Ya sabemos que cuando vamos al médico a tratarnos alguna dolencia, lo primero que nos dicen es que perdamos unos kilos, ya que el sobrepeso tiene un rosario de efectos perjudiciales para la salud. Probablemente muchas de nosotras tengamos algún que otro kilo que nos sobra, de esos que se pegan al cuerpo en Navidad y se niegan a abandonarnos con facilidad; este ligero sobrepeso no constituye un gran problema a efectos médicos, pero cuando hablamos de obesidad, es decir, un exceso de más de un 30% de grasa corporal en la mujer, las cosas se pueden complicar y mucho.

De la misma manera, la incontinencia de esfuerzo se ve afectada por esta circunstancia, siendo un factor de riesgo a tener en cuenta. Veamos de que manera influye en la pérdidas de orina. La incontinencia de esfuerzo es aquella que se produce circunstancial y automáticamente al realizar un esfuerzo como estornudar, reír a carcajadas, o cualquier actividad que requiera de la fuerza. El peso elevado origina una sobrecarga del suelo pélvico con el consiguiente deterioro del tejido conectivo, produciendo un deficiente soporte de vejiga y uretra.

Distintos estudios confirman esta circunstancia, estableciendo una clara relación entre la obesidad y la incontinencia, y apuntando la reducción de pérdidas de orina en un 47% de mujeres tras realizar un programa de dieta, ejercicio y nuevas conductas.

Amigas, no debemos alarmarnos ni comenzar peligrosas dietas que pueden agravar el problema, pero sí tener en cuenta este factor de riesgo de manera preventiva, ejercitando nuestro suelo pélvico a diario, y realizando ejercicio físico, ya sea moderado, como caminar o pasear en bicicleta, o más intenso, como un entrenamiento pautado en un gimnasio bajo la supervisión de profesionales, controlando a la vez nuestra alimentación de una manera sana y racional .

Imagen vía | Azrael74 en Flickr
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