Como ya te hemos contado en ocasiones anteriores, el suelo pélvico está íntimamente relacionado con la calidad de nuestras relaciones sexuales, además de tener relación con otros aspectos de nuestro cuerpo.

El suelo pélvico es ese conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en la parte inferior del tronco y que tiene como función sostener los órganos del abdomen (la uretra, la vejiga, el útero, la vagina y el recto) para que funcionen de forma correcta. Si el suelo pélvico está debilitado puede provocar diferentes problemas a nuestro organismo, desde pérdidas leves a dolores de espalda o, incluso, disfunciones sexuales.

Entre las causas que pueden provocar el debilitamiento del suelo pélvico se encuentra el parto vaginal, el estreñimiento crónico, la práctica de deportes de impacto, el sobrepeso, enfermedades respiratorias, algunos tratamientos médicos agresivos, retención de líquidos o sostener exceso de peso. Si quieres saber más sobre las causas de debilitamiento del suelo pélvico y cómo fortalecerlo haz clic aquí.

Orgasmos y suelo pélvico

Quizá no creas que los orgasmos tienen una gran relación con el suelo pélvico, pero lo cierto es que el nivel de lubricación vaginal es un aspecto clave en muchas disfunciones sexuales. Esto incluso puede llegar a impedirnos llegar al orgasmo, lo que está estrechamente relacionado con el suelo pélvico.

Los ejercicios del suelo pélvico, como los conocidos ejercicios de Kegel, mantienen las paredes de la vagina vascularizadas, llenas de sangre, lo que mejorará el funcionamiento de las glándulas encargadas del líquido lubricante (Glándulas de Bartolino).

Ejercitar el suelo pélvico también mejorará posibles problemas relacionados con la excitación sexual, mejorando todas las fases de la respuesta sexual, lo que se relaciona directamente con los orgasmos.

Si no llegamos al orgasmo es posible que no estemos llevando bien la fase de excitación previa y es que el orgasmo no es más que las contracciones musculares que hacen que toda la sangre acumulada en la zona genital sea liberada y devuelta al torrente sanguíneo. Esas contracciones se producen en parte de la musculatura pélvica, por tanto, cuanto más fortalecido tengamos el suelo pélvico, llegaremos al orgasmo con mayor facilidad y éstos serán más placenteros, ¿te animas a probar?

Posturas para ejercitar el suelo pélvico en el sexo

Mantener el suelo pélvico fortalecido puede ayudar a mantener relaciones sexuales más placenteras. Para ello hay muchas opciones, pero, ¿sabías que hay posturas que favorecen su fortalecimiento durante las relaciones? Toma nota.

  • La Doma: el hombre sentado recibe a su compañera que se encaja a su cuerpo. Para realizar contracciones no solo de vagina, sino también perineal, avanza ligeramente tu pelvis hacia él en movimientos cortos y continuos.
  • Cara a Cara: el hombre se tiende boca arriba y la compañera se tiende sobre él, dominando la situación. Arqueando la columna mientras realizas contracciones más o menos intensas del suelo pélvico conseguirás, además, mayor estimulación.
  • El perrito: los dos se colocan en cuadrupedia. Esta postura permite muchos movimientos que nos ayudan a trabajar el suelo pélvico. Haz contracciones a tu ritmo, y prueba a acompasarlas a los movimientos pélvicos de tu pareja.

Accesorios para fortalecer el suelo pélvico

Seguro que has oído hablar de las bolas chinas en más de una ocasión como el accesorio por excelencia para trabajar el suelo pélvico, sin embargo, hay otros que quizá no conozcas y que pueden venirte genial para realizar ese trabajo de fortalecimiento, a la vez que disfrutas.

  • Bolas chinas: son dos esferas unidas por un cordel para su fácil extracción. Las hay de diferentes tamaños y materiales, desde silicona hasta metálicas, lo ideal es que pruebes unas con las que te sientas más cómoda. Cada una de las esferas contiene una bolita en su interior que, con el movimiento, se agita, estimulando las paredes vaginales y aumentando la irrigación sanguínea de la zona.Para introducirlas utiliza un poco de lubricante y prueba a ponerte de pie. Inconscientemente contraeremos la musculatura para evitar que se caigan. Puedes caminar con ellas de 20-30 minutos al día y notarás una gran diferencia en el tono de tu suelo pélvico.
  • Pesa vaginal: se trata de una pesa de forma alargada que mide 16,5 centímetros y pesa unos 400gr. Para utilizarla debes estar tumbada, con las piernas flexionadas y separadas y los pies apoyados en el suelo. Con un poco de lubricante colócala en la entrada de la vagina. Intentaremos irla introduciendo más profundamente a medida que conseguimos relajar la musculatura. Haz varias repeticiones de este movimiento (introduciendo y sacando la pesa), alrededor de 10 o hasta que notes cansancio.
  • Conos vaginales: los conos vaginales se presentan en una cajita que contienen 5 conos anatómicos de distintos pesos para que se vayan utilizando de forma gradual. Se utilizan más o menos igual que las bolas chicas (introduciéndolos en el interior de la vagina con un poco de lubricante un par de veces al día durante 15 minutos cada vez) y están más recomendados para mujeres con problemas diagnosticados, por lo que si tu musculatura pélvica ya tiene cierto tono no son tan útiles.

Es muy importante que utilices este tipo de accesorios siempre con la máxima higiene, lavándolos con agua jabón antes y después de cada uso y nunca en caso de tener hongos o infecciones vaginales.

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¡Qué paséis un feliz día!