El invierno ha llegado. Y con él, la Naturaleza nos regala joyitas que no deberíamos dejar de lado. Hoy queremos reivindicar a una familia de frutas característica de nuestro país: los cítricos

Desde indasec.com/new apostamos firmemente por consumir productos de temporada: son siempre más adecuados a la época del año, tanto por su composición química (los nutrientes que nos aporta) como por la manera en que nuestra cultura gastronómica los ha adaptado a nuestras necesidades. No sólo forma parte de nuestro pasado y nuestra tradición, sino que es mucho más ecológico y natural.

Por tanto, es época de aprovecharse de los cítricos. Examina siempre la etiqueta para comprobar que se trata de producto elaborado en España: esto es importante, tanto para apoyar nuestra maltrecha economía como para asegurarnos de que reúne todas las peculiaridades que garantizan la mejor calidad en lo que consumimos. Naranjas, limones, pomelos… siempre que hayan madurado en el árbol y hayan sido recogidos en su momento óptimo, suponen una delicia para el paladar que además suponen una imprescindible fuente de vitamina C, tan necesaria con el frío.

El consumo regular de cítricos contribuye, también, a la prevención de todo tipo de enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio, además de actuar desintoxicándonos y librándonos de las nocivas sustancias que, en nuestro diario contacto con la polución, almacenamos en nuestro organismo. Si estás sometida a un desgaste físico extra, serán la fruta ideal, ya que aliviarán tu cansancio y mejorarán el estado de tus músculos.

Nuestro país es el mayor productor de cítricos de Europa, una gran parte de los cuales se destina a la exportación. A partir de los meses de octubre y noviembre es cuando comienza a inundarse el mercado de estas gemas naturales en su mejor momento. Aprovecha este don de nuestra agricultura y no olvides añadir cítricos con denominación de origen a tu cesta de la compra: estarás apoyando a la industria interna y al mismo tiempo cuidando de la salud de toda tu familia. ¡Y están deliciosos! ¿Qué más se puede pedir?

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