Todas queremos estar estupendas. Pero los años, la pereza o tal vez el metabolismo han ido acumulando unos kilos de más que de pronto ya no son un mero problema estético, sino que, según nuestro médico, está empezando a convertirse en una cuestión de salud. Tensión, colesterol, problemas respiratorios… por si todo esto no te convenciera, has de saber que, padeciendo sobrepeso, tienes una mayor posibilidad de padecer Incontinencia Urinaria.

La obesidad en las mujeres produce una sobrecarga en el suelo pélvico que favorece la aparición de la Incontinencia Urinaria de Esfuerzo: la musculatura de la zona, ya afectada al tener que soportar los kilos de más acumulados, no es capaz de resistir ante una presión añadida: un estornudo, tos fuerte, al levantar un peso sin cuidado…

A ninguna nos gusta estar mal. Si a la pesadez, malestar y desgana que sufrimos al padecer sobrepeso sumásemos la Incontinencia Urinaria entenderíamos por qué muchas mujeres obesas sufren episodios depresivos. No sólo es una cuestión estética, ya que el modelo de belleza actual basado en la delgadez extrema ni es compartido universalmente ni, además, se corresponde con un modelo asumible y real. Así que, dejando la coquetería a un lado, seamos realistas: no podemos permitirnos estar tan obesas porque estamos atentando contra nuestra propia salud. La Incontinencia viene a sumar sus molestas consecuencias a todo lo demás, convirtiéndonos en alguien que no deseamos ser.

Por si fuera poco, ciertos estudios como el llamado PRIDE (orgullo en inglés) (Program to Reduce Incontinence by Diet and Exercise), pudieron demostrar que las pacientes de Incontinencia Urinaria afectadas de sobrepeso que lograron regresar a niveles normales, cambiando de hábitos tanto alimentarios como aquellos relacionados con el sedentarismo, vieron como sus episodios de incontinencia se reducían hasta casi la mitad.

La solución está en nuestras manos. Un cambio radical de perspectiva, adoptar nuevos y más saludables hábitos alimentarios, hacer un poco de ejercicio y, en cualquier caso, ponernos en manos de un especialista puede ayudarnos a sentirnos bien, a sortear o al menos llevar mejor las molestias de la Incontinencia y, sobre todas las cosas volver a ser nosotras mismas. Porque no está escrito en ningún lado que tengamos que sentirnos mal. Por ti misma y por todos los que te rodean: ¡deja atrás la obesidad!

Fuente|Instituto Indas

Fuente|Clínica Trials

Fuente|Who.int

Imagen| Bigstockphoto