Si de algo vamos tomando conciencia poco a poco es del uso que debemos darle al tiempo en nuestra vida. Sabemos que es valioso porque es limitado y dependerá de nuesta inteligencia el saber usarlo y sacarle provecho.

En ocasiones te encuentas «perdiendo el tiempo» y una sensación de inutilidad te asalta. A pesar de que todos los días tienen 24 horas, algunos parecen pasar mas lentamente, otros se nos antojan eternos y no vemos el momento en que terminen.

De una forma u otra, el tiempo condiciona los planes que tenemos para cualquier faceta de nuestra vida. Parece faltar un siglo para que lleguen las merecidas vacaciones, y las obligaciones llenan demasiado pronto nuestra agenda de «impostergables».

Y perdemos de vista que, por escaso y efímero, es lo mejor que podemos regalar.

Un tiempo personal donado a quienes lo necesitan es un obsequio tanto para el que lo recibe como para el que lo brinda. Muchas causas agradecerán tu colaboración, tus manos y buena voluntad para llevar a cabo su tarea.

Desde acompañar a personas que no tienen quien les visite en un hospital, hasta sumar un granito de arena a ONGs o instituciones de todo tipo. Puedes sumarte como voluntario a grandes causas como las de Cruz Roja, o acercarte a tu ayuntamiento para dar una mano con los programas de saneamiento de espacios públicos o de educación para la mujer.

Además, puedes poner tu experiencia al servicio de nuevos proyectos. Asesorar a jóvenes emprendedores o colaborar en poner en marcha una idea comunitaria.

Recuerda que eres una mujer activa y segura, con un caudal de vivencias que te dan un patrimonio invalorable: tu sabiduría, tu fuerza, tus ganas, tu tiempo.

Foto | Yuri Arcurs