La llegada del otoño trae consigo, además de la vuelta a la rutina, el comienzo de un nuevo curso y nuevas perspectivas, un importante cambio de temperaturas. Las hojas de vuelven doradas o rojizas, los cielos varían su inmutable azul para dejarse ver grises e incluso amenazadoramente negros y regresan los fríos. Es entonces cuando muchas de vosotras nos habéis relatado que habéis experimentado vuestros primeros episodios de Incontinencia Urinaria.

Cuando los “escapes” de orina vienen precedidos de unos deseos súbitos, muy intensos e incontrolables por orinar se dice que estamos ante un caso de Incontinencia Urinaria de Urgencia por causa psicógena. Está asociada a la incidencia de ciertos estímulos externos que provocan esa necesidad de evacuar. Pueden ser emociones, como un susto, angustia o estrés, o sensitivas: en este caso, el frío.

La vida sólo es posible cuando el cuerpo se encuentra en un rango muy limitado de temperatura. Las reacciones de nuestro organismo para mantenernos en ese rango tienen el nombre de termorregulación química, regulado por los sistemas nervioso y endocrino. En la piel encontramos los termorreceptores, que recogen las sensaciones de frío o calor. Cuando aparece el frío se desencadenan una serie de fenómenos: aumenta el gasto energético para producir calor, aparecen los temblores y, en algunos casos, como en el que nos ocupa, la vejiga recibe la orden de evacuar.

Experimentar estas súbitas ganas de orinar es más o menos normal. El problema aparece cuando nuestro Suelo Pélvico no está tan tonificado como para controlarlas, o cuando son tan apremiantes que nos resulta materialmente imposible retener el pipí. Como no nos cansaremos de repetir, la Incontinencia Urinaria no es una enfermedad en sí, sino un síntoma de que algo no funciona. En el momento en el que estos episodios sean más que esporádicos será hora de acudir a nuestro médico de cabecera.

El otoño es una estación maravillosa que nos permite disfrutar junto a los nuestros de los increíbles cambios de la Naturaleza y, después, de la cercanía del calor del hogar. No permitas que nada te impida experimentarlo en todo su esplendor: cuídate y ve a tu médico en cuanto notes que algo no funciona, verás cómo no es tan terrible como imaginas. Recuerda también que existe toda una gama de productos para escapes leves que te permitirán mientras tanto disfrutar de estos días tan bonitos al máximo. ¡Que nada te pare!

Fuente| Instituto INDAS
Imagen| Bigstockphoto