La incontinencia urinaria puede afectar a mujeres de diferentes edades pero sus números se incrementan una vez superados los 85 años. Los ancianos lo sufren con más asiduidad, según datos extraídos del 55 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y el 2º Congreso de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología (SVGG) más del 60% de las personas que superan esta edad padece incontinencia urinaria, un problema que causa el mismo deterioro que enfermedades como la artritis o la diabetes mellitus.

En edades avanzadas hay que prestar especial atención a cualquiera de estos problemas ya que pueden derivar en otros trastornos tanto físicos como mentales ya que por un lado las personas afectadas tienden a moverse menos, por miedo a las pérdidas, y por otro esto les produce falta de autoestima e independencia viéndose necesitados de constantes atenciones.

Esto motivos hacen que sea imprescindible informar al paciente de las mejoras que puede hacer en su día a día y de los métodos de protección existentes para que comprenda la enfermedad. Algo difícil en ocasiones, en el congreso también se ha vuelto a poner el foco sobre quienes ocultan el problema. Se ha corroborado que muchos pacientes no expresan aún a nadie sus molestias, posponiendo y empeorando su situación. Los porqués de ocultarlo son varios, puede ser por vergüenza o por considerar que es un problema habitual en edades avanzadas y que es de difícil tratamiento pero en cualquiera de los casos hay que informar al paciente de los beneficios que puede traerle compartirlo.

Además, durante el congreso, también se ha mencionado que aún no existe formación específica suficiente y por ello no es elevado el número de profesionales con carreras centradas en el estudio y tratamiento de la incontinencia urinaria o los problemas de suelo pélvico.

Fuente| Europa Press
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