Desde pequeños nos enseñan cómo debemos celebrar estas Fiestas: con alegría e ilusión, reuniones familiares, comidas de empresa, reencuentros anuales con amigos y antiguos compañeros, rituales de regalos, gastos por encima de presupuesto, excesos…

El problema es que en ocasiones no somos capaces de “cumplir con lo establecido”; hemos perdido a seres queridos a los que se echa de menos, atravesamos dificultades económicas que impiden participar de muchos de los rituales, o nuestra salud está debilitada. No siempre el balance de lo que ha sido el año que termina resulta favorable o tenemos energía para conectar con el Espíritu Navideño.

No poder seguir el patrón establecido en Navidad, puede hacernos sentir solos, vacíos, como no pertenecientes al mundo en el que vivimos. Y esto despierta muchos sentimientos depresivos que debemos tratar de manejar.

Las personas tendemos a centramos sólo en una parte de la realidad, generalmente en las carencias o ausencias, en lo que nos gustaría tener o disfrutar y vivimos casi como un fracaso. Descubrir que podemos celebrar una Navidad a nuestra manera puede proporcionarnos mucho alivio. Lo único que hace falta es despertar nuestra creatividad para ir salvando los obstáculos.

Algunas personas se encuentran muy solas, y sienten mucha nostalgia y tristeza al pensar en los encuentros de estas fechas. Una solución puede ser implicarse en tareas solidarias para acompañar a personas en hospitales o residencias. Además de cumplir con una labor solidaria, nos divertiremos y enriqueceremos a nivel personal compartiendo con estas personas.

Otra idea puede ser proponer encuentros con personas importantes para nosotros, no necesariamente familiares o compañeros de trabajo. Quizá se fijen los encuentros para fechas diferentes a las citas “obligadas”, pero poco a poco conseguiremos instaurar nuevos rituales, con un significado especial para nosotros.

Si la economía no acompaña y no podemos hacer grandes desembolsos, una decoración y presentación en la mesa cuidada puede salvar un menú más modesto. Y para los regalos, construir algo con nuestras propias manos, como una manualidad sencilla, un album de fotos o una recopilación de canciones puede sacarnos del apuro, convirtiendo el detalle en algo muy especial con un significado íntimo.

Encontrar nuevas formas, quizá menos tradicionales, de participar en las fiestas, nos hará sentir mejor. Lo más importante es que no tengamos miedo a mirar hacia dentro de nosotros mismos. Seguramente, si compartimos nuestras dificultades con otros, encontraremos a más personas y más ideas para crear una Navidad a medida.

¿Con quién vas a pasar tú las Navidades?

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