Un cóctel, una tumbona, una vista de excepción, una charla agradable… Nadie podría resistirse. ¿Todavía no te has dado un paseo por alguna de las terracitas con encanto que te brinda tu ciudad?

Desde hace un par de años se han puesto de moda, y este año han vestido sus mejores galas. En áticos de altos o emblemáticos edificios o a pie de calle, por la tarde o por la noche, para un plan romántico de pareja, con amigos o para disfrutar de la soledad con uno mismo. Cada una con un estilo y personalidad propia, pero todas atractivas. Un plan perfecto para terminar el verano por todo lo alto. Si vivís cerca de Madrid, aquí os dejo algunas sugerencias:

• En la parte más alta del hotel ME de Madrid, en plena Plaza Santa Ana, se encuentra Penthouse, una vista panorámica espectacular de los tejados de la capital llena de glamour. Podemos tumbarnos en una de sus camas a relajarnos viendo las estrellas con una buena bebida, mientras escuchamos música o disfrutamos de una deliciosa cena…
• En el barrio madrileño de Chueca y en la octava planta del hotel Room Mate Oscar se encuentra la impactante terraza obra de Tomás Alía, con tumbonas en blanco, barandilla de cristal, césped artificial y hasta una pequeña piscina. Su reputación nos hace tener que reservar con antelación, pudiendo elegir entre media jornada o el día completo, para disfrutar de una amplia oferta de comidas ligeras, brunch, cócteles y sonidos chill out.
• Si somos fans de los cócteles, la Terraza Le Cabrera del Palacio de Linares nos brinda la nueva oferta coctelera de Diego Cabrera, un cortador de jamón profesional, un carrito de perritos calientes al estilo de Chicago y una carta con picoteo de calidad, todo armonizado con su música chill out. Una oferta innovadora y original para las noches veraniegas madrileñas.
• Algo más alejado del centro, pero con vistas a la naturaleza, podemos descubrir la terraza La Moraleja Green. Una buena manera de finalizar las compras en el mismo Centro Comercial, de jueves a domingo a partir de las 19:00h, decorados con aires mediterráneos, una pantalla gigante para los más futboleros y un escenario en el que se suben exitosos cantantes y grupos españoles.
• El gin tonic arrasa, y en la terraza del Hotel AC Atocha podemos encontrar una amplísima carta de ginebras de primer nivel. Tardes y noches de excepción en un ambiente refinado, íntimo y a prueba de los paladares más exigentes.
• El Ático de las Letras, situado en la séptima planta del hotel con el mismo nombre en plena Gran Vía, nos brinda el escenario perfecto para una velada romántica y mágica. Los sofás blancos, la madera y el metacrilato configuran un escenario especial en los que disfrutar de sus tostas y ensaladas, acompañándolas con sus riquísimos mojitos o gin tonics. Es recomendable acudir al atardecer.
• También en la Gran Vía, pero esta vez al principio, se encuentra el Hotel Ada con sus dos terrazas: una situada junto al restaurante, más pequeña e ideal para unas cañas una soleada mañana de domingo, y otra en la azotea, que resulta a todos los niveles espectacular. Sus cama-sofá son un bien muy demandado para disfrutar de un gin tonic.
• Si buscamos un ambiente más alternativo y divertido, podemos acudir a Lavapiés; en la planta de arriba del edificio de las Escuelas Pías descubrimos el Gaudeamus Café. Podremos elegir entre dos ambientes bien distintos, uno para cenar y el otro para tomar una copa. En esta terraza, además, se celebran eventos culturales y musicales, desde festivales de cine hasta exposiciones o conciertos., y está abierto de lunes a sábado desde la mañana hasta la medianoche.
• Si lo que buscamos es estilo y elegancia, la terraza del Hotel Urban es otra de las visitas imprescindibles para conocer Madrid desde el tejado. Dispone de una amplísima oferta de cócteles, aunque este verano su propuesta se centra en la bebida japonesa sake. Y podemos acompañar el cóctel de una cuidad carta de delicatesen.
• Con muebles vintage e inspiración industrial, el coqueto restaurante y su terraza La Misión son uno de los rincones escondidos de Madrid te sorprenderán a cualquier hora del día, incluso el desayuno. Y por supuesto, el gin tonic hace una aparición estelar en su carta.

Imagen| Bigstockphoto