Ya van tantas veces que os insto a que practiquéis los ejercicios Kegel que a veces se me olvida que hay nuevas amigas que se nos unen día a día que tal vez nunca hayan escuchado hablar de él. Se trata de un ginecólogo americano que en la década de los 40 desarrolló una serie de ejercicios que favorecían el control del Suelo Pélvico, ayudando así a muchas mujeres (y también hombres) que padecen Incontinencia Urinaria o Fecal. La eficacia de dichos ejercicios ha permitido que se reduzca el número de pacientes que deben acudir a la cirugía como solución a su mal.
Por eso os recomendamos que los practiquéis con frecuencia, de manera rutinaria, tanto si sufrís Incontinencia Urinaria como si no: mantener el Suelo Pélvico tonificado no sólo prevendrá o mejorará vuestra incontinencia urinaria, también os ayudará (y mucho) con vuestra vida sexual; un Suelo Pélvico fuerte y sano es un incomparable aliado en las relaciones con penetración, además de procurar mejores y más intensos orgasmos. ¡También para ellos!
Para empezar a practicarlos en primer lugar has de identificar los músculos del Suelo Pélvico que participan en la evacuación. No es tan sencillo: muchas mujeres no son conscientes de su suelo pélvico ni, por consiguiente, capaces de aislar los músculos para ejercitarlos. Para ello existen varios métodos: el más sencillo y controvertido es cortar el chorro de orina cuando estás en el baño. Lo que has apretado para contener el pipí es el músculo que vas a ejercitar. Una vez localizado, no vuelvas a interrumpir la orina: podrías causarte problemas. Sólo has de hacerlo para estar segura de qué músculo estamos hablando.
Otro truquito para identificar los músculos a ejercitar es imaginar que quieres contener un pedete. Sencillo, ¿verdad? ¡Ése es el músculo! Por último, el método más seguro es introducirte un dedo, siempre bien limpio, en la vagina y apretar. Si notas la presión, es que lo estás haciendo bien.
Ahora vamos a realizar el ejercicio. Es importante que, una vez localizado el músculo, sea ése el único que contraigas. Vigila de no apretar el abdomen, los glúteos… ningún otro. También es importante que practiques con la vejiga vacía: aprovecha cuando hayas ido al baño. Relájate, contrae el Suelo Pélvico y cuenta hasta 10. Relájalo y cuenta otros 10. Repite durante unos 5 minutos. Hazlo tres veces al día.
Si te resulta difícil o cansado, empieza con menos segundos y ve aumentando. Con el tiempo, cuando el estado de tu Suelo Pélvico sea óptimo, puedes espaciar las sesiones, pero recuerda que, como todo ejercicio, el premio está en la constancia.
Fuente| Instituto INDAS
Fuente| Wikipedia
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