Constantemente escuchamos y pronunciamos quejas sobre el poco tiempo que tenemos y cuanto necesitamos descansar. Horas y horas sentadas en el trabajo y cuando salimos más trabajo en casa, es lógico que después se prefiera descansar. Pero cuidado, los datos son alarmantes, una encuesta recientemente publicada confirmaba a España entre los países más sedentarios de Europa; el 42% de la población adulta de nuestro país no realiza ningún tipo de ejercicio físico.
Partiendo de que se denomina senderismo físico al que define la falta de ejercicio, no se debe obviar las enfermedades que conlleva, las más habituales están asociadas a problemas derivados para la salud cardiaca y obesidad. El mecanismo es sencillo, si no se ejercita el cuerpo no se consumen las grasas ingeridas.
Las pautas para abandonar el sedentarismo son sencillas una vez que se está decidida a hacerlo. Decir un no rotundo a pasar las horas muertas, si se tienen, tumbadas en el sofá y optar por disfrutar al aire libre. Basta con un paseo diario de 30 minutos a una hora y cambiar de actitud; ir andando a los establecimientos más cercanos, no hacer siempre la compra desde casa permitiéndonos caminar por el supermercado o centro comercial, subir escaleras en lugar de coger el ascensor… Son los consejos habituales que estamos acostumbradas a oír pero no siempre ponemos en práctica. Tampoco se trata ahora de no descansar nunca sino de ponerse metas.
Normalmente basta con cambiar los hábitos y la rutina diaria aunque puede ayudar mucho encontrar una actividad que nos divierta y reconforte; aerobic, bailes de salón, natación… Y si no se dispone de demasiado tiempo siempre es posible hacer algún ejercicio en casa siguiendo algún vídeo instructivo.
Mejorar el colesterol o el sistema óseo son otras ventajas de abandonar el sedentarismo pero con la práctica de ejercicio también mejora la salud psíquica. Basta con ser conscientes de que pasamos demasiado tiempo sentadas y de que nuestro cuerpo agradecería algo de movimiento.
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