Ya hemos cambiado la hora, los días son más cortos, la luz del sol en menos directa y la temperatura es claramente más baja… ¡el invierno ha llegado! En todas las casas se ha encendido ya la calefacción, y con ella aumentan un poco los gastos. Por eso no viene mal seguir algunos consejos muy sencillos que nos ayudarán a llegar a fin de mes un poco mejor.
Una de las primeras cosas que debemos hacer al iniciar la temporada es purgar el aire contenido en el interior de los radiadores, ya que dificulta la transmisión de calor desde el agua caliente al exterior. En el momento que deje de salir aire y comience a salir sólo agua, habrá terminado la purga.
Siempre que podamos, debemos controlar la temperatura de casa. El objetivo en invierto no es poder estar en manga corta o tirantes, así que con mantener unos 20º en la vivienda, estaríamos a gusto. En los dormitorios, incluso, podríamos bajar entre 3 y 5 grados más, hasta unos 16º; las fundas nórdicas y los pijamas de invierno permitirán que durmamos abrigados sin tener un gasto excesivo.
Cerrar bien las ventanas y las persianas es una medida que contribuye a mantener la temperatura del interior más tiempo, igual que lograr un buen aislamiento ventanas y puertas; si no queremos meternos en obras, podemos comprar cómodos y prácticos burletes.
Es recomendable ventilar la casa a diario, pero para renovar el aire bastan 10 minutos, y por supuesto, la calefacción la encenderemos después; la habitación cogerá temperatura mucho más rápido y evitaremos desperdiciar esa energía. Si vamos a tener que salir, es preferible reducir la temperatura a 15ºC. Muchos termostatos equiparan esta temperatura a su posición “economía”.
Una medida muy util y que supone entre un 8 y un 13% de ahorro en la factura, es la instalación de válvulas termostáticas en radiadores y los termostatos programadores. Son muy asequibles, fáciles de colocar y se amortizan muy rápido. Y por último, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, nos recomiendan no cubrir ni colocar objeto al lado de los radiadores, pues esto dificulta la difusión del aire caliente y supone una pérdida de calor importante.
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Fuente| Consejos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)
Imagen| Bigstockphoto
