Que rápido pasa el tiempo, ya no queda nada para que disfrutemos de la maravillosa sensación veraniega. Junto a ella, nos llegan de una u otra manera las distintas alertas sobre los peligros de sol para nuestra piel, pero ¡ojo!  Ahora también tenemos que hacer frente a la contaminación. Sí, tal vez te sorprenda, pero la contaminación se ha convertido en nuestro mayor enemigo para la piel, junto con el sol, ya que aceleran el proceso de envejecimiento.

Hoy te contamos qué efectos pueden producir estos fenómenos en nuestra piel y cómo actuar para evitarlos.

¿Cómo afecta la contaminación a la piel?

Los expertos afirman que la exposición continuada a la contaminación causa un envejecimiento acelerado en nuestra dermis. Muchos son los estudios que afirman que este factor ambiental produce estrés oxidativo, el cual conduce a diferentes signos de envejecimiento, ya que:

  1. Disminuye notablemente las defensas naturales que tenemos en nuestra piel, como la vitamina C y E. Dando lugar a un proceso de regeneración más lento y complejo.
  2. Puede conducir a mayor sequedad en nuestra dermis o, por el contrario, exceso de sebo.
  3. Estamos más expuestos a enfermedades cutáneas como la psoriasis, dermatitis, etc.
  4. Favorece la aparición de signos de edad como las arrugas y pérdida de firmeza por el elevado número de radicales libres que dan lugar a una micro inflamación de la piel.

Pero, ¿sólo sufre nuestra piel?

No, claramente la contaminación ejerce consecuencias negativas en todo nuestro organismo y que pueden ser traducidas en importantes patologías, sobre todo, a nivel pulmonar y cardiovascular. Todas esas consecuencias estarán relacionadas con tu nivel de exposición y con los tipos de agentes contaminantes que soportas.

De hecho, hay muchos datos que rodean este asunto, pues han aumentado el número de casos que han necesitado hospitalización por estos trastornos en nuestro organismo. Podemos destacar el gran número de ingresos por funcionalidad reducida de nuestros aparatos respiratorios, derivándose en complicaciones como neumonías, incluso otras enfermedades.

¿Consecuencias a corto o a largo plazo?

Ambas, es decir, los efectos secundarios negativos pueden ser tanto inmediatos como a largo plazo. Podemos contarte que hay casos a corto plazo, según los últimos estudios, que nos muestran que hay afecciones cutáneas como urticaria, eczemas, dermatitis, e incluso, otras patologías. Y, más a largo plazo, destacamos los signos de envejecimiento   por el sol y el ozono, ya que éste intensifica los signos de foto envejecimiento producidos por la exposición al sol (UVA, UVB y IRA). Produciendo hasta casi un 22% de hiperpigmentación, dando lugar a la aparición de arrugas profundas, pérdida de elasticidad y manchas oscuras.

¿Afecta a las mujeres y a los hombres por igual?

Se ha demostrado que el sexo no es un factor de relevancia y de predisposición a las consecuencias negativas que da lugar la contaminación.  Si es cierto, que nuestro estado de salud es una causa determinante, pues afecta de manera más directa a las personas que padecen alguna patología o incluso aquellas que no tienen una higiene óptima. Por otra parte, otro agente importante en la afección a patologías relacionadas con las consecuencias de la contaminación es la edad, siendo los niños y los ancianos, los más vulnerables.

¿Qué podemos hacer? Cuidados básicos

Dónde más nos afecta la contaminación es en las grandes ciudades. Por ello, queremos ayudarte para que combatas de forma eficaz y directa los efectos negativos de la contaminación, ya que es difícil huir de ella:

  1. Limpiar nuestra piel: Es importante que cuidemos con mimo nuestra piel. Para ello, tendrás que lavarla un par de veces al día, sobre todo, por la mañana y por la noche.
  2. Cremas y cosméticos: Después de lavar bien la cara, habrá que utilizar un producto que sirva como barrera para los ataques de la contaminación. Los mejores, son aquellos enriquecidos con vitamina C, ya que cuentan con sustancia antioxidante.
  3. Buena alimentación: Todo alimento que ingerimos nos afecta. Por esta razón, debemos llevar una dieta sana y equilibrada, rica en alimentos con compuestos antioxidantes como los frutos rojos, frutos secos, cítricos, té verde, hortalizas como la zanahoria y el tomate, cacao y chocolate y vino tinto, entre otros, para que nuestra piel reciba todos aquellos nutrientes que necesita para combatir a la contaminación y frenar la acción de los radicales libres.

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¡Que pases un feliz día!