Mismas causas, mismas afecciones y diferentes tipologías. La incontinencia urinaria que afecta a los adultos tiene, como patología, cuatro tipos que son comunes y que presentan algunas diferencias en relación a los motivos o los momentos en que se padecen. Para poder aplicar un tratamiento correcto siempre se aconseja conocer cuál es la incontinencia que se padece, algo fácil de determinar si se atiende a los síntomas.
La inevitabilidad de controlar la salida de orina es el eje común de todos los tipos de incontinencia urinaria, en las que esta expulsión será controlada en algunas ocasiones e incontrolada en otras. Entre los tipos de incontinencia urinaria se encuentra el de esfuerzo (que está motivado por actividades como el ejercicio, la imperiosa (en la que es imposible llegar al baño y el orín se escapa al poco de sentir esta necesidad), y la de rebosamiento (en la que la vejiga no llega a vaciarse del todo). Junto a estas existe una cuarta tipología, la incontinencia urinaria mixta que aúna varias de las anteriores.
Al combinar síntomas de la incontinencia de urgencia y de la de esfuerzo suele ser más común que surjan determinadas sensaciones de rechazo ante actividades comunes como estornudar o reír. Esto se une a unas ganas incontrolables y momentáneas de orinar en las que es muy difícil determinar el momento en el que iremos al baño. Sea cual sea la tipología que se padezca siempre habrá que atenerse al tratamiento recomendado por el profesional consultado intentando adquirir rutinas que mejoren nuestro suelo pélvico con ejercicios musculares o mediante fisioterapia.
Imagen| Bigstockphoto