A medida que vamos cumpliendo años es más necesario concienciarse en llevar una vida sana. Lo deseable es que desde bien jóvenes vayamos adquiriendo unos hábitos saludables para llegar a las etapas más avanzadas de nuestra existencia en un buen estado de salud, lo que garantiza una mayor calidad de vida durante más tiempo.
El cuidado del cuerpo, practicar ejercicios de memoria, realizar ejercicio físico adecuado a la edad de cada persona, una alimentación sana y saludable, son algunos de los hábitos que toda mujer que supere los 50 años debe incorporar a su vida.
El envejecimiento forma parte de la vida y no impide que las personas podamos disfrutar del último tramo de nuestra existencia, pero es necesario que nos concienciemos de los cambios que nuestro organismo sufre y de la necesidad de adaptarnos a ellos para mantener nuestra calidad de vida. Por ello, debemos de preocuparnos tanto de nuestra calidad de vida física como de la mental.
Mantener la forma física
“Mens sana in corpore sano” es una de las citas más conocidas de la historia de la literatura y está extraída del libro ‘Sátiras’ de Juvenal. Con esta cita, el autor pretendía expresar que es necesario orar para disponer de un cuerpo y espíritu sano. Sin embargo, en la actualidad le damos otra interpretación bien distinta pero literal: “mente sana en cuerpo sano”.
Una parte fundamental para mantener la lucidez reside en la actividad física, especialmente cuando vamos cumpliendo años. El movimiento de las articulaciones, la actividad muscular y la estimulación de la circulación de la sangre son dos de los aspectos que más hay que trabajar y cuidar cuando vamos cumpliendo años.
La mejor forma de trabajar estas cuestiones es mantener nuestra independencia y seguir haciendo nuestra vida normal aunque, evidentemente, con el paso de los años iremos notando esos malditos achaques. Con la aparición de estas molestias no debemos empeñarnos en mantener un ritmo impropio de nuestra edad sino que tenemos que adaptarlo.
También se recomienda realizar alguna actividad deportiva aeróbica como caminar, pedalear (tanto en bicicleta estática como de carrera, aunque es preferible la primera), o nadar, aunque siempre hay que realizar estas actividades a un ritmo lento, que nos impida fatigarnos para poder practicarlas durante más tiempo.
Continuar mentalmente en forma
Al igual que existen una gran cantidad de ejercicios para que las mujeres mantengan su forma física y éstos se adaptan a la edad y ritmo de cada una de nosotras, también hay una serie de ejercicios que podemos hacer para mantener el buen estado de forma de nuestra mente.
La investigación científica ha demostrado que a partir de los 30 años de edad es conveniente ejercitar nuestra mente y que aquellos que lo hacen, se hacen mayores conservando un buen estado de salud mental. Sin embargo, aunque no se haya empezado a una edad tan temprana, las personas mayores siempre pueden comenzar a ejercitarse porque notan mejoría.
Cuando hablo de ejercicios no estoy anticipando complicados procesos mentales sino algunos tan simples como leer habitualmente libros o el periódico; apuntarse a cursos para mayores orientados a la pintura o a las manualidades; escribir un diario o, como corren tiempos modernos, un blog aunque en él simplemente se cuenten pequeñas banalidades de nuestra vida cotidiana; realizar pequeños cálculos matemáticos como una suma mental de la cesta de la compra o, simplemente, memorizar la lista de productos a comprar en el supermercado y antes de pasar por caja, verificar que nos hemos acordado de todo.
Los especialistas también dan otra serie de consejos que ayudan a mantenernos mentalmente sanas: mantener relaciones sociales activas; participar en actos sociales y actividades de grupo; realizar una dieta rica en vegetales y frutas; o la realización de alguna actividad física, adaptada a nuestras facultades. Y es que salud física y mental están unidas de la mano, ya sabéis, “mens sana in corpore sano”.
Imagen vía | Ayuntamiento de Guillena