Hay que reconocerlo: se te da genial contar cosas. Tus amigas te escuchan, tus hijos se quedan embobados cuando les cuentas algo… ¿has pensado dedicarte a ello? Aunque creas que el mundo editorial te queda muy lejos, ahora existe algo que puede ayudarte a proyectar tanta inquietud: Internet. ¿Has pensado en escribir tu propio blog?

Un blog no es sino una página de Internet donde poder ir publicando todo aquello que desees de manera cronológica, apareciendo primero lo más reciente. ¿La temática? La que tú quieras. Desde los primeros pasos de tu cachorrito recién adoptado, ilustrado con instantáneas o vídeos de tan tierno momento, hasta sesudos tratados de química orgánica, todo vale. Ahora bien, existen algunos puntos clave a tener en cuenta antes de lanzarse al fascinante universo de la blogosfera.

Existen muchas plataformas gratuitas y de manejo muy intuitivo para hacer tu propio blog. No es necesario poseer conocimientos avanzados de ningún tipo, además de que en la mayoría de ellas disponen de prácticos tutoriales repletos de consejos. Una buena manera de saber qué es lo que queremos hacer es curiosear en lo que han hecho otras personas. La inspiración no viene sola, recuérdalo siempre.

Ten bien claro de qué quieres hablar. Conseguir subscriptores (es decir, lectores fieles) en un océano de blogs como es Internet es difícil: comienza con una temática concreta que ya tendrás tiempo más adelante de ampliarla. Siempre es más sencillo captar la atención de alguien con intereses comunes a los tuyos que dirigirse a una generalidad abstracta de usuarios.

En seguida comenzarán los comentarios en tu blog. Esta es la manera más directa de comunicación con los lectores: responde siempre con educación y mantén el contacto con ellos, así irás formando una pequeña comunidad de personas afines. Estate preparada, de todas formas, para lidiar con usuarios poco educados o directamente groseros: este tipo de gente es una de las maldiciones de Internet. No permitas que te desanimen y nunca desciendas a su nivel: se cansan enseguida si no les “entras al trapo”.

Vincula en tus artículos los de otros blogs y páginas, siempre citando la procedencia. Se forma así una red de información, lo que conforma la auténtica esencia de Internet. Por algo se denomina también “la red de redes”. Es el momento de aportar tu granito de arena en este maravilloso medio. ¡Cuéntanos si te has decidido y enséñanos tu arte!

Imagen| Bigstockphoto