Con las altas temperaturas que estamos atravesando estos días, apetece más que nunca tomar alimentos frescos, pero que al mismo tiempo nos proporcionen todo lo que necesitamos para afrontar con energía nuestras tareas diarias. Es normal que huyamos de comidas demasiado grasas o fritos,  y que recurramos a otras que además de ser más ligeritas, sean sencillas de hacer y de trasladar, sobre todo si pasamos el día en la playa o en la piscina. Una buena alternativa es la fruta. Y si de fruta y de verano hablamos… sandía es la respuesta. Unos trocitos de sandía a cualquier hora del día siempre son bienvenidos. Si esa sandía además la queremos combinar con otras frutas y hacer un rica macedonia ¡dos veces bueno (y económico)!

Las ensaladas, fáciles de hacer, ligeritas, y encima muy sabrosas, pueden salvarnos más de una comida. Pero claro, debemos tener en cuenta que al hablar de ensaladas no tenemos por qué incluir en ellas la lechuga. Hay muchas alternativas como la ensalada de arroz, por ejemplo, o de pasta, incluso ensalada de endibias o pasas. La ensalada puede ir mucho más allá del simple tomate-lechuga-atún. Un detalle que siempre funciona, incluso a los más reacios a estos tipos de mezclas, son los frutos secos. Añade pipas peladas, kikos o incluso orejones, ya verás qué toque tan original y sabroso le da a tu ensalada. Por no hablar de añadir trocitos de pollo, pavo, bacon o queso o a nuestro plato. ¡Rico rico!

Por último, además de lo sabroso del plato, y de lo fácil de llevar a cualquier sitio en el que queramos comer (playa, piscina, campo con amigos… incluso al propio trabajo) es una manera divertida de no aburrirse cocinando ni tampoco comiendo. Por otro lado, si tenemos niños en casa, es una forma sencilla de que se abran a todo tipo de alimentos.

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