¿Cómo y cuándo empezar a practicar pilates para reforzar el suelo pélvico?

¿Cómo y cuándo empezar a practicar pilates para reforzar el suelo pélvico?

El pilates está considerado uno de los mejores aliados para activar y reforzar el suelo pélvico. Desde Indasec Discreet® queremos contarte todo sobre cómo y cuándo practicar esta técnica que te ayudará a frenar las pérdidas de orina.

¿Cuáles son sus beneficios?

El método pilates surgió a principios del siglo XX en Alemania, basándose en otras especialidades como el yoga o la gimnasia, y fusionando durante su práctica la fuerza muscular con la respiración y la relajación corporal y mental.

Son muchos los beneficios que se consiguen a base de una buena práctica del pilates: ayuda a tonificar el cuerpo, reforzar el suelo pélvico, aumentar la flexibilidad y mejorar la respiración. Suena bien, ¿verdad?

¿Qué factores perjudican tu suelo pelviniano?

Pasar muchas horas sentada, cargar peso o el consumo de alcohol y tabaco son algunos de los factores que pueden perjudicar tu piso pélvico. Otros factores son también el embarazo, el parto y la menopausia.

Cuando el suelo pélvico no se trabaja y no se cuida como es debido no solo puede llegar a provocar perdidas de orina, sino también molestias en la zona, dolores de espalda e incluso disfunciones sexuales. Por todos estos motivos, es súper importante trabajar en la prevención y evitar futuras dolencias. Recuerda, ¡mente sana in corpore sano!

Tres ejercicios para tu rutina diaria

¿Crees que ha llegado tu momento de empezar a incorporar el pilates a tu rutina de ejercicios? Pues no esperes más y let’s go! Despliega tu esterilla porque aquí van tres ejercicios que puedes practicar ya mismo en el salón de tu casa.

Ejercicio 1

Túmbate en el suelo sobre una colchoneta y coloca las piernas, ligeramente dobladas, sobre una pelota gigante. Inspira lentamente el aire y, al mismo tiempo, con las piernas acerca la pelota hacia tu cuerpo. Al espirar mueve la pelota hacia delante.

Ejercicio 2

Túmbate en el suelo, estira brazos y coloca las piernas a la anchura de la cadera y la barbilla hacia el techo. Coge aire, hunde el ombligo y eleva la pelvis. A continuación, expulsa el aire y mantén la posición unos segundos.

Vuelve a coger aire, hunde una vez más el ombligo y baja la pelvis suavemente. Ahora expulsa el aire retenido. A continuación, estira una pierna, coge aire y elévala hasta una posición de 90 grados. Mientras mantienes la posición, coge aire, flexiona el pie y baja la pierna hasta su posición inicial.

Ejercicio 3

Este es un ejercicio de simple contracción del suelo pélvico. Coge aire y expúlsalo contrayendo los músculos del suelo como si trataras de retener la orina. Mantén la contracción unos segundos. Descansa e inhala entre contracciones.

Conviértete en una Experta en Vivir con estas tres posturas para principiantes. Cuéntanos en los comentarios si quieres que te mostremos más ejercicios para poner en práctica en tu día a día.

Cómo ayuda el Pilates a fortalecer los músculos pelvianos

Los ejercicios de Pilates son frecuentemente incluidos en las rutinas para prevenir el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico o paliar en parte sus efectos.

Sucede que la base del Pilates es el fortalecimiento de una línea media abdominal profunda que sostiene al cuerpo y otorga una buena postura. Dentro de los ejercicios para lograr ese equilibrio, hay muchos que trabajan directamente la zona pelviana, el interior de los muslos, la zona lumbar y la pelvis.

El efecto se nota en pocas semanas de trabajo constante. El secreto es realizar los ejercicios «a conciencia». Esto quiere decir que si bien los ejercicios no parecen complicados, puestas a la tarea hay que hacerlos bien. Lentamente pero bien. Y si lo complementas con los ejercicios de Kegel, mucho mejor.

Se debe mantener el centro del cuerpo en contracción, llevando el ombligo hacia atrás y conservando la postura sin arquear la espalda (ni sacar «culo»). La respiración es de fundamental importancia y opera directamente en el trabajo del músculo: inspira profunda y lentamente, exhala todo el aire de a poco hasta quedarte «vacía», salvo en los ejercicios que requieran una expiración completa y rápida.

Damos aquí un ejemplo simple y fácil de hacer en casa. Recostada sobre el suelo sobre una superficie no del todo dura (alcanzará con una colchoneta pequeña) te recuestas de espaldas, con los brazos a los costados del cuerpo. Elevas las piernas de a una a la vez hasta formar un ángulo de 90 grados (mira la foto). Coje una pelota entre las rodillas (o un cojín grande y duro) y apriétala fuerte. Sostén la postura unos 5 segundos y afloja la tensión… despacio, controlando. No dejes caer la pelota, ni permitas que tus rodillas reboten. Inspiras profundo, exhalas todo el aire mientras vuelves a repetir apretando la pelota. Así unas 8 veces.

Los ejercicios de Pilates son recomendados para fortalecer los músculos del suelo pélvico tanto en mujeres como en hombres, ya que constituyen una ayuda para la prevención de problemas de próstata y prolapsos.

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