La ejercitación de los músculos propios del suelo pélvico no es espontánea. Al igual que necesitamos trabajar con los diferentes músculos que están presentes en una actividad deportiva para fortalecerlos y evitar lesiones, nosotras debemos mantener fuerte nuestro suelo pélvico porque es susceptible de verse dañado por diferentes causas.

La prevención de la incontinencia urinaria debe ser un objetivo para todas aquellas mujeres que no la sufren, pero incluso para las que ya tenemos pérdidas, un buen ejercicio podría mitigar los síntomas de la incontinencia de orina leve e incluso, en algunos casos, eliminarla.

Pero muchas os preguntaréis a qué riesgos se expone nuestro suelo pélvico. Os hacemos un breve resumen de aquello a lo que tenéis que echar un ojo para prevenir.

La principal causa de agresión contra el suelo pélvico es el embarazo y, sobre todo, el momento del parto. Los procesos naturales a los que se enfrenta el cuerpo de una mujer embarazada hacen que los músculos sufran un estrés muy fuerte. Una buena preparación de los músculos de la zona les permitirá soportar de una forma más adecuada estos niveles de estrés. Es por eso que es recomendable acudir a clases de preparación para el parto. En dichas clases, además, te informarán de los ejercicios que se deben realizar después del parto para recuperar de una forma óptima toda la musculatura que se ha enfrentado al esfuerzo del parto.

La causa inevitable a la que nos enfrentaremos todas es al paso de los años. El envejecimiento de los músculos hace que estos no funcionen de la misma forma que cuando éramos más jóvenes. Los efectos de la edad sobre los músculos pélvicos se deben contrarrestar con ejercicio adecuado a nuestra edad y capacidad.

Otra causa que aumenta el riesgo de lesión muscular en el suelo pélvico es un ejercicio físico inadecuado. Muchas disciplinas deportivas requieren un sobreesfuerzo de la zona pélvica. Además nos enfrentamos a que la mayoría de los preparadores físicos están tradicionalmente orientados al público masculino, con una morfología diferente a las mujeres. Por eso es importante que si vas a practicar un deporte, sobre todo si va a ser de una manera muy continua, te informes de los posibles riesgos de lesión y prepares bien la zona pélvica con ejercicios de calentamiento.

Por último destacar aquellas cosas que no debemos hacer y que pueden poner en riesgo nuestra salud general y la musculatura del suelo pélvico en particular. Mantener un peso adecuado es fundamental para prevenir riesgos cardiovasculares y sufrir graves problemas de salud, pero también para no ejercer una excesiva presión abdominal contra el suelo pélvico. Si llevamos un buen control de toda nuestra salud, todo ello contribuirá a que nuestro suelo esté también sano, así que no hay que hacer nada especial y sí mucho sentido común.

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