Ayer me hice el mejor regalo posible. De la manera más inesperada, lo que iba a ser un simple tránsito se convirtió en un paseo grandioso, mecida por un sol enérgico que me descubrió nuevas imágenes de la ciudad. En una pausa merecida, de camino a una cita con una buena amiga, de pronto me di cuenta que siempre iba por el mismo camino, y decidí explorar otra ruta menos habitual, más larga y bella, pausada y sin prisa, concentrada en el paisaje.
La verdad es que últimamente estoy un poco anquilosada, demasiado tiempo sentada ante el ordenador empieza a pasar factura, y las piernas se resisten a grandes esfuerzos. Pero paso a paso me fui sintiendo cada vez más ligera y vital, mirando a un lado y a otro con curiosidad, saludando a las gaviotas que acampaban en la ribera del río, escuchando a los pájaros que cantaban desde los árboles, a cada paso mas ágil.
Tardé diez minutos más en llegar, y a cambio encontré calma y una visión nueva del paisaje habitual, hice un ejercicio que me estaba haciendo falta, y al llegar a mi destino, en mi cara se dibujaba una sonrisa. Para quienes no somos muy aficionados a practicar deporte, caminar constituye un ejercicio muy beneficioso y poco exigente en cuanto a equipación, pues basta con calzado y ropa cómoda.
Flexible en cuanto a horarios y lugares donde practicarlo, se adapta gradualmente a nuestra capacidad y estado de forma. Se puede hacer en compañía o en soledad, en silencio o charlando, en invierno o en verano. Mejora la circulación, quema grasas y toxinas, fortalece el sistema cardiovascular y tonifica la musculatura de las piernas. ¿De verdad vamos a privarnos de este autorregalo tan maravilloso? No lo creo, vamos cogiendo las llaves y salimos en tres, dos, uno.
Imagen vía | Francisco Javier Martín
Tienes toda la razón, Marta! Mi fisioterapeuta siempre me está diciendo que haga pausas en el trabajo y que camine al menos un minuto, ya que mejora tu postura y se te cargan menos las articulaciones. Creo que hoy, como tú, también me regalaré un paseo
Yo también voy a regalarme más paseos de ahora en adelante Patch, todo mi cuerpo lo agradece, y si es en primavera, reconfortas el espíritu.
Si me permites una recomendación: la bici es lo mejor. Desde que empecé a cogerla por Madrid, hace 5 años, veo la ciudad de otra forma. Los trayectos se vuelven paseos y si vives relativamente céntrica, estás a 20 minutos de todo. Además de que no tienes problemas ni de tráfico ni de aparcamiento: vas de puerta a puerta y encima, te mantienes en forma!
Hola Isabel, sin duda la opción de la bici es excelente, ojalá las ciudades se vuelvan más amigables para este medio de transporte tan sano y agradable. Un saludo, gracias por seguirnos.
Yo desde hace unas semanas y durante los fines de semana por la mañana me regalo caminatas de 2 horas a buen paso, y he notado una tonificación de los músculos de las piernas (que son mi punto débil) de manera inmediata. Yo me acompaño de música y la verdad es que es un momento que disfruto mucho, y además ahora que hace buen tiempo es todo un lujo! no soy muy fan del sol pero reconozco que es una maravilla!!!
Que bueno Paloma, esas caminatas se convierten en imprescindibles una vez que las tomamos como hábito. Tonifican cuerpo y espíritu! Gracias por charlar con nosotras, un saludo.