mantener sana nuestra vejiga

Ya sabemos que en la incontinencia urinaria, los músculos que envuelven la vejiga y los esfínteres juegan un papel fundamental. Debemos cuidar nuestra vejiga como órgano principal de nuestro sistema urinario. Por eso, conocer algunos hábitos saludables puede resultarnos de gran utilidad de cara a la prevención y manejo de la misma.

El Instituto Indas ha elaborado un folleto que incluye una serie de consejos útiles para mantener sana nuestra vejiga. Veréis que son cosas muy sencillas pero muy eficaces.

Lo primero que debemos tener claro es lo que se considera un hábito normal de la vejiga: ésta debe vaciarse entre cuatro y ocho veces al día, y una vez más por la noche. Para conseguirlo, el estilo de vida es muy importante: alimentación, ejercicio regular, etc.

Hay que prestar atención a la ingesta de líquido. Salvo que un médico aconseje otra cosa, debemos ingerir al menos litro y medio de líquido diariamente. Aunque entre los líquidos pueden encontrarse bebidas como el alcohol, el café o las bebidas de cola, éstas son poco recomendables ya que tienen un efecto irritante sobre la vejiga, por lo que debemos limitar su consumo.

Llevar una botella pequeña con nosotras en el bolso o preparar una botella bonita o decorativa para tener en nuestro puesto de trabajo, son prácticas que pueden ayudarnos a recordar lo importante que es beber líquido y a veces nos cuesta mucho.

También debemos cuidar el vaciado de nuestra vejiga. A veces, las mujeres, vamos al servicio con prisas y al hacerlo, podemos no vaciar por completo la vejiga. Esto aumenta la probabilidad de tener molestas infecciones de orina y resulta poco saludable. Tomémonos nuestro tiempo para esta tarea; si nos tienen que esperar un rato porque hay cola y tardamos, recordemos que nuestra salud es lo principal.

No debemos ir al baño «porque sí» sin notar ganas, salvo antes de acostarnos para evitar despertarnos en mitad de la noche. El motivo es que si no esperamos a tener la vejiga llena y la necesidad de orinar, ésta tenderá a hacerse más pequeña, reduciendo su capacidad de llenado. No se trata de «apurar» al límite nuestra capacidad, pero sí entrenar nuestra autopercepción.

La evacuación intestinal es otro elemento importante. Evitar el estreñimiento y vaciar el intestino con un ritmo regular ayudará a no tener que forzar continuamente la musculatura abdominal, pues esto podría debilitar la musculatura pélvica.

Por último, todos los profesionales sanitarios recomiendan la práctica de ejercicios de manera regular para mantener firmes los músculos del suelo pélvico.

Seguro que no era la primera vez que leíais estos consejos, ¿verdad? Ayudan a mantener en forma nuestro cuerpo y nuestra salud en general. Por eso os animo a ir introduciendo poco a poco, pequeños pero importantes cambios en vuestros hábitos.

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