Cuando pensamos que ya hemos “cruzado el umbral”, que ya no nos queda nada por hacer, estamos impidiendo, tanto a nosotras mismas como al mundo en general, que se aproveche todo nuestro potencial. ¡Tantas cosas por intentar, por descubrir, por crear! Si creemos estar solas en ese anhelo, nos equivocamos: muchas otras lo tuvieron antes.

Como por ejemplo, Grandma Moses. Esta maravillosa mujer vivió tres guerras, tuvo diez hijos y trabajó desde bien joven cuidando de una granja. Comenzó a realizar preciosos bordados a instancias de su hija tras la muerte de su marido, a edad ya avanzada. A los setenta años, la artritis la impidió continuar con sus bordados, por lo que cambió la aguja por el pincel. Cuando contaba ya con setentaiocho años de edad, fue descubierta por un galerista y comenzó su fulgurante carrera artística, exponiendo por todos los EEUU, Japón y Europa. Sus pinturas sirvieron para campañas publicitarias, ilustraciones y postales. Una de ellas aún hoy adorna las paredes de la Casa Blanca.

Murió en 1961 a los 101 años de edad. Se dice que el primer cuadro que pintó fue un regalo para el cartero, porque le resultaba más sencillo y cercano que hacerle unos pastelillos al horno. Con motivo de sus 100 años, fue portada de la revista Life; antes ya había ocupado la de la revista Time. Además, se proclamó su cumpleaños fiesta nacional; el día de Anna Mary Robertson Moses.

¿Qué hubiera pasado si esta artista hubiera decidido rendirse tras la muerte de su marido? Ella no habría disfrutado de todas las maravillosas experiencias que estaban a punto de ocurrirle y nosotros no podríamos disfrutar de su arte. Pues bien, esto pasa con muchísima frecuencia, hay un gran talento que se desperdicia y unas enormes dosis de diversión que nunca se llevan a cabo simplemente porque creemos que ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer.

¿Y tú? Seguro que sabes muy bien qué hacer en esta etapa de tu vida, pero hay muchas amigas de indasec.com/new que aún están atrapadas en esa imagen solitaria y sin esperanza. ¡Ayúdalas! Cuéntanos tu experiencia y ¡comparte tu vitalidad!

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