Sofocos: qué son, síntomas y cómo aliviarlos

Sofocos: qué son, síntomas y cómo aliviarlos

A lo largo de toda tu vida puedes sentir los famosos sofocos, que son uno de los síntomas más característicos de la menopausia o pre-menopausia, la etapa de la vida de la mujer donde desaparece la menstruación. Hoy queremos hablarte de ello, para que entiendas qué son y qué puedes hacer para sentirte mejor cuando se manifiesten. Como ya sabes, estar correctamente informada puede marcar la diferencia y hacer que pases por esto de la mejor manera posible. Y lo más importante, sin perder la sonrisa.

 

Los sofocos son la sensación repentina de calor intenso o bochorno, normalmente van acompañados de sudores, que puede llegar a provocar un cierto enrojecimiento de la piel.  Durante los sofocos la frecuencia cardiaca de la mujer puede aumentar, pero no te asustes es normal y no duran para siempre.

La duración de los mismos varía de un par de minutos a media hora, y lo mismo ocurre con la frecuencia.

 

Estas sensaciones de calor suelen ser más intensas en el rostro, el cuello y el pecho, pese a que pueden propagarse por todo el cuerpo. ¿Te estás preguntando a qué se deben los sofocos? Se producen por desajustes de tu temperatura corporal, causados por la bajada de estrógenos, muy frecuente durante la menopausia.

 

Los sofocos pueden ser leves, moderados y severos, dependiendo de su frecuencia y las veces que se manifiestan al día.

 

Sabemos que no es una sensación agradable, pero tienes que recordar que ante todo puedes con todo y que no estás sola. A tu alrededor, y quizás no te des cuenta, más mujeres están viviendo lo mismo que tú.

 

 

¿Cuáles son los síntomas?

 

  • Sensación repentina de calor.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Sensación de frío cuando pasan.
  • En ocasiones enrojecimiento de la piel.

 

¿Debería acudir a un especialista?

 

Si te encuentras muy mal, o si los sofocos van acompañados de otros síntomas a los que te hemos descrito con anterioridad, sí podrías acudir a tu especialista. De lo contrario, trata de no preocuparte en exceso, ya que es algo totalmente normal en esta etapa de tu vida. Todo llega, todo pasa, y para la mayoría de los síntomas siempre hay algo que se puede hacer para sentirse mejor.

A continuación, vamos a contarte una serie de truquitos que puedes poner en práctica, para sobrellevar este síntoma. Verás como logras que los sofocos no cambien tu estilo de vida, y te sentirás mucho mejor.

 

¿Qué puedo hacer?

Los sofocos pueden llegar a interferir en el desarrollo de tu rutina, pero no te preocupes que vamos a darte como siempre, un par de consejos que te serán de ayuda:

 

  • Trata de mantener tu dormitorio fresco durante la noche, con esto podrás evitar, o al menos pasar de mejor manera los sofocos nocturnos (si los tienes). También ayuda tomar un poco de agua fresca antes de acostarte, pero recuerda que debes consumirla con moderación en el caso de que tengas pérdidas leves.

 

  • Las temperaturas altas pueden favorecer la aparición de sofocos. En el trabajo o espacios públicos no puedes controlarlas, pero sí puedes hacerlo en tu casa y el coche, donde es recomendable mantener una temperatura agradable.

 

  • Si la sensación es muy intensa, puedes humedecer una toalla en agua fresquita y pasártela por la cara y el cuello. Seguro que con este sencillo truco vas a sentirte mucho mejor.

 

  • ¿Conoces la expresión «llevas más capas que una cebolla»? Es aconsejable que te vistas así, por capas. De esta manera, cuando lleguen los sofocos podrás desprenderte de las prendas que necesites y estar fresquita.

 

  • Trata de mantener una dieta sana y equilibrada. Esto es algo que queremos recordarte para que lo tengas presente siempre. Es mejor evitar ciertos alimentos como los picantes, y el alcohol que pueden empeorar los síntomas menopaúsicos. Ahórrate las comidas copiosas.

 

  • Trata de no ingerir bebidas muy calientes, es mejor que las consumas del tiempo o frías.

 

  • Elimina el tabaco de tu vida, que además es algo muy beneficioso para tu salud.

 

  • Realiza ejercicio físico, es bueno para esto y otros síntomas de la menopausia. Además, con ello evitarás tener sobrepeso. Uno de los deportes que te aconsejamos practicar es el yoga. Ya te hablamos de los beneficios de esta práctica con anterioridad. Esta actividad te será de mucha ayuda. Siempre viene bien un ratito de relajarse y respirar hondo, y mirar la vida con la sonrisa que te caracteriza.

 

  • Trata de mantener siempre una actitud positiva. La actitud es muy importante, y puede cambiar radicalmente cómo te sientes contigo misma. Aunque a veces sea complicado, es muy importante que no pierdas el foco y trates de ver la vida con una sonrisa. Y sino, el apoyo de tu pareja, familiares y amigos puede hacer que te sientas mucho mejor. ¡No estás sola!

 

Es preferible que pongas en práctica nuestros consejos antes de acudir a los medicamentos, pero si se te hace muy molesto siempre puedes acudir a tu ginecólogo. Podrá aconsejarte y ayudarte en todo lo que necesites, así como ponerte un tratamiento especializado que hará que te sientas mucho mejor.

 

Antes de despedirnos queremos recordarte que eres una Experta en Vivir, que puedes con cualquier cosa que te propongas. Y que no olvides ver el lado bueno de las cosas, porque todo esto te ayuda a seguir sintiéndote viva, y a acumular experiencia.

 

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¡Que pases un feliz día!

¿Practicas una correcta higiene íntima?

¿Practicas una correcta higiene íntima?

A lo largo de tu vida es muy importante que prestes atención a tu zona íntima, especialmente en el tema de la higiene. Puede que sufras o hayas sufrido afecciones en esta parte de tu cuerpo, que quizá podrías haber evitado gracias a una correcta higiene íntima. Es por eso que en el post de hoy queremos hablarte de ello, y darte unas recomendaciones, que si no las conocías puedes poner en práctica a partir de ahora.

 

¿Sabías que la higiene en tu zona íntima es distinta a la del resto del cuerpo?

 

Tu zona íntima posee unas características y una sensibilidad que otras partes de tu cuerpo no tienen. Es por ello que debes darle unos cuidados especiales, usando productos específicos. Tu piel no tiene las mismas necesidades en esta parte que en el resto de tu cuerpo, ¿verdad?

Si te cuidas la cara, y las manos, ¿no crees que debes darle también importancia a tu intimidad?

Aunque no lo parezca hay numerosas cosas que afectan a nuestro organismo, y especialmente a nuestra parte íntima. Y hay ciertas infecciones que puedes llegar a vivir si no tienes una correcta higiene, con los productos adecuados, y que tu cuerpo necesita.

A continuación, vamos a dejarte una serie de recomendaciones que, si no estás haciendo, es aconsejable que pongas en práctica cuanto antes. Ya que pueden ayudarte a prevenir infecciones y sensaciones molestas. Ya conoces el dicho: prevenir es mejor que curar.

 

  • No uses un gel de ducha convencional a la hora de la ducha. Como te hemos comentado, la necesidad de tu piel no es la misma en esta parte que para el resto del cuerpo. Se recomienda usar un gel especial con PH neutro (esto es muy importante) que no altere el PH de tu piel. Si usas productos que no son adecuados para esta parte de tu cuerpo, puedes producir sequedad en la zona e irritación. Hoy en día hay multitud de productos distintos, que se adaptan a cada periodo de tu vida. ¡Seguro que encuentras el tuyo!

 

  • No laves esta zona con geles perfumados, no son buenos para tu piel. Además, pueden alterar el olor natural de tu parte íntima. Lo que dificulta detectar posibles problemas que pudieras tener, y que se manifiestan por el olor.

 

  • No limpies esta zona con fuerza, pues es una parte muy sensible y delicada. Te recomendamos lavarla con mimo, sin mucha potencia de agua, y preferiblemente con agua que esté tibia, antes que fría o muy caliente. Con esto evitarás dañar tu piel.

 

  • No te excedas en la limpieza de la misma, pues podrías dañar la flora vaginal. Hay que lavar la zona diariamente y de manera minuciosa, pero no es aconsejable hacerlo muchas veces al día.

 

  • Es muy importante secar la zona correctamente, pues no hacerlo conllevaría un exceso de humedad que se acumularía en nuestra ropa interior. Esto favorece el desarrollo de gérmenes e infecciones innecesarias.

 

  • Hay que lavar la zona de delante hacia atrás, igual que hacemos a la hora de limpiarnos después de ir al baño. Con esto evitaremos arrastrar gérmenes y bacterias desde atrás.

 

  • Es preferible que te laves esta zona sin el uso de esponjas u otros elementos, pues son fuente de gérmenes y bacterias. Es mejor que uses tu propia mano.

 

  • Lava tu zona íntima después de tener relaciones sexuales. Mucha gente no lo hace y es algo muy importante.

 

Es indispensable que empieces a realizar tu higiene diaria de esta manera, por todo lo que te hemos explicado anteriormente. No obstante, vamos a darte un par de consejos más, que es necesario que pongas en práctica, ya que son muy útiles y también pueden evitar el desarrollo de problemas que no tienes porqué sufrir:

 

  • La ropa interior es mejor que sea 100% algodón, en lugar de prendas de licra. Te recomendamos este cambio debido a que el algodón es más transpirable. Con esto prevendrás la aparición de hongos por exceso de humedad.

 

  • Evita las prendas de ropa muy ajustadas. A todas nos encantan los pantalones ajustados y los leggins, pero es mejor no abusar del uso de este tipo de prendas, debido a que aprietan la zona. En este caso es mejor decantarse a la hora de vestir por ropa que quede más suelta, o faldas. ¡Con cualquier cosa que te pongas seguirás estando ideal!

 

  • Lava tus prendas intimas por separado con un detergente que no sea muy agresivo.

 

  • Mantén tu ropa interior separada del resto de tu ropa. En un lugar limpio y seco.

 

  • Ten a mano siempre unas toallitas húmedas te proporcionarán higiene, y frescor en tu zona íntima. Las toallitas de Indasec ® limpian la piel manteniendo su PH natural, que como te hemos mencionado anteriormente es muy importante. ¡Puedes llevarlas en el bolso y usarlas en cualquier lugar!

 

  • Si continúas teniendo el periodo, te aconsejamos cambiar de tampón y compresas con regularidad. No es aconsejable dejar estos productos más de ocho horas seguidas.

 

  • No abuses de la depilación intima, pues el pelo protege esta zona. No se recomienda una depilación total. Y ante todo es mejor que si no sabes hacerlo de una manera correcta, acudas a tu centro de estética favorito, donde sabrán asesorarte y hacerlo de la mejor manera posible. Si te rasuras tú misma puedes producir cortes, que pueden llegar a infectarse. Y si lo haces con cera, y no das el tirón “adecuado” puedes favorecer la aparición de moratones.

 

  • Después de bañarte en la piscina o en el mar, es necesario que laves tu zona íntima, para evitar el desarrollo de infecciones de orina.

La higiene íntima es muy importante a lo largo de tu vida, pero sobre todo durante la menopausia. Te recomendamos poner en práctica estos consejos para evitar problemas como picores e irritaciones. Si notas algo raro, como molestias, u olores que no son normales, debes acudir a tu especialista, para poner solución cuanto antes con un tratamiento especializado.

 

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¡Que pases un feliz día!

Cuida tu corazón en la menopausia

Cuida tu corazón en la menopausia

La menopausia puede afectar a tu salud cardiovascular. Por este motivo, es importante vigilar tu corazón cuando llegues a esta etapa. Especialmente cuando el inicio de la menopausia llega antes de los 45 años, lo que conocemos como menopausia temprana https://bit.ly/2KpEL6V.

Cuando el inicio de esa etapa es prematuro, los expertos advierten que existen diferencias biológicas que modifican el riesgo de padecer ciertas enfermedades cardiovasculares. Está vinculada a otros factores como:

  • La edad de la primera menstruación.
  • No haber tenido hijos.
  • Bajo índice de masa corporal.
  • Riesgos ambientales como el hábito de fumar cigarrillos.

 

La conexión entre la menopausia y la salud del corazón

La menopausia es un proceso natural que toda mujer pasa alrededor de los 50 años, aunque puede suceder antes. Es un momento para centrarte en ti misma, cuidarte y mimarte.

Durante este periodo los ovarios dejan de producir estrógenos, la hormona que controla el ciclo menstrual. Esa sustancia puede ayudar a mantener tus vasos sanguíneos fuertes y flexibles.

Es importante afirmar que la menopausia no provoca una enfermedad cardiaca, pero sí es un factor de riesgo que puede devenir en afecciones del corazón.

Tanto hombres como mujeres, a medida que van envejeciendo, se convierten en un sector de la población más propenso a padecer estas patologías.  Puedes llegar a pensar que algunos síntomas son por la edad, pero no necesariamente es así. Es importante acudir al médico si notas:

  • Una dificultad extra al respirar.
  • Dolor en el pecho, sin signos visibles.
  • Una palpitación del corazón extraña.
  • Si notas tus miembros inferiores hinchados.

Lo que sí es diferente entre hombres y mujeres son los síntomas de un ataque al corazón. La mayoría de mujeres pueden tener dolor de pecho, dolor en el brazo o incluso notar que le “falta el aire”. Otros síntomas más leves pueden ser:

-Náuseas.

-Mareos o aturdimiento temporal.

-Fatiga excesiva sin esfuerzo aparente.

 

¿Qué queremos decir cuando hablamos de problemas de estrógenos en la menopausia?

Que se produce una disminución de los mismos y esa sustancia desempeña un papel muy importante en nuestras arterias, facilitando la relajación y la expansión que permite el flujo sanguíneo.  Además, junto con los niveles de progesterona, influye en la respuesta de las células ante la insulina pudiendo producir fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre.

 

Yo cuido mi corazón

Una forma de cuidar tu corazón es mantener unos hábitos saludables desde edades tempranas, ya que reduce los riesgos de padecer una enfermedad cardiovascular en un alto porcentaje. Por ello queremos ofrecerte una serie de recomendaciones para que cuides de ti y de tu corazón:

– Elige una dieta saludable, alta en fibra y reduce el consumo de azúcar y sal. Evita alimentos procesados.

– Súmate a las 5 frutas y verduras: Estos alimentos, los granos enteros, las proteínas magras y los productos bajos en grasa pueden desempeñar un papel importante en el cuidado de tus órganos principales.

– ¡No te olvides de practicar ejercicio físico! En anteriores publicaciones te hemos recomendado una serie de ejercicios que benefician a tu salud, como la natación (https://bit.ly/2vwdEBL). La Asociación del Corazón recomienda que realices 30 minutos de actividad de intensidad moderada como: caminar (link al post de caminar, si ya ha publicado), montar en bicicleta, bailar o la jardinería, por lo menos cinco días a la semana.

Elimina los hábitos negativos para tu salud: Evita o deja de fumar y de usar productos relacionados con este vicio. No importa cuánto tiempo hayas fumado, nunca es demasiado tarde para dejar el cigarrillo.

Reduce el estrés: Dedícate a ti misma, busca actividades que te permitan reducir tus índices de estrés como la meditación (link a post mindfulness) o el yoga. Recuerda que las mujeres con depresión son más propensas a tener un accidente cerebrovascular.

Acude a tu médico: Es vital que acudas a tus citas médicas, pues las revisiones son lo más importante. Un chequeo habitual te permitirá mantener vigilados los factores de riesgo, hablar de tus síntomas y recibir el tratamiento más adecuado para ti.

Es muy importante que no olvides que la menopausia no es una enfermedad. Es una fase normal del ciclo natural de la vida de una mujer. Es recomendable que cuando se acerque esta etapa, tengas un balance de salud positivo.

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¡Que pases un feliz día!

Yo también combato la ansiedad

Yo también combato la ansiedad

Durante la menopausia, cada mujer experimenta diferentes alteraciones en su organismo.  Es importante que conozcas los cambios anímicos que puedes notar en tu día a día, para así hacer esta etapa de tu vida más feliz. Es una parte natural de tu vida y de la de todas las mujeres que te rodean. Hablaremos de la ansiedad, uno de los trastornos que puedes llegar a sentir durante esta etapa. No te preocupes porque vamos a darte unos consejos para que consigas combatirla con la fuerza que te caracteriza.

No obstante, estar bien informada de todo ello puede marcar la diferencia y hacer que te sientas mucho mejor contigo misma.

 

¿Qué es la ansiedad y cuáles son los síntomas de la ansiedad?

La ansiedad se puede explicar como un trastorno que puedes notar a cualquier edad, pues según los datos cada vez más personas la experimentan debido al estilo de vida que llevan. También se produce por los cambios hormonales que puedes experimentar en la menopausia.

No te preocupes, todo pasa y de todo se aprende. Y si hay algo en lo que eres experta es en sonreír y mantener una actitud positiva ante todo.

Antes de nada, es importante tener claro cuales son algunos de los principales síntomas de la ansiedad:

  • Palpitaciones cardiacas.
  • Sofocos
  • Insomnio

Cuando hayas llegado a este punto, te habrás dado cuenta que los síntomas de la ansiedad están muy relacionados con la menopausia, pero no son los mismos. Por este motivo, los profesionales de este campo aconsejan que debes recibir tratamiento para ambas partes.

Seguro que piensas que muchos de los trastornos de la menopausia son inevitables, pues a menudo existe la confusión sobre qué hacer con los casos de ansiedad, de irritabilidad, los cambios de humor, las alteraciones del sueño, etc. Pero hay formas para combatirla y vamos a enseñártelas en este post. Así que no te asustes porque tú puedes con todo.

 

¿Qué puedo hacer yo?

Un trastorno de ansiedad, sea cual sea tu edad, requiere un tratamiento acorde, supervisado por un especialista. Lo más importante es que tomes las riendas de tu vida para combatir como una campeona tu ansiedad. Gracias a este comportamiento, suavizarás los cambios de humor, el nerviosismo y notarás que duermes fenomenal.  Te vamos a dar una serie de consejos para que mejores tu estado de ánimo:

-Infórmate sobre cuáles son los síntomas físicos y psicológicos para que puedas entenderte mejor.

– ¡No seas dramática! Todo llega, todo pasa, y tu puedes con todo lo que te propongas, por ello eres una experta en vivir.

– ¡Tómate con humor esta situación! La vergüenza déjala para otro momento. Reír a la vida es tan importante como estar bien informado. Como sabes, tu actitud tiene un gran impacto.

-Quiérete más y más cada día, es vital que te centres en ti. Quererse y aceptarse a una misma puede marcar la diferencia entre tener un mal o un buen día. Hay que ser positiva. Si has llegado hasta aquí, puedes llegar más lejos, hasta donde te propongas.

– Tu familia y amigos te necesitan, pero tu a ellos también. Es importante que les hagas partícipes de tus problemas para que juntos podáis salir adelante.

– Acude a un profesional, es tu mejor aliado y el que te puede ayudar de la mejor forma.

 

Reduce tu ansiedad

Es muy importante que te sientas luchadora para ir a por todas y sentirte mejor contigo misma cada día. Por este motivo y mil más, apunta estas técnicas que te ayudarán a reducir tu estrés:

– ¡Haz ejercicio físico!: Te ayudará a evitar el exceso de activación de tu sistema nervioso y disfrutarás de un sueño más reparador. El ejercicio ayuda en muchos aspectos de tu vida, te notarás más sana, con más energía y más feliz. Así que escoge tu deporte favorito y a por todas.

-Vigila tu alimentación: Es muy importante que cuides tu dieta, ya que puede perjudicarte. Como ya sabes, hay alimentos que es mejor evitar, como los refrescos y los procesados. Una dieta variada y equilibrada, rica en fibras puede ayudarte con este, y muchos problemas más.

-Tu sueño controlado: Es muy beneficioso que duermas bien, si ves que tu ansiedad no se reduce, búscate formas de poder conciliar el sueño más fácilmente.  Según los expertos hay que dormir siete horas como mínimo.

-Ríe a la vida:  Nunca pierdas el humor, pues la ansiedad está ligada a la negatividad. Por esta situación, tienes que luchar por encontrar tu parte más divertida y optimista.

-Mindfulness (enlace a este post): Ejercicios que incentive la relajación son cruciales para reducir tus índices de estrés.

Tienes que tener en cuenta que la ansiedad puede también producir en ti cosas muy positivas como el conocerte mejor, gestionar de otra forma situaciones difíciles y crecer como persona. No olvides ver siempre el lado bueno de las cosas.  Seguro que con estos consejos podrás marcar un nuevo rumbo en tu vida.

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¡Que pases un feliz día!

Rompe el tabú de las pérdidas leves

Rompe el tabú de las pérdidas leves

¿Qué son las pérdidas leves?

Se trata de pequeñas pérdidas involuntarias en lugares y momentos no deseados que afectan, principalmente a mujeres que llevan una vida normal. Seguramente notes que tienes una necesidad fuerte y repentina de ir al baño, pero eres incapaz de retenerla.  

Muchos son los momentos del día en los que puedes experimentar pérdidas leves, como por ejemplo, al estornudar o toser, al reír, o incluso al realizar algún esfuerzo o ejercicio físico.

Es importante señalar que no estamos hablando de una enfermedad sino de la consecuencia de una alteración.  Los profesionales de este campo mencionan que es más común entre las mujeres, en los niños y en los ancianos.  Por lo tanto, te recomendamos no preocuparte en exceso por ello ya que es una situación perfectamente normal. No eres una extraña y no tienes que tener complejo de ello. Miles de personas se encuentran en la misma situación que tú y pueden continuar con su rutina diaria tomando algunas precauciones y siguiendo ciertas indicaciones para reducir este problema. Por todo ello, es muy necesario estar bien informado/a sobre el tema.

 

Pero, ¿cuáles son las causas?

Algunos de los factores que atienden a este problema y que queremos resaltar son:

  • El principal motivo es el debilitamiento del suelo pélvico. Con la edad y el embarazo se pierde elasticidad en el suelo pélvico, y esto afecta directamente a la hora de contener los escapes.
  • Alteraciones en los músculos de tu suelo pélvico.
  • Daños neurológicos.
  • Enfermedades como la diabetes, o la obesidad.

Si tienes pérdidas leves debes acudir a un especialista para descartar otras patologías, como las anteriormente descritas.

La mayoría de mujeres experimentan pérdidas leves al toser o al estornudar, realizar actividades físicas con gran desgaste o incluso, al mantener relaciones sexuales o sufrir un ataque de risa.

Esta situación que estás experimentando puede afectarte en tu día a día, pero es un proceso totalmente normal por el que la mayoría de mujeres pasan. Como siempre, queremos recordarte que mantener una actitud positiva es muy importante, y que en ningún momento debes sentir tristeza por esto. Recuerda que tú puedes con todo.

 

¿Y ahora qué?

Como te decíamos, sufrir pérdidas leves no implica alterar tu vida por completo o la imposibilidad de seguir con tu rutina diaria, en el post de hoy te damos algunos consejos para que esta situación afecte lo menos posible a tu vida.

Cuida tu alimentación: Es muy importante seguir una dieta equilibrada. Evita el sobrepeso para reducir la presión intrabdominal. Como bien sabes, experta en vivir, una alimentación adecuada te ayuda a prevenir este, y otros problemas.

– Trata de no ingerir bebidas antes de irte a la cama a dormir.

Adiós a los malos hábitos: Reduce el consumo de bebidas como el café, los refrescos, las bebidas carbonatadas, los cítricos y el alcohol. Además, así te sentirás menos hinchada.

Evita las comidas picantes, son tu mayor enemigo.

– Debes aumentar el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.

No fuerces al ir al baño, ya que podrías dañar los músculos de tu suelo pélvico.

Ejercita el suelo pélvico, con esto también ayudaras a reducir las pérdidas. Para ello es aconsejable realizar ejercicios de puente de glúteos, elevación de piernas y el famoso ejercicio de Kegel. Muy pronto te hablaremos de estos ejercicios que puedes empezar a realizar y practicar para fortalecer tu suelo pélvico.

 

Tipos de pérdidas leves

A continuación, queremos destacar los tipos de pérdidas más relevantes que existen y que puedes experimentar a lo largo de tu vida. Ya que estar correctamente informada puede marcar la diferencia a la hora de hacer este trastorno más llevadero.

De esfuerzo: este tipo de pérdidas se producen al realizar cualquier movimiento o actividad física. Como, por ejemplo, la risa, el estornudo, el deporte, la sobre carga, etc. Esto se debe a que el esfuerzo físico implica una mayor presión sobre el abdomen.

De urgencia:consiste en pérdidas involuntarias asociadas a una necesidad inevitable y repentina de ir al baño con urgencia.

Mixta:  las pérdidas mixtas es otro tipo de pérdidas y es una mezcla entre las dos anteriores.

No olvides acudir a tu especialista en cuanto tengas la más mínima sospecha. Ya sabes que es la persona más indicada para aconsejarte y cuidar de tu salud. Y, sobre todo, destacar que las pérdidas no se producen debido a otras alteraciones y/o enfermedades.

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Prolapso femenino: lo importante es identificarlo

Prolapso femenino: lo importante es identificarlo

Según los expertos cerca del 50% de las mujeres tienen problemas en el suelo pélvico. (Fuente: https://bit.ly/2QKlvo0) El prolapso genital femenino es el descenso de los órganos de la zona pélvica debido a que se debilitan sus estructuras.

El origen de dicha situación se relaciona con el parto vaginal y con el instrumental empleado como los fórceps, que puede aumentar el riesgo de prolapso. Otros factores a considerar son la edad, el estreñimiento, los deportes de impacto, la obesidad y el tabaquismo.

 

¿Qué es el prolapso?

El prolapso también es conocido como “epidemia silenciosa”, ya que es una patología callada por millones de mujeres que exige una recuperación inmediata. Pero, ¿qué es exactamente? Se entiende como un descenso, en mayor o menor grado, de uno o varios órganos de la cavidad pélvica. Es muy importante que estés bien informada sobre el tema.

 

Entiende los síntomas

Uno de los principales síntomas es la aparición de pequeños bultos en la zona genital que dan lugar a una sensación de pesadez. Es muy habitual que tengas dificultades para ir al baño, que padezcas incidencias y puedes notar molestias durante las relaciones íntimas.

Vamos a enumerarte los síntomas genitales  y pélvicos que pueden alertarte sobre un posible prolapso:

  1. Sensación de bulto.
  2. Pesadez o presión dentro de la cavidad.
  3. Excesiva dilatación (asociada frecuentemente al prolapso uterino).
  4. Dolor o malestar en tu zona lumbar.
  5. Presión abdominal acompañada de dolor.
  6. Dificultad para insertar un tampón u otro elemento relacionado.

 

No podemos olvidarnos de los síntomas que están relacionados directamente con la hora de ir al baño:

  1. Necesidad de ir al baño durante el día y la noche.
  2. Fuerte urgencia de ir al baño asociada a pérdidas leves.
  3. Pérdidas leves de urgencia extrema.
  4. A la hora de ir al baño puedes notar que vas de manera irregular y
  5. Infecciones habituales.

 

También hay una serie de síntomas intestinales vinculados al prolapso:

  1. Puedes tener dificultades para vaciar tu intestino.
  2. Estreñimientos que pueden dificultar tu vida diaria.
  3. Sensación constante de presión de la zona del recto.

 

Por último, nos centraremos en los síntomas que afectan a tu vida sexual:

  1. Dolor o sensación desagradable durante o después de mantener relaciones sexuales.
  2. Dificultad durante la penetración.
  3. Pérdidas leves durante tus relaciones sexuales.
  4. Sensación de orgasmo inexistente.
  5. Disminución de excitación sexual.

 

¿Y ahora qué?

A pesar de que se trate de un problema que puede afectar en tu día a día es importante ser optimistas. Se pueden mejorar los síntomas siguiendo un tratamiento definido por tu especialista y se puede revertir según el grado de prolapso. Por todo ello es muy necesario que estés informada, ya que si actúas a tiempo y mantienes una actitud positiva podrás con todo.

En general, un prolapso es la consecuencia de tener debilitados los músculos o algún órgano de tu suelo pélvico ya sea por:

  • Un parto.
  • Una excesiva presión por estreñimiento crónico.
  • El impacto repetitivo por determinados deportes.
  • Otros factores genéticos, etc.

 

Una vez abordados los síntomas, es indispensable saber que hay ciertos factores que nos predisponen para que suframos un prolapso, y que podemos evitar:

  • Presta atención a tu postura: Tanto de pie como sentada, es necesario que tengas una postura correcta y una alineación adecuada de la espalda. Con ella conseguirás activar tus músculos profundos del abdomen, liberarás presión del suelo pélvico, relajarás el diafragma y la respiración será más profunda.
  • Ten una postura correcta para ir al baño: Evita empujar de manera brusca y aguantar tu respiración. Para una correcta postura ponte en cuclillas con las rodillas flexionadas por encima de 90º inclinando hacia delante tu tronco. Es genial que hables o que cantes para controlar mejor tu respiración.
  • Presta atención a tu estreñimiento y busca un tratamiento para recuperar tu flora lo más pronto posible.
  • Cuida tu alimentación, pues el sobrepeso afecta a tu suelo pélvico.
  • Despídete de la ropa ajustada ya que provoca una presión innecesaria para tu abdomen.
  • Acude a tu médico habitual, lo mejor es que te haga una valoración un especialista.

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¡Que pases un feliz día!