Estos alimentos mejoran el tránsito y tienen un efecto directo en tu organismo. ¡Empezarás a notar los resultados en los primeros días!

 

  • Aumentar el consumo de calcio añadiendo yogures, queso y almendras a tus comidas. Es importante que hagas hincapié en este punto porque, con la edad, los huesos absorben menos el calcio de los alimentos, lo que hace que tengan más problemas relacionados con el sistema óseo, como riesgos de sufrir fracturas fácilmente u osteoporosis. Hoy en día puedes encontrar en tu supermercado de confianza multitud de productos ricos en calcio, y bajos en grasas, para seguir manteniendo tu dieta.

 

  • Eliminar los alimentos procesados y moderar el consumo de algunas bebidas como el café, gaseosas y las bebidas azucaradas, así como las que contengan alcohol. Te hacen sentirte más hinchada (tu vientre adquiere volumen al llenarse de gas) y además, por lo general tienen alto contenido calórico. No son saludables para el organismo aunque lleven la etiqueta “light” o “zero”. Ya sabes que es mejor decantarse siempre por el agua.

 

  • También deberías bajar el consumo de sal. Sabemos que se suele considerar imprescindible en las comidas, pero es importante reducir el consumo de sodio para notar cómo disminuye la sensación de hinchazón. Así que intenta cocinar con muy poca sal y comprar alimentos que no tengan altos contenidos de la misma. Para dar sabor a tus comidas siempre puedes tirar de las especias que tienes olvidadas en el armario.

  • Como hemos dicho anteriormente, pasados los cuarenta, la masa muscular desciende, por lo que debes intentar que tus comidas también sean ricas en proteína. Te recomendamos las carnes blancas por encima de las rojas, ya que contienen aproximadamente el mismo nivel de proteínas, y son menos grasientas, un buen alimento dentro de este grupo es el pollo. El huevo y el pescado blanco, también pueden formar parte de tus ingredientes estrella en las comidas, y que las pipas de calabaza protagonicen tus snacks a media mañana.

 

  • Intentar incluir grasas saludables en tu dieta semanal, como el aguacate y el aceite de oliva o los frutos secos. Estos alimentos aportan gran cantidad de nutrientes y ayudan a que te sientas más saciada.

 

  • Algunos ingredientes especiales que te recomendamos probar para ver si te gustan son la cúrcuma (debido a sus propiedades antiinflamatorias) y la soja (es antioxidante) como salsa para ensaladas, por ejemplo.

 

Esperamos que pronto puedas incluir todos estos cambios en tu dieta, que seguro que te van a ayudar a verte mejor. Ya verás como al realizar estos pequeños cambios, lograrás sentirte mejor contigo misma.

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¡Que pases un feliz día!