Esta mañana estaba escribiendo delante del ordenador y me he dado cuenta de que desde hace un tiempo estoy adoptando una mala higiene postural mientras trabajo. De manera inconsciente arqueo la columna dirigiendo la cabeza hacia delante, y en consecuencia mi vientre se contrae ejerciendo una presión hacia abajo. De pronto me he acordado de mi suelo pélvico y de nuestras amigas de Sabes lo que quieres, y he pensado que esta postura no me beneficia nada, no solo por el daño que puedo hacer a mi columna vertebral, sino porque ejerce una presión inadecuada sobre los músculos del suelo pélvico.

En efecto, una mala postura es un factor de riesgo para las pérdidas de orina, pues, al igual que algunos ejercicios perjudiciales, ofrece la peor de las influencias sobre las fibras musculares del suelo pélvico. Debemos aprender que toda presión ejercida hacia abajo en el torso, nos perjudica, de esta manera podremos tener presentes ejercicios, movimientos, y posturas para poder corregirlas al momento.

Higiene postural e incontinencia urinaria: cómo prevenir

Es imprescindible mantener un buena higiene postural que nos permita alinear en todo momento nuestro cuerpo de manera adecuada para prevenir la incontinencia urinaria. Si pasamos mucho tiempo sentadas durante el trabajo, es conveniente que adecuemos la zona para nuestra comodidad, regulando el asiento a la altura adecuada, y sentándonos con la espalda recta y apoyada sobre el respaldo. Las piernas deberán estar algo separadas entre sí, con las rodillas formando un ángulo recto, para lo cual puede ser necesario colocar un apoyo extra en el suelo que permita que descansen cómodamente.

No os desaniméis si al principio os cuesta, sed vuestro propio ángel de la guarda, aquel que os sopla al oído buenos consejos, y tened presente que nuestro cuerpo es nuestro templo, y que solo si lo cuidamos de manera exquisita, él nos devolverá montañas de bienestar.

Más información | Instituto Indas
Imagen vía | Josh Semans en Flickr