Últimamente está de moda hablar del Té Matcha, su color verde intenso junto con su inconfundible nombre lo han convertido en un imprescindible en las cartas de muchos restaurantes y ha sido protagonista de numerosos artículos ya que también es uno de los denominados Superalimentos (link a post quinoa), sin embargo… ¿sabes realmente de dónde procede y por qué se ha hecho tan popular?

Un viaje en el tiempo

Aunque se suele situar el origen del té matcha en Japón, lo cierto es que no fue hasta 1191 cuando el monje budista Eisai llevó este té a Japón desde China, donde tiene su origen en tiempos de la Dinastía Song.

Con el tiempo, este té fue desapareciendo de China, a la vez que arraigaba fuerte en Japón gracias a las costumbres de los monasterios budistas (durante sus largas horas de meditación bebían matcha para favorecer la concentración y la claridad de mente). Entre los siglos XIV y XVI, las clases altas de la sociedad japonesa adoptaron este té.

¿Qué es el té matcha?

El té matcha no es más que el té verde que ya conocemos, pero utilizando las hojas enteras del té para obtener su máximo potencial.

Es decir, cuando elaboramos una taza de té verde solo se puede extraer una fracción de sus beneficios ya que la mayoría de sus nutrientes se quedan en las hojas de té cuando hacemos una infusión. El té matcha es la hoja entera del té verde que, tras un proceso especial de cultivo, recolección y secado, se muele obteniendo un polvo fino y verde intenso que multiplica los beneficios del té verde.

Para que te hagas una idea, un vaso de té matcha equivale a 10 vasos de té verde en valor nutricional y antioxidantes, y es que la única manera de aprovechar todas las vitaminas, antioxidantes, minerales y aminoácidos del té verde es consumiendo la hoja.

Múltiples propiedades

El té matcha, como te decíamos anteriormente, es rico en antoxidantes y nutrientes, pero también tiene otras muchas propiedades:

  • Reduce el colesterol.
  • Reduce los niveles de azúcar en la sangre, sin elevar los de insulina.
  • Promueve la oxidación de grasas (puede ayudarnos a perder peso).
  • Es calmante y relajante. (link a post yo también combato la ansiedad).
  • Es rico en L-teanina: promueve un estado de relajación y aporta energía.
  • Su consumo regular mejora el estado de ánimo (link a post ¿sabes que puedes aumentar tu nivel de felicidad), la memoria y promueve una mejor concentración.
  • Es un sustituto ideal del café porque no libera la hormona del estrés cortisol reduciendo, de esta forma, el estrés sobre las glándulas suprarrenales.
  • Rico en catequinas: efecto quema grasas, previene artritis y es beneficioso contra el cáncer.
  • Tiene propiedades antibióticas (gracias a las catequinas) que promueven la salud y fortalecen el sistema inmunológico. (link a post alimentos beneficiosos para tu salud).
  • Alivia el estreñimiento .
  • Es rico en fibra, vitamina C, selenio, cromo, zinc y magnesio.
  • Desintoxicante

¿Cómo preparar tu té matcha?

Aunque parece algo obvio, lo cierto es que este tipo de té, al ser en polvo, tiene alguna peculiaridad en su preparación. No vamos a decirte la ceremonia del té que hacen en Japón, pero sí como adaptar al máximo esa filosofía a nuestro acelerado ritmo de vida occidental, haciendo que disfrutemos de sus beneficios relajantes (lo que incluye tomarse tiempo para prepararlo) y de todo su sabor.

El principal problema que tiene este tipo de té por ser en polvo es que queden grumitos… que, al contrario que en el colacao, no son muy agradables y puede hacer que lo rechaces.

Para prepararlo correctamente debes verter una cucharada de té en una taza y añadir agua a unos 80º (justo antes de entrar en ebullición) y lo bates hasta deshacer los grumos y formar espumilla con (y aquí está la clave) un utensilio llamado chasen que tiene aspecto de brocha de afeitar, pero cuyas cerdas son de bambú.

También puedes batirlo con una cuchara, pero te avisamos que la única forma de disolver correctamente los granitos del polvo es mediante la utilización del chasen (hay quien utiliza una batidora). Lo importante es que, mientras lo bates, lo hagas con calma, aprovechando ese momento para relajarte, no pensar en nada y empezar a disfrutar del momento tan zen que estás viviendo.

Otros usos

Como ya sabes, el té matcha es en polvo, y esto hace que suela utilizarse también en la cocina, sobre todo en repostería donde puedes encontrarlo en mochis, cruasanes y trufas de té verde.

También puedes encontrarlo en helados o smoothies.

¿Te animas a probarlo en casa? Puedes empezar con algo sencillo como añadiendo una pizca de matcha a la masa de magdalenas o bizcochos… ¡seguro que te encanta!

Por supuesto, también lo verás en infusiones frías de leche con matcha, el matcha latte, que, estamos convencidas de que te va a parecer delicioso.

Ahora que has descubierto todas las propiedades de este tipo de té queremos proponerte una receta para que puedas sorprender a todos en la próxima reunión de amigas o visita familiar, ¿te apuntas?

Ingredientes:

  • 6 cucharadas de aceite de coco
  • 175gr de coco rallado sin endulzar
  • 4 cucharadas de sirope de ágave
  • Extracto de vainilla
  • Sal marina fina
  • 2 cucharadas de polvo matcha

Pasos:

  1. Derrite el aceite de coco en un cazo pequeño a fuego lento.
  2. Añade a la batidora: coco rallado (reserva un poco para decorar), 4 cucharadas de sirope de ágave, unas gotas de extracto de vainilla, una pizca de sal y las 2 cucharadas de polvo de matcha.
  3. Añade el aceite de coco derretido a la batidora y bate la mezcla hasta que quede bien mezclado y no haya grumos.
  4. Cubre un molde de bizcocho pequeño con papel de hornear y pasa la mezcla de la batidora al molde.
  5. Deja reposar en la nevera unas 2h.
  6. Corta el dulce en cuadraditos y extráelos del molde.
  7. Espolvorea coco rallado y ¡a comer!

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¡Qué paséis un feliz día!