Como probablemente la mayoría de nosotras ya sabemos, la incontinencia urinaria es una de las principales manifestaciones de la debilidad del suelo pélvico. Esto es debido a que para que el suelo pélvico realice correctamente sus funciones, debe tener un tono muscular y una elasticidad adecuada, la cual se puede deteriorar por la edad, los embarazos o la menopausia.
La mayoría de las mujeres nos preocupamos por fortalecer y mantener nuestros músculos en forma -¡los que se ven!- pero, ¿qué pasa con los que no se ven?! Pues hoy vamos a dedicarles un poquito de nuestro tiempo, para prevenir o mejorar algunos problemas.

Lo primero que debemos hacer es localizar los músculos del suelo pélvico. Para ello tenemos dos técnicas sencillas que podemos realizar en casa. La más sencilla, consiste en detener la micción a intervalos, lo cual nos ayudara a identificar esta musculatura. Otra forma consiste en introducir un dedo limpio en la vagina e intentar apretarlo, si sientes presión en el dedo, son estos músculos los responsables.
Una vez identificados, es hora de ponernos en marcha para mantener, prevenir y ayudar en los problemas derivados de un suelo pélvico debilitado. Existen muchos métodos y puedes optar por el que más te guste, pero aquí nos vamos a centrar en el que para mi es el más fácil, cómodo y funcional de todos, ya que lo puedes realizar en cualquier lugar y, esto último hoy en día con lo ocupadas que estamos, es muy importante.

Los ejercicios de Kegel, probablemente te hayan hablado de ellos, pero desde aquí os quiero animar de nuevo a practicarlos ya que todas las mujeres deberían aprender desde jóvenes para prevenir problemas futuros.

El objetivo es contraer y relajar de manera repetida el músculo vaginal.
1º forma: Apretar los músculos como si se quisiese detener la orina, intentando mantenerla durante cinco segundos. Después relaja los músculos durante 5 segundos. Repite este ejercicio unas 10 veces. Y poco a poco intenta aumentar el tiempo de contracción.
2º forma: consiste en contraer y relajar los músculos de forma repetida y lo mas rápidamente que se pueda. Empieza con series de diez repeticiones cuatro veces al día, aumentándolas hasta hacer 50 repeticiones cuatro veces al día.

Existen mas ejercicios de Kegel un poco mas complicados, por lo que hoy nos quedamos con estos dos simples y efectivos ejercicios. Una recomendación, ten cuidado de no ayudarte a contraer con los músculos del abdomen, muslos y glúteos.

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