No deben confundirse, ni tampoco considerarse lo mismo. Aunque la vejiga hiperactiva provoca en nosotras un deseo de orinar constantemente (se calcula que unas ocho veces por el día y dos por la noche), esta vejiga hiperactiva no siempre es síntoma de incontinencia urinaria. El problema principal relacionado con este tipo de patologías es el desconocimiento. Cuando nos enfrentamos a alguna de ella, además de no saber distinguirlas, también tendemos a pensar que son signos de que nos estamos haciendo mayores, de que no es necesario ir a ningún especialista y que lo que tenemos que hacer es acudir directamente a los absorbentes sin más.
Sin embargo eso no es así. Por un lado es importante detectar cuál es la patología a la que nos estamos enfrentando (incontinencia urinaria, vejiga hiperactiva, ambas…), sólo así será posible y más sencillo de actuar contra ella. Por otro lado no debemos tener pudor en compartir nuestra experiencia con el resto de personas y mucho menos con los médicos, ellos están ahí para eso. Es más, él debe ser el primero en conocer si nuestro ritmo de micción se está viendo alterado, y saber por qué está sucediendo esto. Una vez hablemos con él hay que hacerle caso en todos los consejos y tratamientos que nos recete ya que además de paliar los efectos de estas patologías, también nos ayudarán a llevar una vida normal y corriente que al fin y al cabo es de lo que se trata. De poder seguir siendo igual de vitales que siempre ¿verdad?
Imagen| Bigstockphoto