La orina se produce cuando los riñones filtran nuestra sangre librándola de productos tóxicos. La cantidad que generamos depende de la cantidad de líquidos ingeridos, el tipo de alimentación que llevemos e incluso la temperatura en la que nos desenvolvamos. Esta orina se almacena en la vejiga: cuando llega a determinado volumen experimentamos el deseo de acudir al baño.
Cuando este deseo es de inminencia o cuando no se produce en absoluto antes de producirse un vaciado total o parcial de la vejiga, estamos ante un caso de Incontinencia Urinaria. Se trata de una afección bastante común (afecta a una de cada 3 mujeres y a uno de cada 9 hombres en algún momento de su vida) y de múltiples causas posibles que hay que examinar, por lo que siempre se recomienda acudir al médico de cabecera o especialista en cuanto se den episodios no explicables fácilmente.
A menudo esto se produce por un debilitamiento de los músculos que componen el llamado Suelo Pélvico. Para evitarlo, o recuperarse si este debilitamiento ya es un hecho, se recomiendan los Ejercicios Kegel, que además de ser muy efectivos, resultan tremendamente sencillos de realizar sin supervisión médica y en prácticamente cualquier lugar.
En caso de estar experimentando un episodio de Incontinencia Urinaria, es conveniente no vestir prendas que puedan ejercer algún tipo de presión sobre el abdomen, así como, si dicha Incontinencia es del tipo denominado “de Urgencia”, que sea de fácil apertura. Esto nos evitará por un lado las escenas embarazosas y, por otro, obsesionarnos con el tema.
Se recomienda asimismo limitar el consumo de excitantes y diuréticos o laxantes, no beber agua antes de irnos a la cama y mantener una alimentación lo más sana y equilibrada posible. Estudios han demostrado que la obesidad también es un agravante en estas circunstancias, por lo que sería recomendable una pérdida de peso en este caso.
Ante todo has de recordar que no te encuentras sola en todo esto. No sólo porque lo que te pasa a ti le pasa a mucha gente, independientemente de su edad, sexo o condición, sino porque existe toda una red de apoyo que comienza con tu médico de cabecera y termina, ya lo sabes, en este pequeño blog donde puedes encontrar a miles de amigas en tu misma situación que te escucharán sin juzgarte y te ayudarán en lo que puedan.
Fuente| Instituto Indas
Fuente| Instituto Indas
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