Vivir
con incontinencia

Que nada te impida disfrutar de tu verano

Son vacaciones para todos; también para ti: ¿no crees que deberías dejar de preocuparte, relajarte y disfrutar? Para ello, no te estreses. Tan sólo has de tener en cuenta qué factores que estarán presentes en estos días de relax pueden ser perjudiciales para tu IU, y cómo combatir sus molestos efectos.

Si a lo largo de todo el año los cambios bruscos de temperatura pueden provocar que aumenten nuestros deseos de orinar, en verano estas circunstancias se agravan considerablemente: deberemos tener en cuenta el contraste entre la calle y el aire acondicionado o el agua del mar, o el que se produce en nuestro organismo cuando tomamos ese refresco tan apetecible a la sombra de una terraza o chiringuito.

No te agobies con ello: simplemente desarrolla tu estrategia. Procura evitar estos contrastes o, si son inevitables, aprovecha para hacerlo cuando hayas pasado por el baño. Si no hay más remedio, que no te pillen desprevenida: antes de notar el cambio de temperatura, contrae fuertemente los músculos del Suelo Pélvico, reproduciendo el ejercicio, tantas veces recomendado, a realizar cuando notas que el estornudo es inevitable.

Otro consejo práctico es obligarnos a acudir al baño, tengamos o no deseos inmediatos de ello, cada tres horas más o menos. Así mantendremos la vejiga en un nivel no crítico. Naturalmente, si estamos bebiendo mucho líquido, aumentaremos el ritmo. Si tu problema es que no acabas de “vaciar” la vejiga, intenta el llamado “doble vaciado”: orina, espera un rato y vuelve a intentarlo. En caso extremo, puedes optar por la “maniobra Credé”, que consiste en aplicar una presión desde el ombligo hasta el pubis en el momento de la micción para vaciar completamente la vejiga.

Haz que tu entorno sea cómplice: explica tu problema (que, como ya hemos dicho muchas veces, es más común de lo que crees y del cual, además, no tendrías por qué avergonzarte, ya que no es en ningún caso culpa tuya) y pídeles que te ayuden a localizar los lavabos más cercanos para, en caso de urgencia, tenerlo todo bajo control.

La sensación de inseguridad es la que provoca el estrés y te impide aprovechar al máximo estos momentos. Por ello, toma tus medidas, sal segura y diviértete, que para eso son las vacaciones. No permitas que la IU te impida disfrutar este verano con los tuyos.

Imagen| Bigstockphoto

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