Ya estamos de lleno en la rutina, con las vacaciones en el dulce recuerdo, y prestos a comenzar el curso con fuerza. Dicen que año nuevo es el momento de los buenos deseos, pero para mí, el mejor momento para plantearme hitos que mejoren mi devenir es, sin duda alguna, tras el verano, por eso hoy hago una lista de mis cinco buenos propósitos para septiembre.

De alguna manera es el mes de la renovación, del cambio. Volvemos de unas jornadas de descanso y nos tenemos que enfrentar al trabajo, a la rutina familiar, las comidas, las compras, y los problemas, y para ello necesitamos alguna fuerza que nos motive.

Suele suceder que el tiempo de vacaciones lo es también de reflexión, trayéndonos en la maleta serios propósitos de cambio, y muchas ganas de hacer bien las cosas. ¿Cuántas de vosotras habéis tomado una decisión en estos días que cambiará al menos un poco vuestro paisaje vital este otoño? No me refiero solo a grandes decisiones, a veces solo se trata de imponer un poco de orden, físico o espiritual, ya sea en la casa, en el trabajo, o en las relaciones.

Estos son mis cinco buenos propósitos para septiembre en nuestra libreta, coged papel y lápiz y apuntad también los vuestros:

Ejercitar nuestro suelo pélvico

Cómo no, este es el primero de la lista. Ya no valen perezas ni excusas, podemos hacerlo solas y no necesitamos ningún equipamiento para empezar a ejercitar nuestro suelo pévico. Mientras esperamos el autobús, en la cola de la fotocopiadora, o tomando un café, podemos hacer los ejercicios de Kegel, o utilizar conos vaginales habitualmente durante un tiempo al día mientras permanecemos activas.

Comer más sano

Los últimos días de verano no dejaba de repetirme que necesitaba comer más sano. Seguro que en estos momentos muchas estamos pensando en dejar atrás los excesos del verano y ponernos a dieta. Sin llegar tan lejos, podemos proponernos comer de una manera más sana, equilibrando los menús, introduciendo más verduras frescas, evitando comer un exceso de grasas, dejando los postres calóricos para ocasiones determinadas, y bebiendo la cantidad adecuada de agua, que como ya os hemos comentado anteriormente, debe ser de un litro y medio durante el día.

Alimentar las relaciones sociales

¿Cuánto tiempo hace que no ves a esa amiga tan importante para ti? La vuelta de vacaciones es un buen momento y mejor excusa para llamarla y veros, seguro que ambas tenéis muchas cosas que contaros y os reencontráis con energías renovadas. Organiza una comida en tu casa y repasa tu agenda, invita a esos amigos que siempre quedan pendientes de tu llamada. Yo empiezo a marcar números ahora mismo.

Ordenar y organizar

Os aseguro que es muy sano abrir las puertas de trasteros o armarios y eliminar todo aquello que no usamos hace más de dos años. Salvo algún bien preciado, de esos que guardamos por puro placer, el resto seguro que son prescindibles y pueden hacer un buen papel a otras personas que los necesiten. Cada mes de septiembre me pongo manos a la obra, desechando todo aquello que ya no uso, la sensación de orden y limpieza que viene después no tiene precio. Localiza un punto limpio para aquello que es irrecuperable, haz una lista de todo aquello que puede tener un buen uso, enséñala a tus amigos y familiares, y deja que elijan.

Sonreír más

Dicen, y es bien cierto, que si cuando hablas por teléfono con alguien sonríes, se nota en el tono de la voz. Haced la prueba, y veréis la diferencia. Puede parecer un consejo algo ñoño, pero ir por la vida con una sonrisa nos abre puertas, hace que los que nos rodean se sientan mejor y revierte en un mejor tono vital. A partir de este otoño voy a poner una sonrisa en mi cara. Sonreíd más a menudo, es una excelente inversión.

Seguro que vosotras tenéis (y estáis empezando a cumplir) vuestros buenos propósitos para este otoño, ¡animáos y contadnos cuáles son!

Imagen vía | Tati Martiniano