¿Tengo incontinencia por esfuerzo o por urgencia?

¿Tengo incontinencia por esfuerzo o por urgencia?

La incontinencia urinaria es una realidad y muchas tenemos que vivir con ella, por lo que es muy importante conocerla a fondo para saber cómo actuar.  

Para saber cuál es tu nivel de conocimiento acerca de este tema, te vamos a hacer la siguiente pregunta: ¿Sabes cuál es la diferencia entre la incontinencia por esfuerzo y la incontinencia por urgencia? Si no lo sabes o tienes dudas, ¡toma nota! 

¿Qué tipo de incontinencia tengo?  

Para saberlo, lo mejor es tener claro cada uno de estos dos conceptos: 

  • La incontinencia por esfuerzo se produce cuando el movimiento o la actividad física, como toser, reír, estornudar, correr… ejerce presión sobre la vejiga, y provoca pérdidas de orina. Esta no está relacionada con el estrés psicológico. 
  • La incontinencia por urgencia es la pérdida involuntaria de orina asociada a un fuerte deseo de orinar que se denomina urgencia miccional. Se debe a que la vejiga se contrae o dilata de forma incontrolada. 

Vamos a profundizar un poco más… 

Incontinencia por esfuerzo  

¿Por qué pasa esto? La incontinencia urinaria por esfuerzo ocurre cuando el tejido que sostiene la uretra se debilita. 

El debilitamiento de los músculos puede ser causado por varios factores, como son: una lesión en la zona uretral, una cirugía de la zona pélvica, ciertos medicamentos o el parto. Para este último caso, os recomendamos nuestros productos de Indasec Pospart®, una gama que cuenta no solo con productos para la incontinencia, sino también para la ayuda en la lactancia.  

Incontinencia por urgencia 

Este tipo de incontinencia se da con mayor frecuencia en las personas de edad avanzada. 

¿Cuáles son las causas principales de este tipo? Infecciones en el tracto urinario, diabetes, ciertos medicamentos o, como ya nos imaginábamos, la menopausia. 

Para este tipo de incontinencia también son nuestras aliadas las compresas Indasec Discreet® de diferentes tamaños y perfectas para todas y cada una de nosotras. No importa el momento, de día y de noche, Indasec Discreet® siempre está de tu lado. 

¿Cómo puedo tratar mi incontinencia?

Ahora que ya has identificado tu tipo de incontinencia, te contamos unos truquillos que te van a ser útiles para disminuir los episodios. 

Cuando se trata de incontinencia por esfuerzo, lo mejor es hacer ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Los más comunes son los ejercicios de Kegel. Otra recomendación es controlar los líquidos que se ingieren, manteniéndote hidratada y dejando atrás las bebidas con cafeína, carbonatadas y alcohólicas. Por último, si se puede, hay que procurar hacer cambios saludables, como dejar de fumar o tener un tipo de alimentación más sana.  

Si se trata de incontinencia por urgencia, hay que intentar evitar también la cafeína, la teína y el consumo de alimentos ácidos. Algo muy recomendable es beber líquidos en pequeñas cantidades durante todo el día. Así evitarás que la vejiga se hinche de golpe.   

Otra recomendación es no beber líquidos dos horas antes de ir a dormir. Y, por último, pero no menos importante, es aconsejable entrenar la musculatura del suelo pélvico con la ayuda de un fisioterapeuta especializado. 

Con esta información y estos consejos, desde Indasec Discreet® esperamos que puedas llevar aún mejor la incontinencia y recuerda que ¡somos tu mejor aliada! 

¿Cuántos tipos de incontinencia urinaria femenina hay?

La definición de la R.A.E sobre la incontinencia urinaria es muy escueta: patología que consiste en la expulsión involuntaria de orina. Pero la incontinencia no siempre afecta de la misma manera, ya que hay tres tipos diferenciados: incontinencia de esfuerzo, de urgencia, y mixta. Cada una de ellas tiene unas características y tratamiento diferentes, y a través de estas palabras vamos a aprender a distinguirlas.

Es muy sencillo, y seguro que os vienen a la cabeza situaciones que todas hemos vivido o escuchado alguna vez. La incontinencia de esfuerzo es aquella que se produce al realizar una actividad que requiera de la fuerza. Levantar la bolsa de la compra o subir escaleras son buenos ejemplos de situaciones en las que puede aparecer este tipo de incontinencia, aunque también la fuerza que se ejerce al soltar una carcajada o un estornudo, puede provocar la expulsión involuntaria de orina.

Los músculos que sujetan la vejiga y la uretra se ven debilitados, de manera que el esfinter no es capaz de cortar el paso de la orina ante la presión que dichos esfuerzos ejercen en el abdomen. Este es el tipo de incontinencia que más afecta a las mujeres, especialmente a aquellas que han tenido embarazos y partos vaginales.
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