Parece mentira, pero en los tiempos que corren, con la cantidad de información a nuestro alcance y toda la modernidad que se supone que nos rodea, los viejos mitos cimentados en la ignorancia y la misoginia persisten. A algunas de vosotras, afortunadamente, todo esto os sonará a cuentos de vieja. Pero no está de más revisitar alguna de estas supersticiones y recordar que, no hace tanto, se les enseñaba a las niñas a odiar así su propia naturaleza.

Algo horrible ocurrirá si te bañas o lavas la cabeza durante la menstruación. De todo se ha dicho: te quedarás tonta, te saldrán los hijos tontos, nunca te casarás… lo único cierto es que un contraste brusco de temperatura puede cortar el flujo momentáneamente. Nada más.

No te puedes teñir en estos días. Otra absurda leyenda urbana que tal vez tenga su origen en la necesidad de calor para que los tintes prendan: si estás destemplada y tu temperatura está más baja es posible, sólo posible, que estos productos tarden más en hacer efecto. Pero desde luego, ni te van a dejar calva ni, por arte de magia, se transforman en inocua agua sin capacidad de pigmentación.

La mayonesa se corta si la bates teniendo la regla. También los embutidos e incluso las conservas de pescado se malograrán si te acercas en estos días del mes. He llegado a escuchar que los huevos fritos también se reventarán por tu simple presencia. No hace falta ni que aclaremos que no sólo es falso, sino que se trata de una solemne tontería. Aunque hay algo cierto; si tú crees que por estar en una u otra circunstancia vital vas a hacer algo mal, lo harás mal. Tal es el poder de tu propia mente.

Mantener relaciones sexuales durante la menstruación puede acarrear enormes males, tanto al varón como a la posible descendencia. Enfermedades mentales, locura de amor, impotencia, amarres eternos… todo tipo de supercherías. Casi me da vergüenza tener que repetir esta obviedad: si queréis mantener relaciones sexuales durante la regla, mientras mantengáis las elementales normas de higiene, y siempre que no padezcas ninguna enfermedad infeccioso-contagiosa (que también condicionaría tus relaciones en otros momentos del mes), no hay nada que temer.

La menstruación es una característica inherente a la feminidad. No “estás mala”, como dicen nuestras mayores cuando te encuentras en esos días del mes, es más, es una señal de salud. Aunque a muchas nos duela y sea un engorro, es una manifestación de nuestra capacidad reproductiva, una fase de nuestro crecimiento. No permitas que la ignorancia y la superstición heredadas de una cultura represiva y misógina te hagan pensar que hay algo malo o “impuro” en ti. Que nuestras hijas crezcan libres de esta lacra.

¿Conoces alguna de estas ridículas leyendas? ¡Cuéntanoslas!

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