No os lo voy a negar: me encanta leer. Leo en el metro, en el autobús, en el sofá de mi casa por las tardes y por supuesto antes de irme a dormir, en ese ratito de relax justo antes de caer agotada por un día. Lo que más leo son novelas, pero me interesan también los cómics y los libros de biografías, así como cualquier revista que caiga en mis manos.

El caso es que a la vuelta del verano, mis amigas y yo hemos decidido hacer un club de lectura para compartir juntas esta afición que compartimos. Hemos decidido leer juntas un mismo libro cada mes para poder intercambiar nuestras opiniones y disfrutar más a fondo nuestros libros.

La idea surgió en una cena con las amigas, ya que todas habíamos leído (por pura casualidad) el mismo libro este verano, «Cometas en el cielo» de Khaled Hosseini. Durante la cena, surgieron muchos temas en los que yo no había caído mientras leía el libro, como la manera en la que los niños interpretan una realidad, la de Kabul en los años 70 y cómo ese escenario cambia cuando lo vuelven a pisar ya de adultos, como es el caso del protagonista.En toda la novela, el protagonista nos habla de su patria con tristeza, de cómo fue tras la llegada de los talibanes y de en qué estado quedó Afganistán tras la invasión rusa. Mis amigas y yo coincidimos en que el relato gana en emotividad precisamente por estar narrada la historia desde el punto de vista de un niño que no se ocupa de la política, sino solo de lo que ve a su alrededor y cómo en algún momento de la historia a todas se nos cayeron las lágrimas al leer las aventuras de sus personajes.

El libro había impactado tanto en una de mis amigas que se había comprado un par de tomos sobre la historia reciente de Afganistán, para conocer más a fondo el escenario en el que se movieron los protagonistas de la novela. Además nos ha dicho que para la próxima reunión del mes que viene nos contará más cosas sobre la historia de ese país, uno de los grandes desconocidos para nosotras.

Y como no iba a ser todo hablar solamente de literatura, estuvimos mucho tiempo charlando también sobre cometas, una de las tramas secundarias de la novela, y sobre los lugares donde las habíamos volado en nuestra infancia. Entre unas cosas y otras casi estuvimos una hora hablando de cuál era el mejor sitio para volarlas (la orilla del mar ganó por goleada) y dónde habíamos visto las cometas más bonitas.

¿A vosotras os gusta comentar los libros con vuestras amigas o preferís leer en solitario? Yo estoy encantada con esta nueva rutina que hemos cogido, ya os iré contando si descubrimos alguna novela bonita, como la que os he contado hoy.

Imagen | Daehyun en Flickr