El poder terapéutico de las cenas con amigas
Sofá, manta y palomitas. Una buena opción para algunas horas tardías en las que necesitamos desconectar, pero cuando se convierte en costumbre es hora de apretar el botón rojo, llamar a una buena amiga y salir de nuestro hormiguero. Porque, amigas, hay citas que nos llenan de energía y nos dejan tan limpias por dentro que no podemos dejarlas escapar.
Poneos en situación: descolgamos el teléfono y escuchamos esa voz que nos acompaña desde hace años para lo bueno y lo malo. La pereza se vuelve ligera y corremos al armario: vamos a ponernos guapas solo por placer, para nuestro gozo particular. Guiñamos un ojo al espejo y descubrimos que apenas nos hace falta maquillaje, damos un golpe de cepillo al pelo y escudriñamos nuestro perfil, no estamos nada mal y nos sentimos seguras. (más…)