No podemos afirmar con rotundidad que en todos los casos sea posible prevenir la incontinencia urinaria, sin embargo, lo que sí está probado es que las personas que la sufren pueden disminuir el riesgo de padecerla. Hemos hablado a lo largo de este blog de consejos prácticos que ayudan a prevenir la incontinencia, que son fáciles de realizar y que además no dificultan el desarrollo normal de nuestro día a día. La alimentación y el ejercicio, a grandes rasgos, son factores importantes en los que volveremos a incidir hoy,  para que veáis que es más fácil de lo que parece.

En primer lugar, es importante llevar una dieta adecuada, no sólo por el efecto que puedan causar los alimentos que ingerimos en nuestro organismo, sino también por la necesidad y lo recomendable que es mantener un peso adecuado a nuestra edad, talla y sexo. Dentro de esa dieta, la ingesta adecuada de líquidos es uno de los factores más importante para que se desarrolle un funcionamiento normal del trascurso urinario y para la prevención de problemas en los riñones o la vejiga (recordamos que la cantidad de agua adecuada para ingerir al día se encuentra entre los 1.500 y los 2.500 ml). Además, la ingesta de alimentos con fibra, que evitan una de las principales causas de incontinencia, el estreñimiento, también es recomendable.

Sin embargo, cuando hablamos de líquidos que contengan alcohol,  bebidas excitantes o té, la cosa cambia. Estos productos, además de irritar la vejiga, aumentan las ganas de ir al baño, pero disminuyen la conciencia necesaria para orinar hasta que la vejiga esté llena. No hay que eliminarlos por completo de la dieta, pero sí es recomendable reducirlos en gran medida.

Otra práctica a la que debemos acostumbrarnos, y que no nos cansaremos de recomendar en sabesloquequieres, es educar la vejiga. Intenta orinar varias veces al día, y si puede ser a las mismas horas, mucho mejor. Por último, para finalizar por hoy, un consejo a las mujeres embarazadas, principales afectadas de la incontinencia urinaria: practicad los ejercicios kegel, de los que os venimos hablando todos estos meses, durante y después del embarazo. Y recordad, si después de este tiempo la incontinencia continua, lo mejor es preguntar al médico de cabecera.

Fuente|Salud.com

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