La definición de la R.A.E sobre la incontinencia urinaria es muy escueta: patología que consiste en la expulsión involuntaria de orina. Pero la incontinencia no siempre afecta de la misma manera, ya que hay tres tipos diferenciados: incontinencia de esfuerzo, de urgencia, y mixta. Cada una de ellas tiene unas características y tratamiento diferentes, y a través de estas palabras vamos a aprender a distinguirlas.
Es muy sencillo, y seguro que os vienen a la cabeza situaciones que todas hemos vivido o escuchado alguna vez. La incontinencia de esfuerzo es aquella que se produce al realizar una actividad que requiera de la fuerza. Levantar la bolsa de la compra o subir escaleras son buenos ejemplos de situaciones en las que puede aparecer este tipo de incontinencia, aunque también la fuerza que se ejerce al soltar una carcajada o un estornudo, puede provocar la expulsión involuntaria de orina.
Los músculos que sujetan la vejiga y la uretra se ven debilitados, de manera que el esfinter no es capaz de cortar el paso de la orina ante la presión que dichos esfuerzos ejercen en el abdomen. Este es el tipo de incontinencia que más afecta a las mujeres, especialmente a aquellas que han tenido embarazos y partos vaginales.
La incontinencia de urgencia es aquella en la que se sienten ganas de orinar en un impulso imposible de dominar. De esta manera, la orina se pierde sin poder ejercer control sobre este momento, por lo cual no hay tiempo para llegar al baño y realizar una micción controlada. Es común en trastornos neurológicos, como el Alzheimer y el Parkinson, como consecuencia de infecciones del tracto urinario, o en la disminución de estrógenos tras la menopausia, entre otros.
Por último, la incontinencia mixta combina incontinencia de urgencia e incontinencia de esfuerzo, predominando por norma general una de ellas, con unos síntomas más recurrentes, que son los que hay que atajar en primer lugar.
Ahora ya tenemos claros los tipos de incontinencia urinaria femenina que pueden afectarnos, siendo este un primer paso para realizar una visita a nuestro médico de familia, el cual tomará buena cuenta de nuestros síntomas para remitirnos al especialista adecuado.
Más información | Asociación de Pacientes con Pérdidas de Orina y Urgencia Miccional
Imagen vía | Gorka Montiel en Flickr