Cuando comenzamos a sentir pérdidas de orina la preocupación por paliarlas nos hace pensar muchas cosas antes de consultarlo. Entre ellas cuánto durará esta situación. La mayoría de tipos de incontinencia urinaria son un trastorno constante en el tiempo pero existen posibilidades de que, debido a las causas que hayan generado la incontinencia, esta sea a corto plazo.

Dentro de los tipos de incontinencia urinaria los más preocupantes corresponden a los crónicos, entre los que estaría la incontinencia urinaria por esfuerzo, la funcional, la producida por rebosamiento o la generada por urgencia. Dentro de ellas hay un tipo en el que la patología será temporal, es el caso la incontinencia imperiosa, que puede ser dada entre otras causas por una infección.

Así la incontinencia urinaria que dura un tiempo determinado puede deberse a diferentes situaciones como el  embarazo o las infecciones del tracto urinario. En cambio, si está relacionada con un debilitamiento de los músculos, una lesión pélvica o problemas nerviosos, puede ser un problema a largo plazo. En el caso de las infecciones vaginales, irritaciones o la cistitis la infección de orina puede afectar a la vejiga, la uretra o los riñones. Sus causantes son unas bacterias y será fácil reconocer el problema, los primeros síntomas que nos alertarán cuando sufrimos esta molestia serán el dolor, la fiebre o el estado de la propia orina.

En la incontinencia producida por causa de una infección también sentiremos unas ganas imperiosas e incontrolables de ir al baño además de molestias, como el escozor, al orinar. Estas molestias se pasarán al comenzar un tratamiento contra la infección, normalmente de antibióticos. Pero saber que nuestra incontinencia urinaria es causada por una cistitis no nos excusa de acudir al médico de cabecera ya que algunos casos, si no son tratados correctamente, pueden acabar generando otros tipos de incontinencia a largo plazo.