Como bien sabes, la menopausia trae consigo ciertos cambios hormonales. Hoy te vamos a contar cómo afecta a tu cabello y cómo puedes combatirlo para seguir teniendo un pelo fuerte y sano.

¿Cómo afecta la menopausia en nuestro cabello?

Probablemente los síntomas más llamativos de la menopausia en el pelo son su sequedad y caída. Esto se debe a que, en esta etapa, el pelo se debilita y se vuelve quebradizo.

El déficit hormonal que se produce en la menopausia afecta también a nuestro cabello, volviéndolo más fino y seco. Notarás que pierde brillo y fuerza. Esto se debe a que, a partir de los 50, la fragilidad del pelo conlleve que se comience a caer. Sin embargo, si la caída de pelo es muy significativa te recomendamos que acudas a un especialista ya que puede ser debido a otros factores.

¿Qué factores pueden afectar a nuestro cabello?

Mal cuidado: el uso de tintes, calor excesivo (planchas y secadores), champús inadecuados…todo influye. Es necesario que conozcamos nuestro cabello, saber qué tipo de tintes debemos utilizar y apoyarlos siempre con tratamientos de hidratación. El uso diario de secador, tenacillas o planchas para el cabello puede volverlo quebradizo si no aplicamos un protector de calor adecuadamente antes de cada uso. Del mismo modo, utilizar un champú que no está indicado para nuestro tipo de cabello puede tener un resultado nefasto sobre nuestro pelo. Asesórate por profesionales y escoge siempre los mejores productos según tu tipo de cuero cabelludo.

Estrés:  tiene efectos en todo nuestro organismo y, por supuesto, también en nuestro pelo. Es relativamente fácil de identificar cuando se trata de estrés ya que suelen producirse episodios de una mayor pérdida de cabello coincidiendo con picos de estrés.

Herencia genética: nuestros genes marcarán si tendremos más o menos pelo, la propensión a la caída de éste, etc.

Malos hábitos alimenticios: una alimentación con déficit de minerales y vitaminas también influirá en nuestra salud capilar.

Enfermedades: algunas enfermedades y trastornos de tiroides también pueden influir en la calidad de nuestro cabello.

¿Cómo afecta la menopausia a nuestro pelo?

Durante la menopausia se produce un desequilibrio hormonal caracterizado por una caída de estrógenos, lo que influye directamente en la densidad capilar. Es por esto que una de las cosas que más notamos en la menopausia con respecto a nuestro cabello es lo fino que se vuelve.

Pero, además, notaremos los siguientes signos:

Pelo seco y quebradizo: en la menopausia se nos reseca tanto la piel como el cabello, especialmente con el frío. Es posible que hayas tenido el pelo graso y que al llegar la menopausia, inexplicablemente, te lo encuentres seco, áspero, poco manejable y que se encrespa fácilmente.

Menos brillo: esto se debe tanto a la falta de hidratación que comentábamos antes como a la pérdida de pigmentación del pelo (que comienza con la salida de las canas).

Cambio de textura: puede que notes que te baja el rizo o que, incluso, se te ondula. Sea como sea, notarás cambios en su forma.

– Caída: puedes notarlo especialmente al principio de la menopausia, después del verano y en primavera. Esto se debe a que la concentración de estrógenos en sangre disminuye al llegar la menopausia, haciendo que el pelo se vuelva más débil y se comience a caer. Esto no afecta de igual forma a todas las mujeres y desde luego no causa una alopecia total, sino, más bien, la aparición de zonas algo despobladas, avance de las entradas y mayor fragilidad del cabello.

– Las canas: aparecen cuando los melanocitos dejan de producir melanina (pigmentos de color). Esto no se debe solo a una cuestión genética, sino también al estrés. Por este motivo hay muchas mujeres jóvenes que las tienen, mientras que a otras les aparecen con la llegada de la menopausia. Ya hemos hablado anteriormente de las canas (link a post) y tanto si decides lucirlas como si prefieres teñirlas, lo importante es que cuides especialmente el cabello ya que pierde brillo y elasticidad.

¿Cómo combatir el efecto de la menopausia sobre el pelo?

– Sigue una alimentación equilibrada: aumenta la frecuencia con la que consumes verduras y hortalizas, cereales integrales, legumbres, grasas insaturadas (AOVE…), lácteos desnatados y pescado antes que carne. Evita la ingesta de alimentos ultraprocesados como embutidos o fritos, reduce el consumo de azúcares, y de grasas animales. Evita hábitos tóxicos como el consumo de alcohol y el tabaco.

Beber mucho agua y consumir alimentos ricos en vitaminas A y B, en minerales como el hierro, magnesio, calcio o zinc te ayudarán a mantener tu cabello en buenas condiciones.

Tomar suplementos vitamínicos y minerales ricos en vitamina E o hierro mejoran la hidratación y textura del cabello, evitando roturas.

– Para combatir el estrés puedes tomar un suplemento vitamínico rico en vitamina B, ya que te ayudará a regular sus efectos.

– Protégelo del calor y el sol: como te hemos dicho anteriormente, si vas a utilizar secador, tenacillas, planchas para el pelo o cualquier instrumento que suponga someter el cabello a altas temperaturas es mejor que utilices un protector de calor primero. En el caso del verano, especialmente, es muy importante que utilices protectores solares de cabello, al igual que haces con la piel.

– Protégelo de los agentes externos: tanto en verano con gorras como en invierno con sombreros, proteger tu cabello de las inclemencias del tiempo y las temperaturas (tanto altas como bajas) te ayudará a mejorar el estado de tu pelo.

– No abuses de los tintes: y déjate asesorar por un profesional para saber qué tipo de champú y qué productos debes utilizar según tu tipo de cuero cabelludo.

– Haz ejercicio regularmente: puedes pensar que no tiene relación alguna el hacer ejercicio con el estado de pelo pero lo cierto es que si la tiene, y mucha. La actividad física es buena para el riego sanguíneo porque activa los folículos capilares facilitando el crecimiento de pelo más fuerte. Te proponemos distintas actividades: caminar, correr, clases de zumba, natación…

– Masajes capilares: al igual que el ejercicio, estimulan el riego sanguíneo y te ayudarán a que te crezca el pelo de forma más abundante y con más fuerza.

Como ves, a pesar de que la menopausia conlleva cambios hormonales sobre los que poco podemos hacer, cambiando algunos de nuestros hábitos de vida podemos combatir ciertos signos del paso del tiempo y estar sanas por dentro y por fuera.

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¡Qué pases un feliz día!