El otro día una amiga me comentó que el médico le había diagnosticado debilitamiento del suelo pelviano. Aunque en un primer momento le sonó un poco mal, el médico le aclaró que es muy común entre mujeres de todas las edades, y que sus causas son de lo más variado, desde embarazos a sobrepeso pasando por la edad, o incluso factores genéticos heredados. Ya sabéis que cada mujer es un mundo, pero si sufrís esta patología, sea cual sea la causa, es posible prevenirla y mejorar rápidamente a través de unas sencillas rutinas y ejercicios que podemos incorporar a nuestra vida diaria sin mucho esfuerzo para fortalecer el suelo pélvico.

El médico le indicó a mi amiga que “hay muy buenos tratamientos locales que estimulan el desarrollo de la mucosa vaginal durante la menopausia y tras las intervenciones quirúrgicas”, ya que son los momentos en los que las mujeres tenemos más peligro de sufrir debilitamiento del suelo pelviano. El doctor nos dejó bastante tranquilas, ya que explicó que “los tratamientos estrógenos tópicos y los geles con derivados de soja han demostrado su efectividad en muchos casos”.

Prevenir siempre es mejor que curar, por lo que el médico nos contó que es sencillo prevenir las pérdidas leves por debilitamiento de suelo pélvico si eliminamos o prevenimos los factores de riesgo. Por ejemplo, indicó que hay que olvidarse de diuréticos y procurar no permanecer de pie un tiempo prolongado. Por supuesto lo mejor es mantenernos en nuestro peso ideal y llevar una vida sana.

Otra rutina que propuso el médico y que es de lo más sencillo seguir es beber entre litro y medio y dos litros de líquido al día para no sobrecargar el riñón. Además, si distribuimos la bebida durante todo el día y completamos con sopas, frutas jugosas y refrescos conseguiremos una mejora notable en la mayoría de los casos.

Para aquellas que sufráis pérdidas leves, lo fundamental es no aguantar demasiado tiempo las ganas de ir al servicio. Pasar por el aseo cada tres o cuatro horas es un sistema que funciona muy bien, y según el médico es lo ideal porque así “no acumulamos demasiado líquido en nuestro aparato urinario, eliminando las presiones en la zona pélvica”.

Por último, el médico nos animó a que realizáramos ejercicios para fortalecer suelo pélvico. Unos pocos minutos al día bastarán para realizar una correcta rehabilitación. ¡Anímate! Será poco tiempo y notarás la mejora de una manera visible, de hecho estos tratamientos funcionan en más del 80% de los casos.

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