Si hace unos días analizábamos los efectos que puede tener el deporte en nuestra Incontinencia Urinaria y los efectos que de hecho tiene sobre las mujeres que se dedican profesionalmente a ello, hoy vamos a adentrarnos en el mundo de los ejercicios que podemos hacer para evitar estas lesiones de nuestro suelo pélvico.

Como recalcábamos en al artículo anterior, lejos de ser malo, el deporte es un gran aliado para ayudarnos a prevenir multitud de problemas de salud por lo que es una idea errónea pensar que no podemos practicarlo por miedo a experimentar problemas de incontinencia urinaria. Uno de los secretos para mantener nuestro suelo pélvico cuidado y ayudarlo a enfrentarse a ese desgaste natural que va teniendo con los años, son los ejercicios Kegel, que fortalecen la musculatura y que hemos analizado multitud de veces en esta web. Los que vamos a analizar hoy son los que creó el Doctor Caufriez en los años 80.

Se trata de técnicas hipopresivas a través de ejercicos posturales y respiratorios que son ideales para las mujeres que acabar de dar a luz, por ejemplo, pero también son de gran ayuda para regular tensiones de músculo esqueléticas. Hoy en día hay un montón de entrenadores personales que han añadido estos ejercicios a sus tablas de entrenamientos, unos entrenamientos que de esta manera están marcados por “adelantamiento del eje de gravedad, autoelongación axial, decoaptación de la articulación de los hombros, apertura costal y apnea espiratoria” tal y como se nos explica en efdeportes.com . A diferencia de los ejercicios Kegel, estas técnicas van a actuar más directamente sobre las fibras musculares de tipo I. Estas fibras, también denominadas “de contracción lenta” están acostumbradas a ejercicios suaves, pero de larga duración. Corredores de larga distancia, ciclistas… poseen un alto porcentaje de estas fibras. Algunos ejercicios para reforzar estos tejidos pueden ser:

–          Decúbito supino: Desde esta posición, con las piernas flexionadas, los brazos semiflexionados a la altura del pecho, se inspira y expele de forma suave de forma que nuestras costillas se están preparando para abrirse al máximo. Después de unos segundos se realizan tres respiraciones torácicas.

–          Intermezzo: A través de la posición de rodillas, pero con el cuerpo ligeramente inclinado con la mirada hacia el frente se rotan los brazos de forma interna a la altura de los hombros. Mientras tanto, como nos indican desde efdeportes, “se realiza una apnea espiratoria seguida de apertura costal manteniendo entre 10 y 30 segundos la apnea en función del nivel del ejecutante” para posteriormente respirar de forma torácica tres veces.

Pero, claro, hay muchos más ejercicios de este tipo que con ayuda de un experto pueden ser muy importantes para prevenir los problemas de incontinencia urinaria de los que hemos hablado, pero también para mantener en plena forma nuestro suelo pélvico. Adelante, ¡cuéntanos qué te parecen!

Fuente|Efdeportes.com

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