Los mosquitos… esos temidos. ¿Os pican mucho? Parece que seleccionan muy bien a sus víctimas y no pican igual a unas personas que a otras, pero no encontramos una explicación clara. Desde la dulzura de la sangre, pasando por la temperatura corporal, a teorías con algo más de soporte científico que hablan de que los mosquitos son capaces de detectar la cantidad de CO2 (dióxido de carbono) y el ácido láctico que las personas desprendemos al respirar y a través del sudor, y que funcionarían como señales de que hay “sangre fresca disponible”. En cualquier caso, sí sabemos que son las hembras las que pican, y que lo hacen para obtener sangre con la que alimentar así a sus huevos.

Seguramente hayas probado miles de “inventos” para evitar las molestas picaduras. He intentado reunir los consejos populares más extendidos y que parecen resultar eficaces. Ya nos contareis vuestra experiencia:

–       Instala mosquiteras, pues resultan una barrera muy eficaz; colócalas en las ventanas, en las puertas si en verano las mantienes abiertas, en la cuna si tienes a algún chiquitín en casa o en la misma cama.

–       Coloca un vaso de vinagre o una bolsa transparente de agua en la ventana para que no entren.

–       El olor a limón y vinagre parece desagradarles; podemos rociarnos el cuerpo con un poco de te al limón, o de la mezcla de limón y vinagre, pero serán más cómodo utilizar velas aromáticas de limón o también de lavanda.

–       Evitar, en todo caso, las colonias con olores dulzones o florales.

–       Aumenta tu consumo de vitamina B1 o tiamina, por el olor amargo que produce en nuestro sudor. Se puede tomar en cápsulas que se compran en farmacias o bien en productos como la levadura de cerveza o productos integrales. Comer ajo crudo, cebolla y aceite de clavo también parece eficaz. Por el contrario, los alimentos muy salados y los lácteos parecen resultar atractivos a los mosquitos.

–       Algunas plantas han demostrado ser buenos repelentes: la albahaca o la alfábega. Podemos tener una maceta de ellas en casa, o bien colocar ramilletes de espliego, romero, tomillo o eucalipto, cuyo olor actuará como parachoques para los mosquitos.

–       Algunas personas hierven hojas de eucalipto y colocan el líquido en pequeños recipientes en cada habitación.

–       Utiliza ropa clara; huye especialmente de los colores fluorescentes, que resultan muy atractivos para los mosquitos

–       Y he encontrado hasta las instrucciones para  elaborar una trampa casera: Coger una botella partida por la mitad y quedarse con la parte de abajo. Mezclar agua caliente con azúcar moreno, y dejar enfriar hasta unos 40 grados. Entonces, a la mezcla se le añade levadura, se tapa la media botella con una superficie negra y poner la otra mitad del recipiente dentro, formando una especie de embudo. Deja esta trampa casera en alguna esquina de la casa.

–       Y la fórmula magistral de un repelente casero: Mezcla 100 ml. de aceite de almendras dulces, 20 gotas de esencia de albahaca y otras 20 de esencia de geranio. Diluye dos o tres gotas de aceite esencial de geranio o de cualquiera de estas plantas en media taza de agua y aplícala por la zona del cuerpo que quieras proteger.

Con todos estos consejos, y todas las opciones que hay en el mercado (enchufes, sprays, cremas, lociones, …), espero que este verano los mosquitos no sean un inconveniente para descansar y disfrutar.

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