Olvidamos cosas y es inevitable. Desde olvidarse de haber puesto la comida el horno o de que tenemos la ropa en la lavandería a no recordar el cumpleaños de nuestra mejor amiga. Es normal que en algunos momentos no estemos totalmente concentradas y que pasemos por alto cosas que tenemos que hacer o citas a las que debemos acudir. Pero hay determinadas épocas en las que sentimos que no nos acordamos de nada y nuestra mano se transforma en un pequeño cuaderno de apuntes con todo lo que debemos recordar hacer durante el día, por ello la mantener a punto la memoria se hace más importante que nunca.

Para poner a punto nuestra atención se hace imprescindible estar relajadas, cuanto más tenemos que hacer más cosas se nos pasan por alto y más estresadas nos sentimos, por lo que dedicar unos minutos al día a concentrarse en la respiración conseguirá que nos sintamos más calmadas y con más energía para afrontar el día.

También existen determinadas actividades que además de ser divertidas fortalecen nuestra memoria, las más comunes son los juegos como los puzles, los sudokus, los apalabrados o los crucigramas que mantienen nuestra mente en forma al ejercitar nuestra concentración. Otros ejercicios diarios que no nos costará nada hacer y continuarán ejercitando nuestra mente pueden ser intentar recordar la lista de la compra, los nuevos números de teléfono, o las nuevas palabras que nunca antes hayamos escuchado. Además cambiar las rutinas, como el camino al trabajo o los sabores de nuestras comidas son otro aliciente.

La memoria no queda exenta de las recomendaciones que siempre hacemos; llevar una dieta equilibrada, descansar bien y hacer ejercicio también incluye en nuestra capacidad de recordar. Y ante todo no sentirse angustiada cuando se olvida algo ya que son muchos factores los que influyen en nuestra memoria.
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