Muchas de nosotras acudíamos a un gimnasio para hacer ejercicio y ahora, quizá, nos hemos tenido que apretar un poco el cinturón porque es un gasto del que tenemos que prescindir ante otras necesidades más básicas. Otras, siempre han visto el gimnasio como algo caro en lo que no merecía la pena invertir tiempo y dinero. Lo que hemos de saber es que el ejercicio es una necesidad tan básica como la que más.

Todo el mundo en la medida de sus posibilidades debe hacer ejercicio porque las personas estamos hechas para movernos. Es cierto que muchos gimnasios tienen precios prohibitivos y que todos los bolsillos no están capacitados para soportar el gasto de un centro deportivo, pero eso no nos debe hacer renunciar a nuestra “ración diaria de ejercicio”.

No todas podemos hacer todos los ejercicios: la edad, la condición física de base, lesiones y enfermedades, son condicionantes que pueden limitarnos la funcionalidad de ciertos músculos, pero siempre tenemos que movernos acorde a nuestras capacidades. Incluso las personas con movilidad reducida pueden hacer sus ejercicios y deben moverse a diario.

Quizá la forma más barata de hacer ejercicio es andar. Todo el mundo puede sacar unos minutos al día para andar. Si las distancias los permiten te puedes plantear ir al trabajo andando, o a buscar a los niños al colegio, o a la parada de tren. Son muchos los sitios a los que puedes optar entre coche o transporte público o ir andando. Andar se puede hacer en todos los sitios, es gratis y, lo más importante, sano.

Si tu condición física lo permite, deberías pensar en incrementar el ritmo de tus paseos y ponerte a correr. No estamos hablando de hacer grandes marcas, simplemente acelerar tu ritmo hasta donde puedas llegar. Empezando poco a poco, quince minutos la primera semana; media hora la siguiente…

Es cierto que el gimnasio puede ser un “artículo de lujo”, pero pasear no lo es. Siempre a nuestro ritmo, según nuestras capacidades, pero todos los días. Tu salud lo va a notar: te encontrarás mejor, conciliarás el sueño de una manera más rápida, incluso te ayudará a alcanzar tu peso adecuado si tienes problemas de sobrepeso. Y no son cuestiones a dejar pasar, porque toda esta mejoría nos ayudará a prevenir y controlar muchos problemas de salud, entre ellos la incontinencia urinaria.

Seguro que muchas de vosotras ya “os movéis” diariamente. Qué el precio de los gimnasios no sea una excusa para no hacer ejercicio, porque no la hay. Contadnos vuestras experiencias y cómo mejora vuestra salud este barato ejercicio que es pasear.

Imagen| Bigstockphoto