Como filosofía o como disciplina el yoga es una excelente oportunidad de alcanzar el equilibrio físico y mental que todas ansiamos, de hecho llegar a esa sensación es su máxima. En esta ocasión vamos a centrarnos más en su práctica física repasando los puntos básicos para realizarlo en nuestra propia casa.

El yoga está fuertemente relacionado con el espiritualismo por ello hay que dejar los problemas fuera de la sesión y dedicar ese tiempo a encontrarnos física y mentalmente. Para ello es obligada la calma, para comenzar la sesión de yoga en casa debe tenerse un espacio tranquilo y confortable que nos aporte cierta paz. Es aconsejable realizar los ejercicios sobre una esterilla y hacerlos con ropa cómoda que nos permita una total libertad de movimientos. Por otro lado durante toda la sesión se debe ser especialmente conscientes de nuestra respiración, haciéndolo profundamente y por supuesto sin hiperventilar. Nuestro cuerpo será quien ponga sus propias metas.

Para conocer las posturas y frecuencias más idóneas según el nivel con el que partamos, será muy diferente comenzar a practicar yoga en casa como amateurs a si lo hacemos tras haber pasado un tiempo asistiendo a clases, es aconsejable consultar algún libro especializado, a un profesional, o informarse a través de la red visionando vídeos de especialistas. Muchos de los ejercicios suelen realizarse sobre el suelo, en ocasiones pueden usarse sillas u otros complementos, y también se incluyen variados ejercicios de pie. Cada sesión recogerá determinados movimientos y estará siempre basada en los estiramientos.

Como en cualquier otra disciplina se ha de ser constante, en principio sería adecuado realizarlo tres veces por semana y dedicar como mínimo veinte minutos a cada sesión. No tardaremos mucho en sentir mejoras, a parte de los beneficios legados a la tranquilidad practicar yoga mejora nuestra circulación y ayuda a calmar algunos problemas de espalda ya que presta atención a nuestra postura corporal.

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