Soltera o Single

Hace algunos años, la soltería a partir de cierta edad era contemplada con sospecha y rechazo. En el caso de los varones se cuestionaba su tendencia sexual, en el de las mujeres, su valía. Una mujer no casada era una mujer que no había sido elegida para cumplir con su papel para con la sociedad, entonces limitado a la maternidad obviamente dentro del matrimonio.

Por fortuna esos años nefastos quedaron atrás y la elección es nuestra: el tener o no pareja es por fin una cuestión de preferencias. Sin embargo, y para evitar la acumulación de connotaciones negativas que la palabra “soltera” sigue acarreando (el peso de inconsciente colectivo es enorme) se ha venido acuñando el término “single”.

Así, una “single” es una mujer que, por decisión propia o por circunstancias de la vida, no tiene pareja. Sin más. Por supuesto disfruta de la vida igual que cualquier otra persona y, como ya va teniendo una edad y, por tanto, mucha madurez y experiencia, sabe perfectamente lo que quiere, por lo que no está dispuesta a conformarse con menos.

Si estás en este caso y a veces te resulta difícil conocer personas, para salir, viajar o iniciar nuevas amistades e incluso, ¿por qué no?, algún romance, no desesperes. Hoy en día existe una amplia oferta de empresas y medios que se dedican a unir a personas como tú. Desde agencias de viajes que organizan cruceros y expediciones para personas sin pareja hasta las tradicionales páginas de contactos adaptadas a los nuevos tiempos y tecnologías: ¡la red está plagada de ellas!

Lo importante es que disfrutes de la vida en cada momento independientemente de tu situación. Y, sobre todo, que no permitas que te echen encima una carga que no te permita avanzar. Así, si notas prejuicios y malas vibraciones cuando te pregunten si estás “soltera”, ya sabes lo que tienes que hacer: exclamar “¿Soltera? ¡Yo soy single!

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