Hace unos días os contábamos que la Irish Medicines Board había aprobado el uso del Botox para el tratamiento de la incontinencia urinaria, pero tras escribir el post me quedó una gran curiosidad por saber cómo se aplica el Botox y de qué manera actúa en el tratamiento de las pérdidas de orina. Si vosotras también os quedasteis con esas dudas, vamos a ver juntas cual es el proceso.

En primer lugar, definiremos qué es el Botox, pues aunque todas hayamos oído hablar de él, es bueno que refresquemos la memoria para saber de qué sustancia estamos hablando. El Botox es la marca comercial de la toxina botulínica, un potente veneno producido por la acción de la bacteria Clostridium Botulinum. La toxina botulínica produce una paralización de la actividad muscular, es por ello que en dosis no controladas, como fruto de una intoxicación alimentaria, esta puede producir la muerte. Seguro que todas habéis oído hablar del botulismo ¿verdad? pues esta enfermedad está causada por la toxina en cuestión.

El Botox tiene una pequeña concentración de la toxina, y es completamente seguro. En el tratamiento de la incontinencia urinaria se utiliza para inhibir la contracción del músculo de la vejiga, y se puede realizar inyectándolo en la vejiga o en el esfinter. En el primer caso, cuando se aplica en la vejiga, se busca paralizar el músculo detrusor de manera temporal. Cuando se inyecta en el esfinter, se facilita la expulsión de la orina. La terapia se repite con una periodicidad de seis a nueve meses, ya que el efecto del fármaco no es permanente.

Este tratamiento puede sustituir a la terapia con fármacos anticolinérgicos en los casos en los que esta pueda estar contraindicada, ya que produce efectos secundarios como sequedad de boca o visión borrosa.

Ahora que ya tenemos más claros estos términos, ¿qué os parece este tratamiento? ¿creéis que supone una ventaja sobre otros tratamientos? ¿lo probaríais si os lo prescribe vuestro médico? No olvidéis que es vuestro facultativo el que, conociendo nuestro historial y analizando nuestro caso particular, quien tiene todos los elementos de juicio para recomendar un tratamiento u otro.

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Imagen vía | Lauren Nelson en Flickr